El cura acusado de sedar y violar a feligresas denunció a su novia por robarle el disco duro con las grabaciones

Él mismo dio la confirmación a la Policía de que las grabaciones eran suyas. Lo hizo sin saber que ya estaba siendo investigado. El sacerdote encarcelado en Málaga por abusar sexualmente de al menos cuatro mujeres denunció días antes de su detención a su novia de haberle robado material informático de su casa. Fue precisamente la novia quien había alertado previamente a la Policía de la existencia de grabaciones de estas agresiones.

Fuentes cercanas a la investigación han explicado a la agencia EFE que Francisco J. C., conocido como “padre Fran” por sus feligreses, acudió el día 6 de septiembre a las dependencias de la Policía para denunciar a la mujer por robarle dinero y material informático de su domicilio.

En ese momento los agentes confirmaron que él era el supuesto autor de las grabaciones. Cinco días después, el 11 de septiembre, fue arrestado.

Operación ‘Pájaro Espino’

Desde el mes de agosto las fuerzas de seguridad ya habían puesto en marcha la operación Pájaro Espino (en alusión al título de una serie televisiva de los años 80 que narra el romance de un cura). El operativo se puso en marcha, según informa diariosur.es, cuando la mujer que decía ser su pareja sentimental había denunciado en agosto en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había localizado en el domicilio que ambos compartían un disco duro con fotografías y vídeos de contenido sexual.

En ellos aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante, a las que presuntamente Francisco J. C. les realizaba todo tipo de prácticas sexuales desde 2017.

Fueron analizados “centenares” de fotografías y vídeos almacenados en cuatro carpetas identificadas con iniciales. La expareja del cura en Melilla –según diariosur.es tenía otra novia en Málaga– habría relatado a los agentes que ella abrió los ficheros pensando que eran de una película o una serie.

Traslado “por motivos de salud”

El padre Fran, de 34 años y natural de Vélez-Málaga, fue ordenado sacerdote en 2017 y había ejercido como párroco en los municipios de Álora, Ardales y Carratraca, en Málaga, y, más recientemente, en Melilla. En enero de este año pidió el traslado a la Península por motivos de salud y el Obispado de Málaga –del que depende Melilla– lo destinó como administrador parroquial a las localidades de Yunquera y El Burgo, donde su detención ha causado una gran conmoción entre los feligreses. Hace días que no oficiaba misa. Se ausentó de las parroquias por motivos “personales”.

Los investigadores están analizando ahora el contenido de diverso material tecnológico propiedad del detenido, como un ordenador, el teléfono móvil del detenido y una cámara de fotos.

Los vídeos han permitido determinar que las agresiones sexuales hasta ahora analizadas se cometieron entre los años 2017 y 2019, es decir, desde que fue ordenado sacerdote, han señalado las mismas fuentes, que no descartan que aparezcan más imágenes de abusos perpetrados en otros años.

Las mujeres que aparecen en los vídeos, que fueron grabados en el domicilio del detenido y en la casa parroquial, son mayores de edad. Hasta ahora, las víctimas han manifestado desconocer la existencia de las grabaciones y no ser conscientes de haber sido víctimas de ningún delito de naturaleza sexual.

Agresiones durante viajes con amigos

Los agentes ha averiguado que las agresiones se llevaron a cabo de forma continuada en diferentes años y localidades, con ocasión de viajes de grupos de amigos, entre los que se encontraba el arrestado.

Este habría suministrado a las víctimas algún tipo de sustancia que anulaba su estado de consciencia para perpetrar las agresiones sexuales. Sin embargo, debido a que han pasado varios años desde estas agresiones, apuntan los investigadores, va a ser muy complicado determinar qué sustancias usó el detenido para drogar a las víctimas.

Los agentes no descartan que haya más afectadas en Melilla, Málaga o Córdoba, lugares en los que el arrestado ha residido, por lo que siguen analizando el material que se incautaron en su actual domicilio de Vélez-Málaga tras la detención. Tras conocer el arresto, el Obispado de Málaga le ha retirado las licencias ministeriales para que no ejerza el sacerdocio.