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La Junta aparca un innovador proyecto contra el cáncer para la sanidad pública andaluza mientras flirtea con uno privado

El consejero de Salud, el alcalde de Córdoba y el rector de la UCO, junto a representantes de la empresa Mevion el verano pasado

Javier Ramajo

18 de marzo de 2021 20:14 h

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La protonterapia es un tratamiento médico que emplea aceleradores de iones para atacar las células cancerígenas sin dañar tejidos circundantes. En Andalucía se viene trabajando desde hace años en el Proyecto ProSAS-CNA, concebido para ser puesto en marcha por la Junta y operado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), y que prevé la instalación de un acelerador de protones en el Centro Nacional de Aceleradores (CNA), situado en la Isla de la Cartuja, en Sevilla. Maribel Gallardo estudia este tipo de tratamiento contra el cáncer en el que, junto a su grupo de investigación y en colaboración con la Universidad de Sevilla, el Hospital Virgen Macarena y el propio CNA, lleva trabajando en sus ventajas al menos desde 2010. La Consejería de Salud tiene desde 2016 sobre la mesa el plan, que haría que Andalucía hubiera podido disponer del primer programa público de protonterapia en España. Pero los impulsores del Proyecto ProSAS-CNA se toparon “sorprendentemente” el pasado verano con el consejero Jesús Aguirre apoyando un centro de similares características que la empresa estadounidense Mevion Medical Systems prevé para Córdoba.

Durante este periodo, dos aceleradores de protonterapia asociados a clínicas privadas han sido instalados en Madrid. Asimismo, recientemente, dos proyectos de aceleradores públicos se han propuesto para desarrollarse en las comunidades de Cantabria y Cataluña. No sería la primera vez que a un gobierno compuesto por PP y Ciudadanos le 'adelanta' la sanidad privada: en diciembre de 2018, PP y Ciudadanos rechazaron una enmienda a los presupuestos de 2019 para la Comunidad Autónoma de Madrid para financiar con 21 millones de euros la creación de un centro de prontoterapia mientras un grupo sanitario privado, Quirónsalud, ultimaba las obras para ofrecer esa técnica en una instalación nueva en Pozuelo de Alarcón y que estaría “abierta” a pacientes “tanto de la sanidad pública como de la privada”.

“Al SAS también le sorprendió, porque lleva mucho tiempo estudiando la viabilidad del proyecto, su posible ubicación, etc. Pero el consejero sí debía saberlo, porque aparecía en la foto”, comenta Gallardo a elDiario.es Andalucía. La presentación a la que acudió Aguirre, así como los máximos representantes del Ayuntamiento de Córdoba (PP) y la Universidad de Córdoba, es de iniciativa privada, a través de la compañía Mevion, que prevé instalar en la capital cordobesa una Unidad de Protonterapia para tratamientos a pacientes oncológicos, tendiendo puentes de colaboración con la Junta de Andalucía, a través del SAS, y con la Universidad, según la información que trascendió en verano a través de la UCO y de la propia empresa.

Cinco años de conversaciones con la Junta

En septiembre 2014, el CNA, partiendo de una iniciativa de investigadores del SAS y de la Universidad de Sevilla, comenzó a trabajar en un proyecto para la instalación de un acelerador para protonterapia en la Isla de la Cartuja, financiado en parte por fondos FEDER. El proyecto se puso en conocimiento del vicerrector y el recto de la Universidad de Sevilla, que manifiestaron su apoyo. En 2015 se estableció un comité asesor y un comité ejecutivo que elaboró el proyecto ProSAS-CNA. En marzo de 2016, el proyecto, junto con otras dos iniciativas de aceleradores para usos clínicos, se presentó en una reunión convocada por el Secretario General de la Consejería de Salud. En junio de 2016, se presentó en una reunión en Antequera de los especialistas en radioterapia de Andalucía del SAS. En noviembre de aquel año se produjo una reunión en Madrid del director del CNA, un representante de la Consejería y representantes de los ministerios de Hacienda y Economía para poder encajar el proyecto dentro de la financiación FEDER. También aquel noviembre, la junta rectora del CNA, con representación de la Universidad de Sevilla, la Consejería de Economía de la Junta de Andalucía y el CSIC, autorizó al director del CNA a incluir el proyecto en el plan estratégico del centro.

Posteriormente, en mayo de 2018, el CNA envió su plan estratégico a la Subdirección General de Grandes infraestructuras del Ministerio de Ciencia, incluyendo el proyecto ProSAS-CNA. El Comité Asesor de instalaciones singulares reconoció el interés científico y sanitario del proyecto, aunque apreciando que el volumen de financiación requerido excedía al disponible en la convocatoria. En abril 2019, tras las elecciones en Andalucía, el proyecto se presentó ante la Consejería de Salud, solicitando su secretario general un informe económico detallado del proyecto. En julio de 2019, con la financiación de la Universidad de Sevilla, se elaboró dicho informe y se trasladó, por parte del vicerrector de la Universidad de Sevilla, al secretario general de la Consejería de Salud y Familias.

Según comenta a este medio Joaquín Gómez Camacho, del Centro Nacional de Aceleradores, “el Proyecto ProSAS-CNA es un proyecto maduro, viable, avalado tanto por la comunidad científica como por la comunidad clínica. Además, es un proyecto financiable en una proporción apreciable por fondos FEDER. Andalucía, por su población, por su experiencia clínica en uso de radioterapia, por sus capacidades científicas asociadas a uso de aceleradores, y por su calificación como receptora de fondos FEDER, es un lugar idóneo para plantear una instalación de protonterapia asociada al sistema público de salud y abierta a la investigación. Es necesario, no obstante, una iniciativa política por parte de la Junta de Andalucía para llevar el proyecto a cabo”.

Desde el Servicio Andaluz de Salud informan a este periódico de que “no hay novedades respecto a este proyecto” de ProSAS-CNA. Según detalla Maribel Gallardo, el informe económico del proyecto público recogía que el 80% de su financiación procedería de fondos Feder “si la Junta lo apoyaba”, explica la investigadora. Desde el segundo encuentro de 2019 “no sabemos nada”. “El verano pasado nos enteramos por la prensa del proyecto de Mevion en Córdoba, apoyado parece por el Ayuntamiento y la Junta”, añade, señalando que a ella y a su grupo de investigación le pareció aquello “muy raro” porque “era exactamente el mismo tipo de centro público que planteamos nosotros para Sevilla pero de carácter privado y en Córdoba”.

El proyecto privado

Y, ¿en qué punto está el proyecto de Mevion en Córdoba? El parque científico Rabanales 21, actualmente en concurso de acreedores, sería el lugar que albergaría un centro que supondría una inversión de 46 millones de euros y la generaración de “decenas de empleos”, según se anunció en su momento. “Ese proyecto lo está gestionando directamente la Junta de Andalucía con la empresa americana”, apuntan fuentes de Rabanales 21, desde donde también se comenta que el Ayuntamiento de Córdoba estaría al tanto de dichas conversaciones. “Nosotros pasamos la oferta de dónde podría ir ubicado pero no han vuelto a contactar”, comentan desde el parque científico.

Desde el Ayuntamiento de Córdoba se apunta a este medio que no tiene “absolutamente nada que ver con el proyecto” más allá de la “satisfacción de atraer a la ciudad una inversión como esa”, indicando que las “conversaciones” para llevarlo a cabo se dan “entre la Junta, la empresa y el grupo de inversión”.

El SAS comenta a este medio en líneas generales que “en el caso de que algún centro ofertara esta terapia en la comunidad andaluza, el SAS estudiaría la posibilidad de derivar pacientes al mismo, siempre que se cumplan las condiciones necesarias, con el objetivo de facilitar a los usuarios este tratamiento dentro de la comunidad y más próximo a su domicilio”, añaden las fuentes. “Se vería la posibilidad de un concierto, pero todo muy hipotético”, comentan en general. Respecto al proyecto concreto de Mevion en Córdoba inciden en lo mismo, en que, llegado el momento, ya se estudiaría la posibilidad de derivar pacientes desde el servicio público de salud, reduciendo los contactos entre la compañía y la Junta a aquella “iniciativa empresarial” a la que acudió el consejero en verano. “La protonterapia está garantizada para los andaluces que lo necesiten y cumplan con los criterios clínicos necesarios. La derivación se realiza previa autorización del Comité de Protonterapia, formado por expertos en la materia que evalúan los beneficios del tratamiento en cada caso”, detallan las fuentes del SAS, que concretan que hasta el momento no existe centro alguno de protonterapia en Andalucía.

La aparición de los inversores

Fuentes de la empresa Mevion aseguran a este periódico que existe un “interés que viene de lejos” en cuanto a los “esfuerzos por parte de la Junta de Andalucía”, también de “gobiernos anteriores”, en “sacar adelante algún proyecto que llevara la protonterapia a los pacientes del sistema público de salud de Andalucía”. En ese sentido recuerdan “distintas iniciativas” que no han llegado a buen puerto, principalmente por el “muro” de la “falta de fondos adecuados para invertir en un proyecto de este tipo” porque, según explican las fuentes, “son proyectos más costosos que la radioterapia convencional”.

Desde hace unos pocos años, según Mevion, la Junta “no es ajena” a la mayor viabilidad de proyectos de aceleradores de protones, más compactos y más baratos que antes, mientras proyectos como el ProSAS-CNA “se topaban con la terrible dificultad de la financiación” o en los que “no se puso el interés suficiente”. La empresa, segun asegura, alertó a la administración andaluza de la posibilidad de que ya no era necesario hacer una inversión tan grande ni tampoco buscar una nueva ubicación sino integrar el sistema en cualquier gran hospital andaluz que sumara innovación a los 13 centros de oncología radioterápica existentes actualmente.

“La Consejería se interesó por el discurso”, y de forma paralela, apareció “un grupo de inversores interesados en colaborar con la Junta para darle una respuesta a su interés en tener una instalación de protones para pacientes andaluces”, asegura la empresa, que añade que la mayor parte de “las conversaciones” se producen entre los inversores y la Junta. Se trata de “una convergencia aparente de intereses”, de “un proyecto de colaboración público-privada” que tendrá que modularse por parte de la Junta. “Las conversaciones entre ellos van bien”, dice Mevion, que se encuentra “a la espera”.

En cuanto a posibles plazos una vez se concrete un posible acuerdo, que la empresa apunta “quizás este año”, estaríamos hablando de un año y medio o dos años a partir de ese momento para poner la instalación en marcha. Respecto a la elección de Córdoba y no otra capital andaluza para albergar el centro, se habría tenido en cuenta, según la empresa, su ubicación “central” favorable respecto al resto de Andalucía, para asistir a tratamientos que puedan durar semanas, entre otras consideraciones, o el apoyo “claramente manifestado” por la Universidad de Córdoba.

“En el ámbito de la sanidad pública”

Por su parte, el libro blanco del proyecto público ProSAS-CNA, actualizado a noviembre de 2020, dice que la iniciativa surgió de “un grupo de profesionales motivados y animados por el beneficio que conllevaría disponer de una instalación de este tipo en el ámbito de la sanidad pública y con la perspectiva de dar servicio no sólo a pacientes de la comunidad andaluza sino también de otras regiones del país e, incluso, de países vecinos”. El grupo de trabajo que elaboró este libro blanco que desmenuza el proyecto ProSAS-CNA contó entre sus miembros con radioterapeutas, oncólogos, radiofísicos y físicos con variadas, y dilatadas, formación y experiencia“.

La investigadora Maribel Gallardo comenta que la protonterapia es un tipo de tratamiento muy necesario para quien realmente lo necesita, al enfocarse más directamente en el tumor y que provoca una menor radiación en el tejido sano que se encuentre en las proximidades, lo que sirve principalmente para proteger aquellos órganos que deben evitar radiaciones. Es “muy efectivo en cánceres infantiles”, según explica Gallardo. En la balanza precio/beneficio, “para los niños no hay duda, porque es una técnica mejor”. La tecnología se basa en una máquina, un ciclotrón, que acelera los núcleos de los átomos de forma circular con campos magnéticos y eléctricos. Cuando adquieen la energía suficiente se extraen y se proyectan sobre el paciente.

En el ámbito sanitario, el CNA ya cuenta con autorizaciones de la Agencia del Medicamento del Ministerio de Sanidad como Laboratorio Farmacéutico para la producción de radiofármacos, y de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía como Unidad Asistencial de Medicina Nuclear y Unidad de Radiofarmacia Hospitalaria. Para las nuevas actividades sería necesario solicitar la autorización preceptiva a la Consejería de Salud como Unidad Asistencial de Radioterapia. El uso para protonterapia del nuevo acelerador de protones sería realizado por un equipo de especialistas del SAS, según el proyecto.

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