El cambio en la presidencia de la Junta de Andalucía trae consigo la posibilidad de que el PP-A vuelva a la Mesa de Partidos que negociaba los distintos compromisos del Pacto por Andalucía, insuflándole además aire nuevo a este modelo para implicar a toda la sociedad en la salida de la crisis, y que continuará con Susana Díaz. Los populares están a la espera de que se configure el nuevo organigrama de la Junta de Andalucía y a un “gesto” de la nueva presidenta, según apuntan fuentes del partido popular. Entonces, se plantearán su postura.
Cuando el pasado 3 de junio el PP-A decidió salirse de este marco lo hizo molesto, aseguran, por haberse enterado por la prensa de que iba a aprobarse en el Consejo de Gobierno el anteproyecto de la Ley de Transparencia. Pero también porque, según expresó entonces el secretario general del PP-A, José Luis Sanz, se habían quedado con la sensación de que los socialistas “no tenían ningún interés real” por este foro, más allá de un beneficio para la imagen de José Antonio Griñán, “que sólo tiene en la cabeza el escándalo de corrupción más grande de la democracia y es muy difícil que con eso se dedique a un pacto”.
El número 2 del PP-A habló entonces de un “cese temporal de la participación”, que podría concluir ahora con la llegada de la nueva presidenta. La salida de Griñán deja a los populares sin la “excusa” presidencial. Y , pese a que, tras el cese el José Antonio Griñán, no han dejado de pedir elecciones anticipadas en boca de su Juan Ignacio Zoido, el PP andaluz sabe que, de momento, tal posibilidad no les beneficia dada la ausencia de candidato claro para una convocatoria electoral en Andalucía. Esta circunstancia podría llevarles de nuevo a la Mesa de Partidos.
Susana Díaz le ha pedido a los populares en reiteradas ocasiones que “se replanteen su postura” y regresen, antes de que culmine el Pacto por Andalucía, “a una mesa importante del acuerdo de cómo queremos que crezca Andalucía en los próximos años y cuál queremos que sea nuestro modelo de convivencia”.
El pacto de los micropactos
Independientemente de que los populares vuelvan a tener confianza en este marco, con el inicio del curso político volverá a reunirse la Mesa de Partidos. Y continuarán desarrollándose los puntos previstos porque, bajo el paraguas del Pacto por Andalucía se han ido cerrando desde finales de 2012 diferentes compromisos en documentos suscritos con distintos sectores. De hecho, tras la firma hasta el momento de nueve documentos con distintos sectores, y donde los que más protagonismo han tenido han sido los sindicatos UGT y CCOO, desde la Junta de Andalucía aseguran que todavía quedan algunos más, pero no hay ni fecha ni concreción de cuáles son los previstos.
Los firmados hasta el momento han abordado la economía, la igualdad, la cultura, la educación y hasta la solidaridad, pero quedan pendientes cuestiones como la inclusión social, la juventud o la sanidad. En este sentido, el sistema que se está siguiendo es de abajo a arriba: las conversaciones son coordinadas por las distintas consejerías junto a las entidades, profesionales y particulares en los asuntos sectoriales y por los grupos políticos en el Parlamento de Andalucía para temas más transversales, como la Ley de Transparencia.
La apuesta por el Pacto por Andalucía no es original. Se fija en el modelo -y de hecho pretende estar a la altura- del Pacto de Antequera o de los Pactos de la Moncloa, como un acuerdo de concertación con el conjunto de la sociedad. La efectividad real de estos acuerdos dependerá del desarrollo de las medidas incluidas, algunas muy concretas, como los compromisos en materia de legislación adquiridos, y en otras ocasiones, simplemente una sucesión de declaraciones de buenas intenciones.
Lo que la ciudadanía piensa
Lo que sí se ha conseguido es una cierta implicación de la ciudadanía a través de la web www.pactoporandalucia.es donde se han registrado cerca de 700 aportaciones, siendo el crecimiento económico, el empleo y la educación los temas que más debate están originando. Los ciudadanos hacen propuestas de muy diverso calado, y sin dejar de aprovechar la ocasión para expresar su rechazo a la corrupción, al enchufismo y al amiguismo que achacan a las administraciones.
“Eliminar la figura de asesor como cargo de confianza y en su lugar utilizar a científicos, ingenieros o personal universitario de talento como consultores expertos ocasionales”; “propongo que se creen medidas o políticas de fomento del empleo para el colectivo de entre 30 a 45 años, entre los que me incluyo, y que nos sentimos olvidados y marginados laboralmente”; “cambiar el funcionamiento de las actuales bolsas de trabajo de la Junta de Andalucía, creando unas únicas, abiertas y permanentes donde se puedan actualizar los méritos anualmente”; “reducir a una cantidad simbólica la cuota de autónomos para cualquier desempleado que quiera emprender”; “Andalucía establecerá la limitación de la jornada laboral a 35 horas semanales, creando así plazas vacantes en los puestos de trabajo que permitirán a los jóvenes andaluces incorporarse al mundo laboral”… Son sólo algunas de las sugerencias registradas en el portal y que demuestran que algo de interés sí se ha captado en la ciudadanía, pese a la desafección que esta vive de la política. Queda saber en qué medida se incorporarán a las medidas concretas de cada uno de los pactos las sugerencias de los ciudadanos.