La Agrupación de Cofradías de Málaga, órgano que gestiona el trabajo de las hermandades de penitencia durante todo el año, ha asegurado que, por encima de las quejas que ha podido haber este año por el nuevo recorrido, y las críticas por las dificultades de los malagueños para ver los tronos en algunas zonas, el cambio era “necesario”; aunque la mayor, la denuncia de las vallas que provocaron que hubiese calles “privatizadas” para ver los cortejos, ya es una cuestión de seguridad ciudadana que no controla este colectivo, asegura.
Lo explica tras la denuncia lanzada por Izquierda Unida en Málaga ante el panorama que se ha vivido en estos días en la zona centro y calles cofrades de la ciudad, copadas por tribunas para ver los tronos de cerca, y de vallas para que nadie que no haya pagado se pudiese acercar a los mismos.
Atencia explica a elDiario.es/andalucia que fueron muchos los conceptos que se estudiaron cuando su junta de gobierno accedió al cargo en 2015, como el hecho de que había 24.000 sillas en apenas 800 metros, que solo el 10 % estaba abierto para el público no abonado, o que había tribunas en la Alameda “con mala estética, que impedían verse las procesiones, tenderetes de tambores y otros elementos pegados al recorrido”.
A ello se unía, según el mismo análisis, la “iluminación deslumbrante por las cámaras de televisión y grúas encima de los abonados y procesiones, un recorrido de las procesiones en las que el público cruzaba constantemente, los niños se movían con grandes riesgos y había sillas apiladas con más público que limitaban el paso de los tronos con espacio, o que había una tribuna principal de dimensiones exageradas que requería un plazo de montaje superior a 40 días”.
Medidas adoptadas
Por ello, el equipo de la nueva junta tomó la decisión de dimensionar “el sobreaforo por motivos de seguridad, porque si no se amplía el recorrido de 800 a 1.200 metros, se tendrían que suprimir 8.000 sillas, aproximadamente (2.000 en calle Larios + 1.500 en la Plaza de la Constitución + 1.000 en calle Granada + 3.500 en la Alameda (tribunas)”, y se adoptaron medidas como la apertura de la segunda puerta de la catedral, “lo que dio mucha movilidad a las cofradías para acceder y salir de la Catedral en menos tiempo y espacio, porque antes había que esperar más de una hora a que entrara y saliera la anterior”.
El nuevo recorrido logró, además, “un espacio amplio para personas de movilidad reducida, con baños adaptados, y con capacidad para cien personas, incluidos acompañantes”.
Todos esos cambios han motivado el cierre de algunas calles con vallas, aunque Pablo Atencia sostiene que “el vallado y su disposición lo establecen las autoridades correspondientes de seguridad y Protección Civil, con base a normativa. Nosotros no tenemos competencia para ello, y nos adaptamos a los requerimientos que se nos trasladan”. Algo que no comparte el Ayuntamiento.
Con todo, asegura que se ha intentado hacer lo mejor posible, aunque “muchas veces es difícil poner razón sobre la emoción y la pasión, pero la seguridad de las personas es muy importante y trabajamos para un equilibrio en todo”.
Mientras, la petición de firmas porque se vuelva a cambiar el recorrido que se ha limitado “el acceso de las personas a ver SU Semana Santa” ya suma casi 4.000.
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