Esta crónica pretendía reflejar la llegada de turistas al aeropuerto de Sevilla en el primer día de libre circulación de pasajeros en España y en todo el espacio Schengen. Sin embargo, la inmensa mayoría de los viajeros que este domingo poblaban la terminal de llegadas eran familiares esperando a hijos, hijas, hermanas, hermanos y otros parientes procedentes de Londres, de Canarias, Baleares. Tan solo fue posible encontrar un pasajero procedente de la capital británica, cuyo motivo para aterrizar en Sevilla tenía algo que ver con el turismo, si bien seguía camino hasta Vejer (Cádiz) aprovechando que otro compatriota regresaba por trabajo.
Lo mismo ocurría en la terminal de salidas, donde las dos únicas colas para facturar equipaje abiertas al público correspondían a un vuelo a Londres y otros dos vuelos nacionales. El motivo del viaje de todas y cada una de las personas que este diario encontró esperando su turno no estaba relacionado con el turismo, sino con la vuelta a la actividad laboral o el reencuentro con familiares residentes en otras latitudes después de tres largos meses de cuarentena obligatoria.
El de Sevilla fue uno de los aeropuertos autorizados por el Gobierno central para operar vuelos internacionales el pasado mes de mayo con el estado de alarma aún vigente. En el mes de abril, tan sólo existían conexiones con Canarias, Barcelona y Bilbao para aquellos pasajeros que pudieran acreditar el motivo justificado de su viaje. Durante el pasado mes de abril, la media diaria de vuelos ha sido de 20 al día (incluye los despegues y los aterrizajes), cuando en 2019 la media era de 175 vuelos diarios de los que 153 eran vuelos comerciales. Este domingo, primer día sin restricciones para volar desde o hacia España, hubo quince vuelos -despegues y aterrizajes- incluidos Ámsterdam y Londres.
Está previsto que a lo largo de esta semana se vayan incrementando las rutas internacionales y regresen las conexiones con otras ciudades europeas. Desde el Ayuntamiento se traslada un mensaje optimista respecto de la vuelta de los turistas a la ciudad, y desde la Junta de Andalucía, su consejero de Turismo, Juan Marín, en una entrevista concedida a la Cadena Ser, aventuró una ocupación del 70% en verano en toda Andalucía, y cerrar el año con entre 17 y 18 millones de turistas, con un 7% más en 2021. En estas cifras tienen mayor peso, como es obvio, los destinos de sol y playa, por lo que Sevilla tendrá que esperar para comprobar si, en pleno verano, los turistas se deciden a volver.
En el aeropuerto se está retomando la actividad, si bien, tanto la terminal de salidas, como la de llegadas estaban ocupadas tan solo por los pocos pasajeros que se disponían a tomar un avión y los familiares que aguardaban a sus seres queridos. Ningún comercio de la zona exterior estaba abierto, y tan sólo una empresa de alquiler de vehículos tenía su mostrador en servicio.
La plantilla de la limpieza de San Pablo se está incorporando en esta semana tras un ERTE y, según explicó a este diario uno de estos trabajadores, en principio, son los mismos que antes del estado de alarma. “Lo que antes se hacía una vez ahora se hace tres o cuatro veces y es más desinfección que limpieza en general”, comentaba este operario. Su trabajo se centra básicamente en ir limpiando constantemente los botones de los ascensores, de las máquinas expendedoras o de los cajeros, las pantallas táctiles, las papeleras, los mostradores, bancos, ascensores o los pomos de puertas… todo aquello susceptible de ser tocado.
A partir de este lunes, vuelve haber personal de limpieza de forma continua desde las 5 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. Durante el estado de alarma, tan solo limpiaban cuando el aeropuerto abría sus puertas y al borde del cierre. Además, personal de Sanidad Exterior toma la temperatura a los pasajeros que abandona en aeropuerto por la terminal de llegadas. Dentro del avión, sin embargo, no había distancia de seguridad, según la queja de uno de ellos. Tampoco en el aeropuerto de origen se les tomó la temperatura antes de subir al avión.
Los españoles que vivían en Londres vuelven al trabajo
En las salidas, el único vuelo internacional de la tarde es a Londres a través de la compañía de bajo coste Ryanair y, lo primero que llama la atención, la cantidad de pasajeros en la cola para facturar y el gran tamaño del equipaje que portan, algo poco usual en este tipo de vuelos antes de la Covid-19. Ninguno de los pasajeros que integraban esta cola iba a la ciudad británica para hacer turismo. La mayoría viajaba por motivos laborales con el reinicio de la actividad, como dos tripulantes de Ryanair que después de tres meses de parón, regresaban a su base de operaciones en el país británico situada en Londres.
Cuando se les pregunta si sienten miedo al incorporarse a un puesto de trabajo donde el contacto con el público es tan estrecho, responden: “en absoluto”, y citan de carrerilla que el sistema de ventilación de los aviones ha sido modificado para renovar el aire cada tres minutos. “Miedo en absoluto”, insisten, aunque ponen el acento en la necesidad de que los pasajeros sean responsables y sigan las medidas de seguridad e higiene.
La mayoría de los consultados en esta cola de facturación tomaban un avión para reincorporarse a sus puestos de trabajo, también para buscar nuevas oportunidades, como el caso de un ciudadano ecuatoriano residente en Sevilla que despegó este domingo para probar suerte en Londres. Un señor de avanzada edad se desplazaba para visitar a su hija, y una familia de tres miembros, medio británica medio española, se vino a España a pasar el confinamiento en una casa en la naturaleza y ahora volvían “a la vida real, al trabajo, a Londres”. Al principio de la fila un pasajero volvía a Londres porque le pilló el estado de alarma en Sevilla, haciendo turismo, y eligió quedarse en la ciudad.
En la terminal de llegadas de San Pablo se estaba reproduciendo este domingo la misma escena que iba a tener lugar unas pocas horas después en la del aeropuerto de Londres al que llegarían más tarde todos estos pasajeros. Reencuentros familiares, abrazos y algo de incertidumbre a la hora de encontrar el ascensor, el cuarto de baño…
Los únicos casos de turistas eran la de un muchacho que acompañaba a un amigo a Vejer y aprovecharía una semana para hacer turismo. Preguntado si se sentía a salvo de contagiarse en España de la Covid-19 respondieron ambos que aquí se sienten más seguros que en Inglaterra.
Además de ciudadanos españoles que residen en Londres, en ese vuelo llegaron británicos que residen en España y regresan a su hogar tras la cuarentena, una familia inglesa que viene a un funeral, un hombre joven que por motivos de negocios viaja a Fuerteventura y se dispone a pasar la noche en el aeropuerto para enlazar con el vuelo que sale a primera hora de este lunes.