El próximo destino político de Susana Díaz es el Senado
Susana Díaz continuará su carrera política en el Senado. La actual secretaría general del PSOE-A ha aceptado la oferta de Juan Espadas para que sea designada senadora por Andalucía, según confirman las fuentes consultadas. Así, el nuevo líder de los socialistas andaluces ya tiene, de forma consensuada, “la mejor fórmula” para la transición de poder en la mayor federación socialista. Se certifica la “salida digna” de la expresidenta de la Junta de Andalucía tras su derrota en el proceso de primarias el pasado 13 de junio.
“Se ha activado el proceso de renovación de los senadores de la comunidad autónoma”, han explicado fuentes socialistas, que también han asegurado que Díaz sustituirá al senador gaditano Fernando López Gil. Los pasos para certificar el fin de la etapa de Díaz al frente del PSOE-A, posición que ocupa desde que en 2013 accediese a la secretaría general, pasan por la renuncia del propio López Gil.
La intención de Espadas es llevar esta propuesta a última sesión plenaria en el Parlamento de Andalucía, prevista para los días 21 y 22 de julio, para que la Cámara regional acepte dicha dimisión y que Díaz pueda ser elegida senadora. Las formalidades para este proceso son “más simples” ya que la sevillana cuenta con el acta de diputada. Posteriormente puede tomar posesión a través de un acta notarial y sin esperar que se resuma la actividad del Senado después del verano, según las fuentes consultadas.
A falta de la oficialidad, el nombramiento de Díaz en la Cámara Alta, adelantado por el periódico El País, forma parte de un plan de renovación de los tres senadores por designación autonómica. A la salida de López Gil le seguirán las de la malagueña Marisa Bustinduy y la del sevillano y exportavoz del Ejecutivo de la propia Díaz, Miguel Ángel Vázquez.
La hoja de ruta de Juan Espadas comienza a concretarse. Tras la reestructuración del grupo parlamentario socialista y la llegada de Díaz al Senado, solo le queda por delante hacer de derecho su condición de secretario general del PSOE-A. Se prevé que sea proclamado por aclamación el 23 de julio siempre que no se presente ninguna otra candidatura. El traspaso de poder está más cerca de completarse.
Currículum socialista
Susana Díaz, que ha estado este mismo jueves en el Parlamento de Andalucía, todavía conserva su acta de diputada. Aunque no por mucho tiempo. Su posición como senadora, más que previsto y casi el único destino político posible, ya se le había ofrecido después de perder el Gobierno andaluz tras las elecciones autonómicas de 2018.
El PSOE-A ha sido su familia y donde ha forjado su vida profesional en distintos puestos orgánicos. Es “más socialista que el escudo”. Nunca ha trabajado en la empresa privada. Su vocación política se inició a los 17 años cuando entró en las Juventudes Socialistas de Andalucía, donde llegó a desempeñar el cargo de secretaria de Organización. Desde entonces ha ocupado distintos cargos orgánicos en el PSOE-A e institucionales en el Ayuntamiento de Sevilla, el Parlamento de Andalucía, el Congreso de los Diputados, el Senado y el Gobierno andaluz.
Acaba el tiempo de Susana Díaz frente al PSOE-A, posición que ha ocupado desde 2013. Ese mismo año, después de haber sido secretaría de Organización del PSOE-A y consejera de Presidencia e Igualdad, entre otros cargos, accedió a la Presidencia de la Junta de Andalucía en sustitución de José Antonio Griñán. Poco después fue elegida secretaría general de los socialistas andaluces, puesto que revalidó en 2017 y que ocupará hasta que se haga efectiva el nombramiento de Espadas. El 2 de diciembre de 2018, pese a ser la fuerza más votada, el PSOE-A perdió el Gobierno de Andalucía por primera vez desde el inicio de la autonomía. 37 años. Pero se va sin perder unas elecciones.
Por el camino queda su escalada meteórica en la escena política que la llevó a planear su salto a la secretaría general del PSOE y a soñar con ser la primera presidenta del Gobierno de España. Perdió frente a Pedro Sánchez en 2017 con el que ha mantenido tiranteces desde entonces. Andalucía era su bastión, su red de seguridad, pero la militancia demandó un cambio de poder el pasado 13 de junio.
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