La proposición de ley para la legalización de regadíos en el entorno de Doñana se modificará si la Comisión Europea hace indicaciones al respecto, y en la misma línea se incorporarán las aportaciones que pueda hacer el Gobierno central. Así lo ha apuntado este viernes el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que ha reiterado como ya hizo hace una semana que está dispuesto a introducir cambios si se presentan “alternativas”. “Si hay que darle una vuelta o ser más flexibles en algo, sin ningún problema”, porque se trata en estos momentos de un proyecto de ley y no de un decreto de su Gobierno.
En declaraciones a los periodistas en Madrid, donde participa en actos electorales del PP, Moreno ha hecho esta reflexión al hilo de la visita que su consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, mantendrá el próximo 3 de mayo en Bruselas con el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, para trasladarle el contenido de la proposición de ley que se tramita en el Parlamento andaluz y con la disposición a recibir propuestas. El encuentro se produce después de la respuesta formal que el Ejecutivo andaluz ha trasladado a las autoridades europeas: la iniciativa legislativa es una propuesta de dos grupos (PP y Vox) en la Cámara andaluza, no una medida de su gobierno.
El presidente andaluz abre la puerta a introducir cambios pese a que insistentemente pregona las bondades de la iniciativa, un argumento que también está defendiendo el PP nacional empezando por su presidente, Alberto Núñez Feijóo. De hecho, el encuentro con el comisario europeo se produce en un intento de explicar directamente el proyecto a Bruselas, ya que el Ejecutivo andaluz considera que sus recelos obedecen a que el Gobierno central está malmetiendo y transmitiendo una imagen del mismo que no se ajusta a la realidad. En cuanto a la tramitación parlamentaria, la ley saldrá como quiera un PP que cuenta con una amplia mayoría absoluta que impedirá que se introduzcan enmiendas si no le da su visto bueno.
De hecho, Moreno ha insistido este viernes en defender el contenido de la ley, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le reclamara ayer una “rectificación” y que se volviera a la “legalidad europea”. “Un gobierno tiene que buscar soluciones a los problemas y aquí hay un problema serio”, ha repetido, además de insistir en que se han dicho “muchas mentiras”, que el texto deja claro que “no se puede tocar el agua del subsuelo” y que lo que se plantea es una “reordenación de un territorio en situación de alegalidad que tiene atrapadas en un limbo a familias y trabajadores”.
Ha manifestado que si el Gobierno central no está de acuerdo con el contenido de la proposición de ley, que plantee cuál es su “alternativa” y estará dispuesto a estudiarla. Eso sí, ha lamentado que el Ejecutivo nacional no haya querido “nunca” sentarse para hablar de un “problema” en esa comarca que “existe y es una realidad” y al que hay que buscar una solución.
En esta línea, asegura que está dispuesto a escuchar las propuestas que quiera hacer el Gobierno central, que hasta ahora “no ha querido sentarse en la mesa de manera seria para poder hablar sobre cuál es la alternativa al plan que hemos propuesto”. Y en este sentido, ha manifestado que ha tomado la decisión de buscar una solución, que se basa en un “equilibrio entre la protección del parque” (que es una “obligación legal y moral”) y resolver un problema endémico de unas zonas de cultivo ante el que no podemos “cruzarnos de brazos”.
Tras manifestar que el parque nacional de Las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, también tiene un problema de sequía y el Gobierno de Sánchez no actúa con la “misma virulencia”, Moreno se ha preguntado por qué el presidente sale, a cinco semanas de las elecciones del 28 de mayo, con esta “campaña” contra la proposición de ley que se tramita en el Parlamento. “Viene en Falcón para hacerse una foto electoral en Doñana” sin que se comprometa a poner recursos ni a ejecutar las obras que son competencia del Estado y que están recogidas en la ley del trasvase de 2018, que contempla la llegada de 19,99 hectómetros cúbicos desde la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras para sustituir captaciones autorizadas del acuífero por agua en superficie.
En relación con la tramitación de la proposición de ley, ha señalado que van a pasar por el Parlamento todos los sectores implicados, que van a hacer sus aportaciones, y se trata de lograr un texto con el “mayor de los consenso posible”. Ha lamentado que la actitud del Ejecutivo nacional sea utilizar este asunto para “rentabilizarlo en términos electorales”.
“Sánchez está haciendo electoralismo y del barato y por eso se le está volviendo en contra”, y de paso ha criticado la “romería” de ministros en Andalucía y que se vayan además a Bruselas a “hablar mal” de esta comunidad y de los agricultores y a criminalizar a los regantes. Ha pedido a Sánchez que “deje ya de pisotearnos en Andalucía” y se ha mostrado convencido de que si esto lo hubieran hecho en País Vasco o en Cataluña, “no veríamos nada de esta polvareda”.
Ha indicado que durante 35 años “se han permitido muchas barbaridades” en el entorno de Doñana por parte de los anteriores ejecutivos del PSOE.eldiarioa Frente a esta situación, ha recalcado que, en cambio, su gobierno ha decidido plantear una solución a un problema y no “cruzarse de brazos”.
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