Podemos Andalucía acentúa su perfil andalucista y autónomo de la dirección estatal en la renovación de su programa político
Podemos Andalucía ha iniciado este fin de semana un proceso interno de renovación, tanto de políticas como de estrategias. La dirección de Teresa Rodríguez ha querido desgajar el debate de contenidos de la asamblea regional del próximo mes de marzo, donde se elegirá a la nueva ejecutiva del partido. La conferencia política que ha arrancado este sábado en Sevilla ha servido para actualizar todos los debates sectoriales del programa electoral de la formación morada, pero por encima de todos sobresale uno: la acentuación del perfil andalucista de Podemos Andalucía.
“Debemos reclamar el andalucismo como una forma de justicia social. Debemos poner sobre la mesa y exigir el derecho a debatir nuestros propios asuntos desde Andalucía”, ha anunciado Rodríguez en la apertura de la conferencia. En este momento, la gaditana no hacía referencia sólo al partido que ella dirige, sino a la coalición electoral Adelante Andalucía, que comparte con IU y otras dos agrupaciones andalucistas: Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista. Rodríguez comparte con estos dos grupos minoritarios la ambición de convertir la confluencia con IU en un partido autónomo integrado en el magma confederal de Unidas Podemos, pero sus socios comunistas discrepan.
El líder regional de IU, Toni Valero, cree que ese es un asunto que se enmarca en el pulso interno entre Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias, y trata de preservar la marca Adelante de ese rifirrafe. La gaditana quiere presentar su proyecto de un Podemos más autónomo de Madrid en la asamblea regional de marzo, aunque aún no ha confirmado que vaya a encabezar ella una tercera candidatura a la coordinadora regional. Ese marcado perfil andalucista ha sido aplaudido y jaleado este sábado por los representantes de Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista, que se han quejado de que el futuro Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos vaya a estar “condicionado por una agenda catalana, vasca, canaria, e incluso turolense, pero no andaluza”. “Andalucía no existe”, ha dicho Antuán Vargas, de Izquierda Andalucista. Ningún dirigente de IU ha asistido a la conferencia política de Podemos Andalucía, porque estaban en una reunión del órgano confederal de su partido.
El foro de debate que ha organizado el equipo de Teresa Rodríguez se ha dividido en dos bloques: este sábado se han abordado los debates sobre aportaciones programáticas -modelo productivo, modelo sanitario y educativo, políticas feministas, ecologistas, sobre migraciones, etc- y el próximo sábado, en un segundo cónclave en Mollina, en la comarca de Antequera (Málaga), se tratará la estrategia política de Podemos Andalucía, esto es, el papel que los morados quieren tener dentro de la coalición electoral Adelante Andalucía. Pero en el arranque del primer bloque ya se han filtrado las líneas del segundo debate, más complejo, con más aristas, y con otros actores implicados directa o indirectamente: la dirección de IU o la dirección estatal de Podemos, que no comparten la deriva regionalista de Rodríguez.
Ésta ha sido muy clara al plantear por enésima vez su proyecto de partido, siempre victorioso en las primarias andaluzas, siempre derrotado en los foros de Vistalegre (la corriente Anticapitalistas sigue siendo minoritaria en el conjunto de Unidas Podemos). “Seríamos una fuerza política pobre si todos opináramos lo mismo. Sería una dictadura si existiera la imposibilidad de opinar. Tiene que haber sí o sí discrepancias para sacar partido de ello”, ha subrayado Rodríguez, para luego lanzar una advertencia velada a Madrid: “Una opinión mayoritaria en un momento dado puede estar equivocada, por eso es importante que haya opiniones minoritarias. Para un día echar la vista atrás y poder reconocer que estábamos equivocados”.
La prostitución, un debate sin consenso
La conferencia política permitirá hablar del cuerpo ideológico de Podemos, de su modelo de gobierno y sus apuestas para los principales retos que afronta Andalucía. Así, el partido morado quedará predefinido dos meses antes de que el Consejo Ciudadano Andaluz someta a votación quién se pone al frente para los próximos tres años. En los últimos días, el partido violeta ha venido colgando en su página web los documentos que van a centrar los debates programáticos sectoriales, algunos han sido redactados por diputados y miembros de la dirección de Podemos, y otros son aportaciones de colectivos sociales invitados. Uno de esos documentos reabre un debate complejo sobre el que el partido morado no ha asumido aún una posición definitiva: la prostitución.
En el ámbito de la izquierda no existe consenso respecto a qué política adoptar respecto al problema de la prostitución. Aquí convergen distintas corrientes feministas enfrentadas, unas defienden el abolicionismo, porque consideran la prostitución una forma de explotación sexual de la mujer, y otras proponen regular el sector. Podemos Andalucía parece estar más próximo a este segundo planteamiento, que desarrolla el documento Demandas y reivindicaciones feministas sobre el trabajo sexual en España, elaborado por una serie de colectivos: Agrupación Feminista de Trabajadoras Sexuales; Asociación de Profesionales del Sexo; Colectivo Caye; Colectivo de Prostitutas de Sevilla; Secció Sindical Treballadores Sexuals, Putas Libertarias del Raval y Sindicato OTRAS.
“Reclamamos la despenalización completa del trabajo sexual, lo cual supone el acceso inmediato a los derechos fundamentales, y la derogación de todas las leyes y normativas que nos criminalizan”, dice el documento. Con esta tesis, Podemos Andalucía mantiene la discrepancia con su aliado en la confluencia, IU, que recoge en su programa la condena sin paliativos y la abolición de la prostitución. También discrepa del planteamiento del PSOE, nuevamente abolicionista.
Sin embargo, desde el partido morado advierten de que la conferencia política no va a resolver la ambigüedad sobre este asunto. “No va a salir una posición cerrada sobre el tema de la prostitución”, aclaran. Otro documento más genérico sobre políticas feministas, que se ha sometido a debate, aporta una posición menos determinante que el primero: “Abarcar de forma colectiva y con toda la calma y el respeto que merece el debate sobre prostitución y trabajo sexual. En base a una lógica de defensa de los derechos humanos y de escucha activa a las mujeres que se encuentran en esta situación”, dice el texto.
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