Marcelino y su familia pensaban que, tras varios años de espera, su derivación al Hospital Nacional de Parapléjicos era inminente. Pero la concreción de este cambio de centro de Sevilla a Toledo para obtener una segunda opinión médica, una rehabilitación integral y un seguimiento más específico se está haciendo esperar. Nada menos que once meses, según la estimación de la que han sido informados telefónicamente, pasarán desde que se aprobó el cambio de centro (marzo 2017) hasta que el paciente ingrese en el centro especializado en lesiones medulares (febrero 2018).
Las vicisitudes del caso de Marcelino Ortega fueron publicadas en este periódico a mediados de julio. Ahora, la familia vuelve a lamentar que han vuelto a ser “engañados” y que “se repiten las malas gestiones”. Contacté con Toledo y me comunicaron que la fecha orientativa que ellos han ofrecido es de febrero de 2018 y no septiembre. Esto significa demasiado tiempo, además del engaño que sentimos, claro. Pero sobre todo mucho tiempo“, explica su hermana Reyes a este medio.
Con fecha 20 de julio, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía les comunicó que su solicitud de inclusión en el Fondo de Cohesión Sanitaria había sido tramitada, recibida y aceptada en Toledo, desde se pondrían en contacto con ellos para concretar la fecha de la cita, reiterándoles su disponibilidad para las gestiones relacionadas con su derivación a un centro ajeno al Servicio Andaluz de Salud.
“Le insistí a la administrativa del hospital en recibir la información por escrito, pero no la hemos recibido. Quedó en avisarme después de hablar con sus superiores y quedar autorizada para ello, así como que le dijeran cómo encauzar la información, pero a día de hoy no la hemos recibido. Me personalicé en el hospital y lo solicité por escrito. No pude hablar con ella, según me informaron, se encuentra de vacaciones. La información sí se nos ha dado por teléfono, pero nuestra insistencia es por escrito”, cuenta la hermana de Marcelino tras varios años de “promesas verbales”, detallando que el lunes 24 presentó un escrito en el Centro de Atención al usuario del Virgen del Rocío y el viernes 28 de julio mandó un burofax a la Consejería.
La Consejería de Salud indica a este periódico que “el escrito aún no se ha recibido pero se le contestará, como siempre se hace”. “En cualquier caso, desde el Hospital Virgen del Rocío se le ha ofrecido toda la información por teléfono sobre la derivación y ahora es el Hospital de Toledo el que debe enviarle la cita. Como hasta ahora, desde el hospital se está a disposición de la familia para cualquier duda o información adicional que necesiten, pero la derivación ya está hecha”, insisten fuentes oficiales.
Por su parte, desde el centro sanitario de Toledo señalan que fue “el 10 de julio” cuando se les informó de la derivación (la Orden de la Consejería andaluza data del 3 de marzo, según pudo comprobar este periódico) y que, aunque no niegan que se les pudiera comunicar por teléfono el mes de febrero como fecha orientativa, señalan que “para después de verano, entre septiembre u octubre” esperan disponer de “camas libres para el ingreso” de Marcelino. Se trata de “un caso más” y no observan circunstancias especiales a la hora de haberse tramitado su derivación entre el hospital de origen de Sevilla y el de destino en Toledo.
“No puedo más con la vida que estoy llevando”
En el burofax del 28 de julio, Marcelino clama de nuevo ante lo que parece ser una espera de once meses en tramitarse la derivación: “No puedo más con la vida que estoy llevando; no puedo más con este terrible dolor que sufro día a día y que me tiene mi vida totalmente limitada; no puedo más con esta situación que llevo años soportando y que empeoro por días, y no puedo más con saber que mi lesión medular no es tan grave como para estar en el estado en el que estoy, que me podría permitir caminar y llevar mejor calidad de vida, y que en cambio llevo seis años en los que los facultativos me han hecho pensar que no había nada más para mí y que es lo que me ha tocado vivir; y por supuesto, no puedo más con saber que tengo un derecho concedido desde hace cuatro meses y que yo no conocía, y que después de cuatro meses sigo sin poder disfrutarlo. Y por si fuera poco, no puedo más con la última noticia de que la fecha orientativa es para el mes de febrero. Mes de febrero significa seguir sufriendo cinco meses más de los que ya me habían dicho, y tengo que decirles que no creo que pueda aguantar. Cinco meses sufriendo este calvario que sufro a diario significa mucho para mí, y una vez más, siento que me han vuelto a tomar el pelo. Una vez más, les invito a pasar un sólo día a mi lado, para que puedan entender mi insistencia en todo”.
Por todo ello, Marcelino solicita “recibir de forma urgente toda la información relacionada con este asunto por escrito, recibir respuesta por parte de esta Consejería de porqué no he recibido notificación por su parte, así como respuesta a mi escrito presentado el pasado mes de febrero con mi solicitud de derivación, y que se tomen las medidas que sean necesarias para que yo pueda acudir a ese hospital en el mes de septiembre como así me aseguraron en la primera llamada desde el hospital Virgen del Rocío, y como así mi situación lo demanda”. “Llevo muchos años esperando como para tener que seguir esperando más”, insisten.
El paciente pide por último “disfrutar de mi derecho a la vida, con una calidad de vida que me permita seguir queriendo estar en este mundo, y no como he pensado en varias ocasiones, terminar con mi vida, porque soy una persona con muchas ganas de vivir, pero que siento que este sistema sanitario no me lo está permitiendo”.