El impuesto de sucesiones y donaciones se ha reactivado como elemento de presión contra el PSOE-A: por parte de sus socios del pacto de investidura, C's, que exige que se rebaje ya este ejercicio, y por parte del principal grupo de la oposición, el PP-A, que ha iniciado una campaña de recogida de firmas, los dos con el argumento de que en Andalucía se paga demasiado por este tributo, lo que lleva a que miles de ciudadanos renuncien a sus herencias o que se empadronen en otras comunidades autónomas.
Pero, independientemente de que haya motivos para corregir el impuesto, esas dos razones no se sostienen con los últimos datos a los que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia: las renuncias a herencias continúan disparadas desde el inicio de la crisis. Si en 2007 representaban apenas un 1,8% del total de testamentos (fueron 11.048 de 589.544 actos), en 2015 han sido el triple. En concreto, hasta el pasado 31 de diciembre de 2015 se registraron en toda España 37.390 renuncias, lo que supuso un 8,9% más que en 2014 (34.344), según datos aportados por el Consejo General del Notariado, en un ritmo que no ha dejado de crecer los últimos ocho años y que afecta por igual a comunidades autónomas que tienen un impuesto de sucesiones y donaciones prácticamente inexistente y a las que cobran más por estos actos.
La única autonomía en la que descendió este porcentaje fue La Rioja, una de las consideradas baratas, porque lo bonifica el 99% de los casos. Como también hacen Cantabria y Madrid, donde sin embargo se incrementó la cifra de renuncias por encima de la media, un 13,5% y un 9,9%, respectivamente, e incluso en Castilla la Mancha (12,3%), donde las bonificaciones llegan al 95%. Igualmente, se situaron por encima de la media Murcia (25,2%), Cataluña (16,8%), Aragón (14,8%), Andalucía (13,5%), Extremadura (11,9%) y País Vasco (11,7%), que están entre las que, por el contrario, penalizan más este impuesto.
Salvador Torres, el decano del Colegio de Notarios de Andalucía y vicepresidente del Consejo General del Notariado, explica que el incremento ha sido progresivo desde que empezó la crisis, pero supone que a medida que se vaya dejando atrás “irá decreciendo”. En este sentido, expone que las renuncias se basan en que “se heredan los bienes pero también las deudas, tanto personales, como las de empresas”. De hecho, apunta que las pymes son las más perjudicadas porque los empresarios avalan con su patrimonio. “Como los que mueren ahora sigue siendo gente que tenía cargas de la crisis, se mantienen las mismas, pero se supone que en el futuro los que fallezcan estarán menos endeudados y se corregirá la tendencia”, agrega.
“La mayor parte de los supuestos son de gente que tenía empresas porque es la que arrastra más endeudamiento”, insiste. Matiza por ello que el impuesto de sucesiones y donaciones, que varía en las comunidades autónomas, no es la principal causa para que los herederos desistan. De todas maneras, sí considera necesario que se module este tributo para que se corrijan los errores de salto que hacen a partir de determinada cantidad se pague igual para todas las herencias y “sólo se acepta dinero u obras de arte y no todo el mundo las recibe”.
Debate candente en Andalucía
Se trata de una reflexión y de unos datos que habrá que tener presentes en el debate abierto en Andalucía para cambiar el impuesto de sucesiones y donaciones en una comunidad autónoma donde están exentas las herencias hasta 175.000 euros pero donde a partir de 175.001 se pagan más de 20.000 por el bien. En este sentido, este jueves se reúne el grupo de trabajo creado por el PSOE-A y C's para afrontar cambios en el tributo.
C's es partidario de dejar exentas las herencias hasta las 350.000 euros, el doble que ahora, mientras que el PSOE-A se centra en trabajar para eliminar ese error de salto y que haya una nivelación entre lo que se hereda y lo que hay que tributar. Son casi 350 millones de euros los que se ingresa por este tributo cada ejercicio en Andalucía, por lo que habrá que ver cómo se compensa cualquier cambio, en un contexto en el que C's insiste en que debe empezar a reducirse este ejercicio y no en 2017 con los nuevos presupuestos autonómicos. “Es irrenunciable”, ha dicho su portavoz parlamentario, Juan Marín.
Por su parte, el PP-A, que ha llevado al pleno del Parlamento de Andalucía propuestas para su reducción hasta prácticamente eliminarlo, continúa con su campaña de recogida de firmas, habiendo recurrido incluso a charge.org. “En tres días hemos recogido más de 30.000”, ha dicho este martes la portavoz parlamentaria del PP-A, Carmen Crespo. “El PP-A está realizando una campaña muy ambiciosa que pretende que los ciudadanos, después de haber presentado la iniciativa varias veces, se pronuncien”, ha expuesto. En su opinión, el PSOE-A “está nervioso porque la campaña está siendo un éxito total”. Tras criticar, “por parciales”, las cifras dadas por el Gobierno de Andalucía, de que sólo pagan los ricos y una mínima parte de los herederos con el régimen vigente, ha dicho que “el PSOE-A y C’s se lo quieren ventilar con un grupo de trabajo”.
Mientras, el vicepresidente del Gobierno de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, ha calificado de “previsibles” a los populares porque entiende que cada vez que se anuncia una medida, responden con una campaña. “Lo que tenía que haber hecho es recoger las firmas para pedirle al Gobierno de España la reforma de ese impuesto a nivel nacional con la correspondiente compensación a las comunidades autónomas por su pérdida”, ha asegurado. Ha insistido en que el PP-A “está desviando la atención” y no se está “tomando en serio este debate”. Y ha reiterado las cifras dadas en los últimos días: de los 265.553 andaluces que liquidaron en 2015, “sólo 19.487 (7%) tuvieron que tributar” por ello.