Andalucía cuenta con más de 800 kilómetros de costa y centenares de playas. Muchas son más que conocidas, pero el litoral andaluza también esconde joyas menos conocidas y que son auténticas maravillas naturales. Nos paseamos por algunas de ellas.
El Cañuelo · Tarifa
El Cañuelo · Tarifa
Aunque técnicamente esta playa pertenece a Tarifa, el principal acceso a la playa de El Cañuelo parte desde Zahara de los Atunes. Llegar hasta ella supone un pequeño esfuerzo a modo de caminata. Primero hay que ascender a pie hasta el faro de Camarinal -donde es obligatorio detenerse a respirar y disfrutar de la panorámica- y, después, desde ahí recorrer un pequeño sendero que desciende entre lentiscos, sabinas y enebros costeros. Un cuarto de hora largo después se llega a esta playa que debe su nombre a un pequeño arroyo que desemboca en su orilla durante la época de lluvia.
Este medio kilómetro de arena dorada está rodeada de pinares donde se puede encontrar la calma y disfrutar de un gran día de playa. En sus laterales también dispone de pequeñas calas, accesibles según las mareas. Las ruinas de un viejo búnker dan el toque exótico a este paraíso gaditano. También se puede llegar a través de un sendero que parte desde la playa de Bolonia rodeando la zona militar y que se puede completar en alrededor de una hora.
Peñón Cortado · Cuevas del Almanzora
Peñón Cortado · Cuevas del Almanzora
Entre las localidades almerienses de Villaricos y San Juan de los Terreros hay una carretera que podría estar sacada de una isla balear o algún que otro paraíso mediterráneo. Parece marcar la frontera que hay entre el desierto y el mar y, junto a ella, se despliegan paisajes de aguas esmeraldas donde se esconden algunas diminutas calas. Entre ellas destaca la denominada Peñón Cortado, una de las más vírgenes y salvajes de la zona. Otro de esos lugares donde simplemente relajarse y dejar pasar el tiempo ya se asemeja a la felicidad.
Está casi oculta desde la carretera y es de complicado acceso, aunque el coche se puede aparcar bastante cerca. Posee apenas un centenar de metros de arena y está encajada entre acantilados, que ofrecen sombra para refugiarse del abrasador sol veraniego. No hay que olvidar las gafas de bucear para zambullirse y observar con detenimiento la fascinante vida existente alrededor de los fondos marinos repletos de posidonia.
Cala del Pino · Nerja
Cala del Pino · Nerja
Aguas de tonalidades turquesas y transparentes bañan esta cala ubicada en el Parque Natural Acantilados de Maro - Cerro Gordo, a las afueras de Nerja. Esta zona del litoral malagueño acoge las playas más cristalinas y fondos marinos más ricos de toda la provincia, pero las dificultades en el acceso y la falta de servicios hace que no estén especialmente concurridas, sobre todo comparadas con otras áreas de la Costa del Sol.
La Cala del Pino es un buen ejemplo de ello. Dispone de dos espacios con plazas de aparcamiento junto a la carretera N-340. Y, para acceder a ella, hay que descender por una serie de senderos con cierto desnivel, lo que invita a acudir con calzado deportivo. Durante el recorrido es habitual cruzarse con chicharras que luchan contra el calor posadas en palmitos, lentiscos y aulagas. La tranquilidad que se encuentra en la orilla hace que esta pequeña excursión merezca totalmente la pena. No hay que olvidar las gafas de buceo para disfrutar -con respeto- de la intensa fauna y flora de los fondos marinos de este paraje.
Cala de San Pedro · Níjar
Cala de San Pedro · Níjar
Levantar la mirada tras una buena siesta en la orilla de Cala de San Pedro puede hacernos dudar. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Dónde estamos? Su relativa lejanía de la civilización y el desértico entorno son dos de sus principales características. Como también los curiosos acantilados de color blanco que la protegen y el viejo castillo de San Pedro, del siglo XVI, cuya mera presencia aporta al entorno cierto aire solemne. Sin olvidar la pequeña comunidad hippie que allí pervive y hace rememorar otros tiempos.
En pleno Parque Natural de Cabo de Gata, sus aguas turquesas, la increíble vida marina bajo la superficie y la calma que suele presentar esta pequeña pero preciosa playa son, probablemente, un premio más que merecido para quienes decidan llegar hasta ella a pie. Hay que dejar el coche a las afueras de la localidad de Las Negras para, desde allí, emprender una caminata que supera la hora por un paisaje que es puro desierto, por lo que es más que recomendable llevar bastante agua. También existe la opción, para quienes no disfruten del senderismo, de llegar en barca. Previo pago, eso sí.
Nueva Umbría · Lepe
Nueva Umbría · Lepe
El litoral onubense está repleto de playas que parecen infinitas: el final de sus arenales apenas se distingue en el horizonte. Una de ellas la playa de Nueva Umbría, un largo brazo de arena de más de 12 kilómetros que separa el último tramo del río Piedras de su destino final, el Océano Atlántico.
En pleno Paraje Natural de las Marismas del Piedras y Flecha del Rompido, esta playa es prácticamente virgen y a ella solo se puede llegar tras una buena caminata desde la playa de El Terrón (Lepe) o bien en ferry a través de las diferentes líneas que parten desde El Rompido. Su extensión permite encontrar espacios solitarios y, por ello, es también una de las playas preferidas por las personas que practican el nudismo.
La Rijana · Calahonda
La Rijana · Calahonda
Muy conocida para quienes residen cerca en poblaciones como Calahonda, Castell de Ferro o Carchuna, esta pequeña playa es toda una desconocida más allá de la costa tropical granadina. Más aún desde la inauguración de la autovía que une Motril con Almería, que ha evitado bordear todo este litoral a lo largo de la carretera N-340. Sin embargo, ya desde el asfalto se atisba lo que hay unos metros más abajo: una playa de aguas cristalinas, de exuberante naturaleza y perfecta para refrescarse o disfrutar de la vida submarina.
Se encuentra prácticamente a mitad de camino entre Calahonda y Castell de Ferro, muy cerca de un pequeño túnel que lleva su mismo nombre. Junto a la carretera existe un amplio parking para dejar el vehículo y, desde ahí, un camino desciende suavemente bajo el asfalto hasta desembocar en las pequeñas piedras que sustituyen a la arena. Una vez allí es el momento de disfrutar de una de las playas más bonitas de toda la costa andaluza. En verano suele haber un pequeño chiringuito.
Cala Barronal · San José
Cala Barronal · San José
Oculta entre pitas y alguna que otra chumbera superviviente, esta bonita cala de apenas 250 metros de largo es un lugar único. No es fácil encontrar otro lugar similar, en el que bañarse prácticamente en solitario en aguas tranparentes junto a viejas formaciones de lava que llegan hasta el Mediterráneo. Quizás por todo ello la banda granadina Niños Mutantes le dedicara en 2014 una canción en su disco El Futuro.
Ubicada cerca de la playa de El Mónsul, su acceso a pie a través de senda de cerca de un kilómetro le permite gozar de bastante serenidad. Algo que aprovechan muchas personas que la visitan para disfrutar con tranquilidad de la práctica del nudismo. Arenas oscuras y aguas calmadas ayudan a saborear mejor esta playa, como también posibles paseos a las llamadas Calas del Barronal: pequeñas playitas sucesivas que se esconden en este tramo de litoral almeriense.