Tras un otoño en dique seco, la nueva estación ha llegado a Andalucía con un cambio radical en el tiempo. Hasta cuándo aguantará la nueva dinámica atmosférica aún está por ver, pero de momento lo que sí parece asegurado es que las fiestas navideñas estarán pasadas por agua en la mayor parte de la región. La llegada de una baja secundaria asociada a una profunda borrasca atlántica hasta el noroeste peninsular derivará en un auténtico temporal donde el viento y la lluvia se darán la mano a lo largo de todo el fin de semana y comienzos de la próxima.
El premio gordo se lo llevará el día de Navidad, cuando las precipitaciones que se registren en la mitad occidental andaluza serán especialmente generosas. Antes que eso tanto la jornada del jueves 23 como la del viernes 24 vivirán el paso de diversos sistemas frontales, que dejarán ambiente lluvioso o muy lluvioso en buena parte de la región. Como es habitual en este tipo de situaciones, las provincias occidentales, desde el área del Estrecho hasta el corredor del Guadalquivir incluyendo áreas de Sierra Morena, concentrarán la mayor parte de las lluvias que puedan registrarse.
Hasta 60 litros de acumulado en la mitad occidental antes de fin de año
Las precipitaciones podrán ser además puntualmente intensas, con acumulados que llegarían a superar los 20 o 30 litros en menos de doce horas. La fuerza de las lluvias es lo que ha llevado a la Agencia Estatal de Meteorología a activar durante la jornada del jueves el aviso amarillo por precipitaciones que puedan alcanzar los 15 litros en 12 horas en las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz.
La lluvia irá a menos con el avance del fin de semana, aunque volverán a reactivarse a últimas horas del domingo gracias a la llegada de un nuevo centro de bajas presiones al norte de la Península Ibérica. Las precipitaciones irán ganando en extensión e intensidad con el paso de las horas, dejando una jornada de lunes de ambiente lluvioso en la mayor parte del territorio andaluz. Estas lluvias irán remitiendo a primeras horas del martes 28 de diciembre, aunque se mantendrán de manera débil y dispersa hasta la jornada del miércoles.
Las precipitaciones en todo caso no tendrán un reparto equitativo. Como suele ser costumbre en el paso de frentes asociados a borrascas atlánticas, los registros acumulados dejarán un importante desequilibrio entre la mitad occidental y oriental andaluza. Así, algunos modelos de predicción apuntan a registros superiores a los 50 o 60 litros hasta mediados de la próxima semana en amplias áreas de Sierra Morena occidental o las sierras de Grazalema y los Alcornocales en las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba y Cádiz. Por su parte las provincias orientales tendrán registros más discretos que podrán rondar los 20 litros por metro cuadrado, llegando a quedar por debajo de 5 o 10 litros en el extremo oriental.
La borrasca ‘Celia’ en el horizonte
Junto a la lluvia el viento será el otro fenómeno que acompañará a la atmósfera andaluza durante los próximos días. La relativa profundidad de las borrascas que azotarán a la Península a partir de Nochebuena hará que los vientos de componente oeste puedan soplar con relativa fuerza. Así, durante el día de Navidad las rachas de viento a lo largo de la depresión del Guadalquivir y el litoral atlántico podrán alcanzar los 60 km/h, lo que dejará un fuerte oleaje y ante lo cual la AEMET ha activado los avisos de nivel amarillo en toda la costa onubense y gaditana.
Sin embargo, el viento soplará con mayor fuerza durante la jornada del lunes 27. La mayor profundidad de la borrasca podrá dejar rachas de entre 60 y 70 km/h en todo el interior de la región, pudiendo alcanzar o superarse los 90 km/h en los sistemas montañosos de la mitad orienta andaluza y a lo largo de todo el mar de Alborán. La fuerza del viento y la extensión de las áreas afectadas será el factor determinante para que la Agencia Estatal de Meteorología o alguno de los otros centros meteorológicos nacionales de Portugal, Francia, Bélgica o Luxemburgo puedan terminar nombrando a dicha borrasca. De hacerlo, recibiría el nombre de ‘Celia’, convirtiéndose en la tercera borrasca nombrada de la temporada y la que echaría el cierre al año de la histórica ‘Filomena’.