La visita de Barack Obama a España va a ser aprovechada en Rota y en Morón, donde están ubicadas de sus Bases militares (Naval y Aérea), para mostrar las dos caras de la misma moneda. Por un lado, el agradecimiento oficial que llevará la firma de las instituciones y de los curiosos; y por otro, la reivindicación y las quejas de los trabajadores, que denuncian que las condiciones en las bases se han ido empobreciendo en los últimos años.
El lado amable aparece, por ejemplo, con el alcalde de la localidad gaditana, Javier Ruiz Arana (PSOE), que habla de “seguir ofreciendo la hospitalidad de Rota a los norteamericanos” y de “una relación no sólo de convivencia, sino también de intercambio económico y oportunidades de trabajo”. Esta imagen nada tiene que ver con la que describen los sindicatos. Según otros, esa prosperidad en forma de alquileres y del dinero que se dejaban los americanos en Rota ya no es como antes.
Tono Díez, secretario de la sección sindical de UGT en Rota, asegura que “la situación es pésima. Los americanos están dejando de ser una empresa motor indiscutible para aprovecharse de de las políticas laborales del Gobierno. Ahora mismo el trabajo que dan son 20 horas semanales con jornada irregular, partida, trabajando los fines de semanas y por 550 euros al mes. Eso te deja sin opción de buscar otra trabajo porque no es compatible con esos horarios. Por supuesto, te piden un inglés perfecto y estamos hablando de puestos como el de reponedor”.
Y las cosas no son mejores en Morón, más bien al contrario. De hecho, el presidente del comité de empresa, José Armando Rodríguez Ardila, exige la equiparación de los trabajadores de la Base de Morón con los trabajadores de Rota. “El compromiso de los grupos políticos que durante esta semana se han reunido con los representantes de UGT ha sido el de cambiar el tratado bilateral que permite que desde Estados Unidos pueda despedir a trabajadores españoles de la Base”.
De 1.300 a 900 trabajadores
En Rota, el número de trabajadores ha pasado de 1.300 a 900 desde la llegada del escudo antimisiles de la OTAN y en Morón los trabajadores han sufrido tres EREs desde 2010. Fernando Martínez, bombero de la Base sevillana, denuncia que “los puestos de trabajo no se suplen ni cuando hay fallecimientos, bajas o jubilaciones. Siguen con personal estadounidense y hay un claro deterioro de la calidad del trabajo. Aquí va a pasar como en 'Bienvenido Mister Marshall', la película de Berlanga de hace 63 años. Todos le pedían cosas y los americanos sólo dejaban una polvareda. 63 años después, seguimos igual. Aquí se tienen que plantar tanto el Gobierno central como Susana Díaz porque esto no pasaría en Cataluña o en otra comunidad. Las Bases están ocupando suelo andaluz y debe haber una compensación en puestos de trabajo”.
En Rota hay una gran expectación porque es la primera vez que un presidente de USA visita la Base Naval de Rota, pero la tensión con los trabajadores se vive desde hace tiempo. “Hace unos años tuvimos movilizaciones muy fuertes. Cortamos los accesos a los americanos durante más de seis meses, día tras día, a las seis de la mañana. Pero fue una lucha sorda porque los medios de comunicación no se hacían eco. Y hay que recordar que el consumo que hacen los americanos en el pueblo es mínimo. Es verdad que alquilan viviendas, pero sólo quieren chalets en zonas residenciales y con habitaciones muy grandes. El clásico piso pequeño de un vecino de Rota sólo lo quieren los soldados rasos”, explica Tono Díez.