Ruta de una madre donante de leche entre Cádiz y Sevilla: 15 litros en una nevera
Jana tuvo a su segundo hijo en la madrugada del pasado 30 de mayo, cinco semanas antes de lo previsto, en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz. El bebé prematuro fue ingresado en la UCI, donde pasó una semana. Los médicos le dijeron a Jana que, pese a haber nacido antes de tiempo, su bebé estaba sano y que tardaría cuatro o cinco días en comer, pero dos días antes de lo previsto pudieron comenzar a alimentar al niño con leche de fórmula (sustituto artificial). A ella no le había subido la leche; entonces preguntó si había leche materna en el hospital pero la respuesta fue negativa. Al poco tiempo, por fin, Jana pudo dar de mamar a su bebé mientras seguía ingresado en el hospital, a donde llevaba toda la leche que se extraía.
“Hasta que el hospital me dijo que no llevara más leche porque tenían ya de sobra y entonces empecé a buscar por Internet y encontré el Banco de Leche del Virgen del Rocío”, relata esta mujer de 32 años, residente en la localidad gaditana de San Fernando. Desde entonces se ha desplazado en tres ocasiones desde su ciudad hasta el centro hospitalario de Sevilla, a la unidad de neonatos, donde hay un banco de leche materna que ahora cumple cuatro años. La primera vez llevó 7 litros de leche en una nevera; la segunda vez, 3 litros; y la última ha llevado 5 litros. Ahora su hijo, con dos meses, consume cada vez más leche por lo que le sobra menos.
En estos cuatro años, el banco de leche ha contado con 586 madres donantes de los que se han beneficiado casi 1.150 receptores, en su mayoría bebés prematuros. En total, se han pasteurizado cerca de 3.000 litros de leche, que se conservan a -80 grados en la zona de procesamiento de leche. En esta unidad trabaja una enfermera responsable, una médico y una auxiliar que se encargan de preparar la leche e informar a las madres. El del Virgen del Rocío es el segundo banco de leche de Andalucía.
El primero nació hace diez años en Granada, y abastece además a los hospitales de referencia de las provincias de Málaga, Almería y Jaén. Desde 2010 hasta 2019 ha recibido 6.348 litros de leche donada de la que se beneficiaron 2.788 bebés, según los datos recogidos en la web del centro. En Córdoba, se creó la unidad en el Hospital Materno Infantil del Reina Sofía en mayo del pasado año. En sus primeros doce meses de funcionamiento recibió más de 128 litros de leche de 65 madres donantes y atendió las necesidades de 44 bebés, la mayoría prematuros. Cádiz es la única provincia desasistida en este sentido ya que no cuenta con banco ni pertenece a ningún centro de referencia.
La pandemia ha rebajado las reservas al 30%
Antes del confinamiento por la pandemia, contaban con unas reservas suficientes para hacer frente a las necesidades de las unidades de neonatología del Hospital Virgen Macarena, del Hospital de Valme, del Quirón Sagrado Corazón, en Sevilla, y del Hospital de Huelva, con los que tienen un convenio en este sentido. Pero las restricciones a la movilidad que hemos padecido en los últimos meses como consecuencia de la COVID-19, han rebajado las existencias al 30% de lo que tenían antes del 15 de marzo.
Anabel Garrido, doctora de la Unidad de Neonatos del Virgen del Rocío, explica que han hecho un llamamiento a todos estos hospitales, así como a otros grupos de apoyo para que difundan la necesidad de leche materna para los bebés que lo necesiten. “Tenemos poco tiempo, hemos tenido pocas ocasiones en las que hayamos necesitado donantes y ahora las necesitamos”, insiste esta esta doctora.
Nacer antes de tiempo
Los trillizos de Bárbara y Germán cumplen con el perfil del receptor del banco de leche. Los pequeños nacieron en el Virgen del Rocío a finales de enero, de forma inesperada, a las 25 semanas de gestación. Cada uno de ellos pesó 800 gramos. Ella, natural de Bélgica, recuerda la experiencia como algo traumático al no poder estar con sus bebés. Al principio no podían ingerir alimento al no tener un sistema digestivo maduro, pero cuando pudieron hacerlo, la leche de su madre no era suficiente y comenzaron a recibir las donaciones del banco hasta que alcanzaron los 1.500 gramos de peso. Ahora, uno de sus hijos sigue en el hospital a causa de una intervención quirúrgica y no puede tomar leche de fórmula, por lo que sigue recibiendo leche materna del banco.
“Me parece que contar con un banco de leche es fundamental, sobre todo en las unidades de prematuros y bebés con problemas, porque salva muchas vidas”, comenta Germán a este periódico. La madre de los niños destaca de esta experiencia su agradecimiento a las otras madres donantes, “porque gracias a ellas mis tres hijos han tenido la oportunidad de tomar leche materna, es increíble”.
Jana, la madre de San Fernando, cumple con el perfil típico de donante, si bien, su mérito es mayor al recorrer los más de 120 kilómetros que separan su ciudad de Sevilla, a donde lleva la leche que le sobra. La mitad de las madres donantes suelen ser mujeres que han pasado por las unidades de prematuros cuyos hijos han sido receptores de leche donada. “Ellas se sienten con la necesidad de devolver eso”, explica la doctora Garrido y lo corrobora la propia Jana, que destaca la cantidad de vidas que se pueden salvar gracias a la donación de leche materna. “A ver si conseguimos hacer algo con esto porque aquí en la provincia de Cádiz, con la cantidad de niños que nacen, no hay banco de leche y es lo mejor para los niños prematuros”, comenta. Con madres como ella se cierra el círculo de la generosidad.
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