La presidenta del Parlamento andaluz lanza un alegato feminista para celebrar el 28F: “La violencia machista existe”
“Igualdad, libertad y autonomía”. Son los tres ejes sobre los que ha articulado su discurso la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, en el acto oficial del Día de Andalucía. Es el primer 28 de febrero (28F) que se celebra sin el PSOE en el Palacio de San Telmo, con un Gobierno de centro derechas -PP y Ciudadanos- y un grupo nuevo en el hemiciclo que combate la autonomía andaluza que hoy se celebra. Vox se ha estrenado en esta Cámara con un discurso negacionista contra la violencia machista y contra las leyes de igualdad que fueron aprobadas aquí con amplio consenso político.
En estos 12 diputados de la formación de Santiago Abascal se han centrado las miradas cuando Bosquet ha dedicado una buena parte de su discurso -una página y media- a hacer un alegato a favor del feminismo y en contra de la violencia de género. “El feminismo ha hecho avanzar la sociedad”, ha dicho la presidenta del Parlamento ante el silencio atronador del hemiciclo. “La violencia machista existe. Y tan contundente es este hecho como la convicción de que tenemos que estar todos unidos para superar esta lacra. Si no lo afrontamos juntos, hombres y mujeres, no podremos dejar atrás esta terrible realidad”, subraya.
Bosquet ha denunciado “la brecha salarial, los techos de cristal que impiden a las mujeres alcanzar puestos de responsabilidad y la imposibilidad de conciliar por la falta de corresponsabilidad en el hogar”. “Mientras siga habiendo discriminación hacia las mujeres, mientras se las relegue a una situación de inferioridad, será necesario levantar la voz, denunciar las injusticias y seguir reivindicando la igualdad desde la libertad”, ha añadido.
Sin embargo, la diputada de Cs ha añadido matices en un esfuerzo por integrar parte del discurso conservador en materia de igualdad, subrayando que “los hombres no son el enemigo”, que “el objetivo no es una lucha de géneros”, que “los hombres son necesarios” y que “quien entienda el feminismo como algo exclusivo de una ideología o de una opción política [en clara alusión a la izquierda], quien lo use para la confrontación y como arma en cuestiones que nada tienen que ver con la igualdad de la mujer, quien lo intente patrimonializar, apropiándose de la voz de las mujeres, estará poniendo barreras, y flaco favor le hace al feminismo y a las mujeres”, ha señalado. La bancada de PP y Ciudadanos ha aplaudido al final del discurso, el resto ha permanecido en silencio.
Este discurso se enmarca en un arranque de la undécima legislatura en el que la violencia de género y las políticas de igualdad se han convertido en un campo de batalla entre las fuerzas conservadoras y progresistas debido, en gran parte, a las primeras iniciativas de Vox en el Parlamento. La formación ultraderechista ha reclamado a la Cámara los nombres y apellidos de los funcionarios que evalúan los casos de mujeres maltratadas, convencido de que hay que “depurar” los informes “ideológicos”. La Mesa del Parlamento se los ha negado, argumentando que vulnera la Ley de Protección de Datos. Luego, Vox ha registrado su primera proposición no de ley para contraprogramar el 8M -Día Internacional de la Mujer- instando al Parlamento y al Gobierno andaluz a apoyar una manifestación dos días después contra “el feminismo rancio y supremacista”.
Estas iniciativas han rearmado la estrategia de oposición del PSOE y de la coalición Adelante Andalucía, sabedoras de que los votos de Vox son claves para la estabilidad del Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla. Los ultraderechistas apuntalaron su investidura y de ellos depende que se aprueben los Presupuestos Autonómicos. Bosquet también ha defendido la autonomía andaluza frente al discurso centralista de Abascal, pero también frente a los secesionistas catalanes -sin mencionarlos- que tratan de violentar la “unidad de España”. El discurso de la presidenta, el primero de una diputada no socialista, ha generado mucho murmullo en los pasillos de la Cámara. Sus señorías han abandonado el hemiciclo en el que se han quedado, en solitario, los diputados de Vox, con cara seria, tratando de articular un mensaje de respuesta a las palabras de Bosquet.
El portavoz del PSOE en el Parlamento, Mario Jiménez, ha tildado el contenido del discurso de “cínico” y “partidista”, ajeno al marco institucional, y “que no representa a la mayoría de la Cámara”. “Han usado el día de Andalucía para hacer campaña electoral a favor del tripartito de derechas sustentado en los radicales de extrema derecha”, avisa. “Escuchar a la derecha que gobierna con Vox hablar de feminismo es un ejercicio de inmenso cinismo”, dice Jiménez. El portavoz del PP, José Antonio Nieto, ha aplaudido el discurso “por su pluralidad”. “Es la primera vez que tenemos un Gobierno distinto del PSOE y el 28F sirve para evaluar ese cambio. Ahora hay más voluntad de diálogo con la oposición”, asegura. La diputada de Vox, Ana Mulas, ha sido más ambigua: Ha tildado el discurso de la presidenta de “equilibrado”, pero también “partidista”.
“En este 28F, aún no está garantizada las igualdad y la autonomía de determinadas personas”, ha dicho, para subrayar que estaba refiriéndose a las mujeres. La presidenta de la Cámara legislativa ha cerrado el discurso alertando sobe “el auge de populismo y supremacismos” que apunta “a una deriva autoritaria en algunos países del mundo”.