La plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de
Todos, que viene denunciando en los últimos meses la apropiación y gestión del
Obispado de Córdoba sobre este monumento, ha dado un paso más en su itinerario para reclamar
su titularidad pública y que se preserve su declaración como Patrimonio de la
Humanidad. Así, ha enviado un informe a la Unesco –organismo internacional que
vela por la protección del patrimonio mundial- en el que detalla la actuación
del Obispado sobre el reconocido monumento cordobés y le solicita que “actúe de
manera preventiva para evitar que esta gestión lesiva de la Mezquita-Catedral
por el Obispado de Córdoba ponga en riesgo su declaración como Patrimonio
Mundial“.
La solicitud de la plataforma a la Unesco
alerta de que la gestión del Obispado puede ocasionar “un daño irreparable en
la identidad material e inmaterial del monumento, como símbolo universal de
diversidad, pluralismo, creatividad, respeto a los derechos humanos, paz,
diálogo y concordia entre personas, pueblos, religiones y culturas“.
Asimismo, la argumentación de la plataforma
se detalla en el informe con los pasos seguidos en los últimos años por la
Iglesia en la gestión de la Mezquita-Catedral desde que en 2006 se apropió de
ella inscribiéndola a su nombre en el Registro de la Propiedad, por unos 30
euros y con el único requisito de presentar un certificado expedido por el
propio obispo. Sobre ello, y según consta en el informe enviado a la Unesco, la
Plataforma Mezquita-Catedral se dirige al organismo internacional “para
trasladarles con urgencia el malestar y la preocupación de cientos de miles de
ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo ante el proceso de apropiación
simbólica que el Obispado de Córdoba lleva realizando en los últimos años sobre
el monumento, hasta el extremo de negar el nombre de Mezquita con el que fue
reconocido como Patrimonio Mundial en 1984“.
Dicho documento, repasa la
gestión del Obispado sobre el monumento y lo que a juicio de la plataforma es “el
grave incumplimiento de hasta cinco disposiciones del organismo internacional
encargado de la custodia y protección de los bienes Patrimonio Mundial“. Se
realiza así, “un análisis exhaustivo de los principios y preceptos que han sido
infringidos por el Obispado de Córdoba“, incidiendo en la supresión del término
Mezquita y la destrucción de los valores islámico-andalusíes como principal
seña de identidad del monumento.
Análisis y detalle de las “normas de la Unesco incumplidas”
Análisis y detalle de las “normas de la Unesco incumplidas”
Según se explica en el informe de la
plataforma, “la gestión desleal” llevada a cabo por el Obispado de Córdoba en
los últimos años “contraviene las Directrices Prácticas para la aplicación de
la Convención del Patrimonio Mundial (de la Unesco) que obliga a los estados a
vigilar la protección y correcta interpretación de sus valores, así como la
divulgación, señalización y adecuada explicación de los mismos“. Es más, en la
propia normativa de la Unesco se prohíbe que “se modifique el nombre sin previa
solicitud del Estado“, algo que la plataforma lleva denunciando desde hace
meses al detectar que el Obispado ha borrado el término Mezquita y sólo llama
Catedral al monumento.
Asimismo, en el informe se señala que la
actual gestión de la Mezquita-Catedral “también quebranta la declaración de la
Unesco relativa a la Destrucción Intencional del Patrimonio Cultural“, que se
explica como “cualquier acto que persiga la destrucción total o parcial del
patrimonio cultural y ponga así en peligro su integridad“.
Por otra parte, el incumplimiento de las propias
normas de la Unesco que denuncia la plataforma sigue con “la negación de la diversidad cultural y
los valores que se contienen en la Mezquita-Catedral, símbolo universal de
concordia, que supone una clara vulneración de la Declaración sobre
Responsabilidades de la Generaciones Actuales“ del organismo internacional que
detalla: “Las generaciones actuales deberán velar por preservar la diversidad
cultural de la humanidad respetando debidamente los derechos humanos y
libertades fundamentales. Las generaciones actuales“, agrega el texto, ”tienen
la responsabilidad de identificar, proteger y conservar el patrimonio cultural
material e inmaterial (...)“.
Por último, en el listado de normas
de la Unesco que a juicio de la plataforma incumple la gestión del Obispado
sobre el monumento, aparece “la visión sesgada, unilateral, confesional y
discriminatoria de la Mezquita-Catedral por parte del Obispado“ que en su
opinión “se opone frontalmente al respeto de la diversidad de las culturas, la
tolerancia, el diálogo y la cooperación, en un clima de confianza y de
entendimiento mutuos“ que la Declaración Universal de la Unesco sobre la
Diversidad Cultural reconoce en su preámbulo.
Cabe señalar que el documento
enviado a la Unesco, que se acompaña de la entrega de las 368.507 firmas ciudadanas
y adhesiones de personas relevantes del mundo académico, de la cultura y del
pensamiento a nivel nacional e internacional, incide especialmente en denunciar
“la apropiación simbólica y la adulteración de la esencia islámico-andalusí de
la Mezquita-Catedral“ que, según entiende la plataforma ”vulnera la
Recomendación relativa a la Salvaguardia de los Conjuntos Históricos o
Tradicionales (de la Unesco)“. Esta disposición establece la protección del Patrimonio de la
Humanidad “contra toda clase de deterioros, en especial los resultantes de un
uso inapropiado, aditamentos parásitos y transformaciones abusivas (…) que
dañan su autenticidad (…)“.
Por otra parte, y como otro paso en el itinerario marcado
por la plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos en defensa del
monumento, el colectivo va a solicitar un encuentro con la presidenta de la
Junta de Andalucía, Susana Díaz, y su vicepresidente, Diego Valderas, “a
quienes llevará su preocupación“ por el monumento, como ya lo han hecho anteriormente con la
entrega de documentación y reuniones con el Defensor del Pueblo Andaluz, el
Parlamento autonómico y sus tres grupos políticos.