La perforación de los túneles para llegar a Julen empezará el viernes “en el mejor de los casos”
La pizarra, una roca dura que abunda en las montañas de Málaga tan cercanas al mar, ha frustrado por ahora los tímidos avances en la perforación casi horizontal con la que los equipos de rescate querían llegar a Julen, el niño al que su padre vio caer en un pozo de Totalán (Málaga). Ante las dificultades de excavar ese túnel, los ingenieros que dirigen las obras para llegar a la cavidad donde estaría el pequeño valoran ahora otra opción: excavar dos túneles verticales en paralelo. Lo malo es que ni siquiera han podido empezar a perforar.
Los trabajos para rescatar al niño son tan complejos que hasta ahora cada avance culmina con un nuevo problema. La apertura de un túnel casi horizontal (con unos 15 grados de inclinación) ha tropezado con la pizarra de un terreno estratificado que combina materiales blandos con otros más duros. Por si fuera poco, el propio movimiento de tierras desliza material hacia la entrada de este túnel, cegando su boca.
Así lo ha explicado Ángel García Vidal, representante del Colegio de Ingenieros de Caminos, que coordina todos los equipos de ingenieros que intentan aportar ideas y soluciones para meter a unos rescatadores en la tripa de una montaña, y sacarlos cuando hayan recogido al niño. “Las dificultades son enormes. Todos los trabajos se están haciendo sin conocimiento previo del terreno. Nos encontramos diferentes estratos, geologías, geotecnia, y eso va dificultando y cambiando constantemente las decisiones”, ha señalado el ingeniero, que trataba así de explicar qué había pasado para que la solución del túnel horizontal haya topado tan pronto con un obstáculo aparentemente insalvable. La única solución es desviar el camino que se había tomado para buscar otro punto con material más blando.
De 12 a 16 horas de perforación en el túnel
Por eso, los técnicos han vuelto a cambiar de estrategia. Al primer túnel en vertical se le sumará “probablemente” un segundo, con la finalidad de tener dos puntos de acceso al hueco donde se cree que está Julen. El problema es que antes de empezar esos túneles verticales a ambos lados del pozo original, las máquinas tienen que culminar las plataformas que rebajen en treinta metros la cota de partida. Hasta entonces, no se podrá perforar. Ángel García Vidal ha avanzado que hasta el viernes por la mañana eso no ocurrirá. “En el mejor de los casos”, ha dicho.
Una vez que se finalice la plataforma, se iniciaría una perforación de unos 50 metros, lo que, “en una situación de facilidad o normalidad de perforación, puede ir por 12, 14 o 16 horas”, según ha declarado García Vidal. A ese tiempo habría que sumar posibles retrasos si vuelve a hallarse roca, y la posibilidad de que el tapón sea más grueso de lo previsto, lo que obligaría a cavar más. “Lo único que se sabe es que a 71 metros hay un tapón de tierra, del que no sabemos su altura, si es intermedio o llega a la cota máxima de ejecución de ese pozo, que fue de 110”, ha detallado el ingeniero.
Por la tarde ha asegurado que los trabajos de la plataforma avanzan “con buen ritmo de trabajo”, y que preveía comenzar la perforación a mediodía o primera hora de la tarde del viernes. Aunque a mediodía había avanzado que “probablemente” se harían dos túneles verticales, por la tarde ha explicado que empezarán por uno. A última hora del jueves se habían rebajado unos 18 de los metros de la cota original. Los técnicos quieren llegar a -30 metros con la plataforma, antes de comenzar a perforar.
La técnica con la que se iniciaron las labores de rescate, consistente en succionar la arena de ese tapón, está ahora mismo parada, porque estos trabajos no son compatibles con la preparación de la plataforma. Sí ha concluido el encamisado del pozo original.
Los técnicos y expertos que trabajan sobre el terreno están ante una obra “extremadamente compleja”. En ello ha insistido el ingeniero García Vidal, que este jueves ha explicado que en condiciones normales este trabajo llevaría meses, sólo en preparar estudios técnicos de viabilidad, proyectos y alternativas. Y en ello insiste cada vez que comparece María Gámez, subdelegada del Gobierno en Málaga.
A los trabajos de perforación ya se les ha cambiado el nombre, para dar idea de la envergadura de la tarea: se trata de una “obra de ingeniería civil”. En ella participan nueve equipos técnicos privados, coordinados por el Colegio y servicios de tres administraciones: 112 y Protección Civil, de la Junta de Andalucía; Bomberos, de la Diputación Provincial; y Guardia Civil, del Estado.