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Así vimos Territorios

“¡Fiesta, fiesta, fiesta, sólo queremos fiesta, fiesta, fiesta y no queremos siesta, siesta, siesta!”, gritaba O'Funkillo con los cuernos levantados. Eso fue lo que el público pedía y lo que todo el mundo esperaba. El Monasterio de La Cartuja de Sevilla se convirtió en la noche del sábado en una auténtica liturgia llamada Territorios, en la que bandas como Los Aslándticos, Corizonas, Fuel Fandango, Mala Juntera, 2Manydjs o Ska Cubano se encargaron de oficiarla y en la que comulgaron más de 17.000 personas.

Mareas de gente en cada escenario o en cada barra no eran un impedimento para el disfrute de Territorios. Estuvieras en cualquier parte del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo el sonido de los conciertos era limpio, aunque en ocasiones resultaba raro e incomodo encontrarse entre la frontera de dos artistas actuando. Esa ha sido la pequeña fisura de Territorios, ver al fondo en el escenario a Fuel Fandango y de repente escuchar a Alaska.

Corizonas, con su habitual aire vaquero, versionaron temas como Wish you were here de Pink Floid, “la canción más perfecta del mundo si tuviera un toque country”, dijeron sobre el escenario. Y lo hicieron, tocaron la nota de color polvo, madera y desierto en el Territorios más frío que se recuerda. La bandas, o las dos bandas (Corizonas nace de la fusión de Arrizona Baby con Corizonas) no pudieron bajarse del escenario sin tener unas palabras para los organizadores. “Gracias a la gente que organiza festivales, esto nos hace más fuertes”.

Y la fusión llegó al fin de semana festivalero sevillano de la mano de O'Funkillo y, más tarde, de Fuel Fandango. O'Funkillo llenaron el tercer escenario, escondido en uno de los jardines interiores del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. La calidez no sólo estaba bajo los focos sino que fluía gracias al buen rollo que se creaba entre el público y los artistas. Así fue como presentó Fuel Fandango su nuevo trabajo, 13 Lunas. Aunque la formación ha dejado de lado el toque coplero que fusionaba con el sonido electrónico y el look de Nita ha pasado a ser elegante, olvidando los adornos florales, no han perdido una pizca del espléndido directo que siempre ofrecen.

En el escenario de al lado, Fangoria revolucionó a un público fiel que coreaba las canciones con las que hemos crecido. Dramas y comedias, Absolutamente, Bailando… El repertorio casi completo de temazos de hoy y de siempre de la banda bandera de la movida madrileña se desempolvó gracias al público, que consiguió mantener en pie el espectáculo porque cantaba más que la propia Alaska.

2manydjs empezó su sesión en el escenario grande “por lo bajini”. Sin embargo, para el momento en el que sonaban los últimos acordes, el público gritaba y silbaba con las manos en el aire. Un respetable dividido entre el son de Ska Cubano y los samples de los 2many. La big band puso la nota de color y animó la noche con temas como Guantanamera que arrancaron a bailar a todo el mundo a golpe de trombón y trompeta a pesar de unos ligeros problemas de sonido.

El tiempo, aunque frío, respetó la cita festivalera sevillana. El lleno absoluto de Territorios se libró de la lluvia, y de los grandes incidentes que han tenido lugar en otros festivales recientemente. Nosotros guardamos por ahora nuestras sneakers festivaleras hasta la próxima ocasión. ¡Salud, festivaleros!

“¡Fiesta, fiesta, fiesta, sólo queremos fiesta, fiesta, fiesta y no queremos siesta, siesta, siesta!”, gritaba O'Funkillo con los cuernos levantados. Eso fue lo que el público pedía y lo que todo el mundo esperaba. El Monasterio de La Cartuja de Sevilla se convirtió en la noche del sábado en una auténtica liturgia llamada Territorios, en la que bandas como Los Aslándticos, Corizonas, Fuel Fandango, Mala Juntera, 2Manydjs o Ska Cubano se encargaron de oficiarla y en la que comulgaron más de 17.000 personas.

Mareas de gente en cada escenario o en cada barra no eran un impedimento para el disfrute de Territorios. Estuvieras en cualquier parte del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo el sonido de los conciertos era limpio, aunque en ocasiones resultaba raro e incomodo encontrarse entre la frontera de dos artistas actuando. Esa ha sido la pequeña fisura de Territorios, ver al fondo en el escenario a Fuel Fandango y de repente escuchar a Alaska.