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El hijo del alcalde de Estepona, concejal tras renunciar dos ediles que le precedían en la lista

Toma de posesión de José María García Urbano. A la derecha, tras el alcalde, su hijo | Twitter @JMGarciaUrbano

Néstor Cenizo

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José María García Urbano, recién proclamado alcalde de Estepona por cuarta vez, estará acompañado en este mandato por su hijo, Pablo García Romero, quien recogió acta de concejal el pasado sábado a pesar de no haber sido elegido por los ciudadanos y haberse quedado inicialmente fuera del consistorio. García Romero era el número 19 de la lista del PP, que obtuvo 17 concejales. La renuncia de dos electos del PP, que alegaron motivos personales y laborales apenas dos semanas después de los comicios, ha permitido que el hijo del regidor, de 27 años, escale puestos hasta entrar en el ayuntamiento.

La carambola ha permitido al alcalde cumplir una expectativa formulada hace cuatro años y generado muchos comentarios en el municipio. El pasado 28 de mayo García Urbano volvió a ganar con más del 60% de los votos las elecciones municipales en Estepona (74.493 habitantes), pero empeoró los resultados de 2019, bajando de 21 a 17 concejales. Hasta ahora el apoyo a García Urbano, notario y registrador de la propiedad, no había hecho más que crecer desde 2011, cuando logró la primera victoria, hasta alcanzar su cénit en 2019, cuando se convirtió en el regidor más votado en ciudades de más de 50.000 habitantes. La pérdida de cuatro concejales provocó que su hijo quedase fuera, a pesar de figurar en un puesto propicio para obtener acta.

Por eso, la victoria de José María García Urbano el pasado 28 de mayo fue, probablemente, la más amarga de las cuatro que ha logrado. Primero, porque vio por primera vez como perdía apoyo. Pero también porque no bastó, a priori, para que su hijo lograra acta. Esto pudo corregirse pocos días después con la renuncia sorpresiva de dos ediles.

Dos renuncias

Los dos concejales que renunciaron son Alejandro García, número 15, y Jorge Gil, número 18. El primero de ellos es un antiguo Policía Nacional que sufrió una grave lesión cervical tras un accidente doméstico en 2013. Desde entonces, ha consagrado su vida al deporte adaptado y a una entidad que promueve la accesibilidad universal. Era nuevo en las listas. También lo era Jorge Gil, a quien fuentes municipales atribuyen una estrecha relación con el regidor.

García explica que su renuncia se debe a las dudas que tenía respecto a la incompatibilidad entre estar del alta en la Seguridad Social (algo que tendría que hacer de cobrar un salario como concejal) y la pensión de gran invalidez que recibe, algo que sólo comprobó tras resultar elegido. Después de informarse con el secretario y con otros concejales en su situación, y de común acuerdo con el alcalde, decidió que lo mejor para él era renunciar.

Es cierto que la cuestión es discutida. Tras varias sentencias contradictorias, la Seguridad Social fijó un nuevo criterio en mayo de 2021: el desempeño de cargos electivos de las corporaciones locales en régimen de dedicación exclusiva o parcial es incompatible con percibir una pensión. Sin embargo, una sentencia del Tribunal Supremo de 2019 declara la compatibilidad de percibir pensión por incapacidad permanente total y un sueldo como concejal. García advierte de que los tribunales un día dicen “blanco, otro negro y luego puede ser gris”, y dice que no quería arriesgarse.

En cualquier caso, sí es posible cobrar la pensión si se es concejal sin delegación. Se suponía que García iba a ser designado concejal de Deportes, y en ese caso sí que hubiese tenido que renunciar. “Te quedas un poco cortado, porque me hacía cierta ilusión aportar mi granito de arena, pero le estoy muy agradecido por haber contado conmigo. Me dijo que tengo las puertas abiertas y seguiré intentando contribuir desde fuera a que Estepona sea aún más adaptada”.

Alejandro García atribuye la designación del hijo del alcalde a las “casualidades”. Subraya que la entrada de García Romero en el consistorio es simbólica y gratuita porque tiene un “buen puesto” al que no va a renunciar, y cree que en el pueblo muchos lo critican porque “soltar por soltar es gratis”.

Sin retribución económica

El consistorio no aclara qué procedimiento se ha seguido para hacer correr la lista. La ley obliga a que, si el ayuntamiento aún no se ha constituido, se comunique la renuncia y sustitución mediante escrito a la Junta Electoral de Zona, y a que el Pleno “tome conocimiento” de la renuncia. Fuentes de la oposición socialista aseguran que no se siguió trámite alguno ante el Pleno, aunque el secretario sí verificó las credenciales, lo que implica que las renuncias y la sustitución sí fueron comunicadas a la JEZ.

El hijo del regidor se estrenó ya como concejal el pasado sábado, integrando la mesa de edad como edil más joven. No ostentará ninguna delegación de área ni percibirá retribución económica como concejal, según resalta el ayuntamiento. Ahora bien, su designación como edil le abre la puerta de la Diputación Provincial, y hay quienes creen que podría ser elegido diputado provincial por sus compañeros de partido. En todo caso, se sabrá en los próximos días.  

Licenciado en Derecho en ICADE, actualmente dice desempeñarse como responsable de la expansión nacional e internacional de OrthoApnea, una empresa dedicada a la importación y exportación de productos para el tratamiento de la apnea del sueño y ronquido, administrada por su tío, Jesús García Urbano, y de la que él es apoderado.

La profecía autocumplida: “Quién sabe si será posible”

Ya en la toma de posesión de 2019 causó malestar en la oposición el hecho de que el alcalde entregara el bastón de mando a sus hijos en el acto solemne de proclamación. En las dos ocasiones anteriores (2011 y 2015) lo entregó a su padre, ya fallecido.

En 2019 García Urbano pasó el bastón a sus hijos “para que haya continuidad, para que este mismo bastón que estuvo en manos de vuestro abuelo os dé la oportunidad y el honor de ser miembros de esta Corporación. Quién sabe si algún día será posible”, según recogió la crónica de Sur. El vaticinio, cuyo cumplimiento dependía en parte de él y en parte de los electores, fue posible a la primera oportunidad, aunque los electores no cumplieran su parte: han tenido que mediar dos renuncias.

García Urbano suele destacar que la clave de su éxito es su capacidad de gestión, que habría permitido reducir drásticamente la deuda y acometer proyectos singulares. Sin embargo, en los últimos meses se ha sabido que la Fiscalía investiga la venta de locales municipales a un socio por un precio al menos cuatro veces inferior a su valor de mercado, una operación desvelada por elDiario.es. Este medio también ha destapado que creó recientemente dos empresas en Luxemburgo con intereses en el sector inmobiliario de la costa del Sol y en el establecimiento de megaparques solares en Andalucía, y mantiene participación en ellas, él dice que como mero albacea. En el pasado, fue socio de Juan Hoffmann, prófugo de la Operación Malaya.

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