Mientras Joaquín Sabina invitaba a las dos Españas a abrazarse, una de ellas se manifestaba a un centenar de metros de él. Los “sindicatos alternativos” (CGT, CNT, SAT y Ustea) se concentraban este 28 de Febrero, Día de Andalucía, a las puertas del Teatro de la Maestranza, donde el cantautor recibía el título de Hijo Predilecto, para denunciar que “los andaluces no estamos para fiestas”.
Familiares de víctimas del franquismo, las Marchas de la Dignidad, la Juventud Obrera Anticapitalista, la Plataforma Antidesahucios, los Anticapitalistas y hasta la hermandad feminista del Coño Insumiso se unían al llamamiento de los sindicatos para reclamar, en la calle, que “la única medalla del pueblo es la defensa de sus derechos”. La precariedad laboral, la injusticia social y la represión vehiculada a través de la Ley Mordaza han sido los pilares de la protesta.
Es ya una tradición: que grupos y partidos de izquierda se congreguen ante el Teatro de la Maestranza durante la entrega de las Medallas de Andalucía. A la cita no ha querido faltar Teresa Rodríguez, portavoz parlamentaria de Podemos, que ha subrayado que su partido tiene “un pie en las instituciones y mil en las calles”.
Rodríguez ha remarcado que “el 28 de Febrero y el 4 de Diciembre hablan de una Andalucía que, al reivindicarse a sí misma, está pidiendo pan, trabajo, techo y dignidad. Cuando los ciudadanos abandonan la política y la dejan en manos de las instituciones, se hace política contra los ciudadanos. Por eso, tenemos la ambición de que nuestra representación política no suponga abandonar las calles”.
La manifestación se ha visto apoyada por las Marchas de la Dignidad. Uno de sus portavoces, Pepe Caballero, ha indicado que ante la “enorme pérdida de libertades y poder adquisitivo de los trabajadores, nuestro lema sigue siendo ”pan, techo y trabajo. Pedimos tierra y libertad, el contenido del himno de Andalucía está más vigente que nunca“.
“Andalucía necesita igualdad, no medallas”
Óscar Reina, que ha tomado el relevo a Diego Cañamero como portavoz del SAT, insiste en que con las “cifras de paro y precariedad que tenemos, Andalucía no necesita medallas, sino igualdad. Los tres pilares de nuestra protesta son la lucha contra el paro, contra la represión y por la justicia social. Vemos injusto que se esté encarcelando a las personas que defendemos pacíficamente los derechos humanos”.
En este sentido, la manifestación ha contado con la presencia del joven activista Francisco Molero, condenado a cinco años de prisión y una multa de 16.000 euros por atentado a la autoridad y lesiones durante la concentración Rodea el Congreso de 2013. Molero, que califica su juicio de “farsa” y que acaba de denuciar a su ex abogada por indefensión, sostiene que este año “no solo se lucha contra la precariedad laboral, sino por la justicia social. Hay muchos colectivos sufriendo la represión del Estado. Por sentido común tenemos que salir a la calle y luchar por lo que es nuestro”.
En esta ocasión, los sindicatos han apoyado a los 3.000 trabajadores que, en Andalucía, trabajan como teleoperadores en servicios de urgencias como el 061, 112, Salud Responde, 085, 080, 091, 092 o 010. Exigen a la Junta de Andalucía “cualificación y reconocimiento profesional”.
Miguel Montenegro, de la CGT, ha insistido en que el Día de Andalucía “no se vive en el Parlamento, se vive en la calle” y ha denunciado que la Junta de Andalucía “es la principal empresa que precariza”.
Victoriano Vela, portavoz de CNT, ha manifestado ante el Teatro de la Maestranza que “la calle es de los trabajadores y los desahuciados. La calle necesita a un pueblo que luche por sus derechos”.
Por su parte, Artura Sánchez, de Ustea, ha hecho hincapié en la pobreza infantil. “Más del 50% de los niños andaluces está destinado a ser pobre. Somos un pueblo soberano que se tiene que poner en pie y reclamar soberanía alimentaria, territorial, política y cultural”.
Diego Valderas acudió a la manifestación de 2013
Hace diez años, el Sindicato de Obreros del Campos boicoteó la entrega de Medallas de Andalucía. ¿El problema? Una terrateniente, la Duquesa de Alba, era nombrada Hija Predilecta de Andalucía. Siete años después, en 2013, el mismísimo ex vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, hacía triplete y se ponía al frente de la protesta convocada por CCOO y UGT, poco antes de entrar en el Teatro de la Maestranza para acudir al acto.
El año pasado, Izquierda Unida convirtió el 28-F en un acto de precampaña con la vista puesta en las elecciones andaluzas. Antonio Maíllo, candidato a la presidencia, se encargó de sostener la pancarta junto a Alberto Garzón y Natasa Theodorakopoulou, miembro de la dirección nacional de Syriza. La manifestación terminó en la Plaza Nueva, mientras que la convocada por la CGT lo hizo, como este año, frente al Teatro de la Maestranza.
El sindicato protestó contra “los recortes de la Junta, la privatización de los servicios públicos, los desahucios, la inhumana reforma laboral, la ley mordaza y la reforma del código penal”. Le rindieron homenaje a la Marea Verde, la Amical de Mauthausen, Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, CSOA Andanza, entre otros.