La orden del Gobierno andaluz de concertar la atención primaria con la sanidad privada ya es una realidad. Tras su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), la Consejería de Salud tiene carta blanca para financiar a entidades particulares que atiendan a los ciudadanos si la medicina pública no puede soportar la presión asistencial. Siete meses después del inicio de su tramitación, y después de que la oposición la cuestionara en bloque la semana pasada en el Parlamento, la norma ha sido rechazada por unanimidad por la mesa sectorial sanitaria, interlocutores en esta materia, precisamente porque, según los sindicatos, el Ejecutivo regional no ha negociado con ellos.
Para CCOO, UGT, CSIF, SATSE y Sindicato Médico, la decisión de Salud de aprobar esta orden, en la que se incluye por primera vez en la historia la concertación de servicios privados en la atención primaria, es un paso más hacia la “privatización” de la sanidad pública porque “pone precio de forma oficial al trabajo de los médicos de familia”. Para mostrar su descontento, han convocado una protesta para el próximo 16 de marzo ante la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS), según confirmó Germán Girela, presidente del CSIF, en 7TV. No en vano, desde la mesa sectorial entienden que el mensaje que manda el Gobierno andaluz es “claro”: “O aceptas la precariedad de tu trabajo o lo privatizo”.
“A destajo”
Siguiendo esa lógica, Salud, según los sindicatos, propone “trabajar doce horas seguidas viendo 60 o 70 enfermos o se les advierte, porque así lo pone el BOJA, que se les puede poner un compañero de la sanidad privada en la misma consulta para que trabajen a destajo”. Además, la norma se ha llevado a término sin que la mesa sectorial haya podido opinar al respecto. Desde el SAS matizan que este tipo de normas no han de pasar por ese foro, pero sostienen que no se ha ocultado nada porque ha pasado por el trámite de exposición pública, tal y como lo demuestran las alegaciones presentadas por CCOO y Facua. Para Antonio Macías, portavoz de UGT, es “absolutamente falso que a los sindicatos se les haya informado de algo”. “No se ha mandado ningún borrador ni se ha negociado nada”, asegura.
Yendo a lo concreto, la norma desarrolla el pago por la atención primaria por primera vez en la historia de la sanidad andaluza. La orden establece que el SAS pagará a la sanidad privada como máximo 65 euros por consulta ante un médico de cabecera, 150 por consultas con un especialista, 90 en las sucesivas con el mismo profesional y hasta 215 euros si el paciente es derivado desde un centro de alta resolución. Cuantías que se verán rebajadas en un 35% si estas citas médicas no se celebran en un centro privado. Victorino Girela, sindicalista de CSIF, cree que esta medida “será más cara y menos efectiva”, lo que les parece una “torpeza”.
“Priorizar” lo económico sobre lo asistencial
Pero UGT y CSIF no son los únicos que se posicionan en ese sentido. Desde SATSE creen que este modelo que va a implantar la Junta de Andalucía “prioriza el aspecto económico en detrimento de la calidad asistencial”. Mientras que en el Sindicato Médico ven “muy preocupante” la norma: “Vemos que no hay dinero para la sanidad pública y pero sí para la privada”. Al tiempo que en CCOO, el único sindicato que sí presentó alegaciones a este proyecto, José-Galindo Pelayo habla de “rodillo” por parte del Gobierno andaluz a la hora de aplicar esta norma sin negociar. Con ello, dice, se traspasa “una línea roja que antes nadie se había atrevido a traspasar”.
En definitiva, todos los sindicatos creen que se establecen “las bases” para una futura “privatización” de la sanidad pública al establecer conciertos en el único ámbito en el que aún no estaban previstos, como eran los centros de salud. Algo que se podrá hacer desde la publicación este jueves de una orden que ha coincidido precisamente con la celebración de una mesa sectorial prevista para abordar la mejora de la atención primaria. La cita, que se ha caldeado tras conocerse el contenido del BOJA, ha evidenciado la distancia que hay actualmente entre la Consejería de Salud y los sindicatos de este foro.
En esta mesa se han presentado dos documentos para mejorar el colapso asistencial de los ambulatorios, pero solo uno de ellos ha recibido el respaldo del Sindicato Médico. Precisamente el que hace referencia al acuerdo que se selló en enero y que evitó la huelga sanitaria promovida por esta sección sindical para mejorar la atención primaria. Aquel acuerdo, plasmado en el documento presentado en esta mesa sectorial, proponía la limitación de agendas a 35 pacientes al día en caso de los médicos de cabecera y de 25 en el de pediatras, pudiendo atender al mismo número en horario de tarde forma voluntaria.
Lo que ocurre es que, entonces con el primer acuerdo y ahora con la última negociación, se evidencia que no hay recursos suficientes para que se cumplan esas limitaciones. No hay médicos en plantilla que permitan cubrir las bajas y disminuir los cupos de usuarios que tienen asignados estos profesionales. Por eso, el resto de sindicatos califican esta propuesta como “cosmética” porque no solventa el colapso asistencial reteniendo al talento médico. De ahí que el segundo documento presentado por el SAS también haya sido rechazado por unanimidad al contener medidas de mejora “nada tangibles”. Una “pantomima” para los sindicatos. CSIF, UGT y CCOO creen que Salud tiene “poca o ninguna intención de alcanzar algún pacto”.