Vox desconfía pero no rompe con el PP de Moreno: “Los andaluces no tienen por qué pagar la inquina de algunos dirigentes”

Javier Ramajo

22 de octubre de 2020 19:41 h

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A la misma hora en que Vox Andalucía debía estar avanzando en el Parlamento en las negociaciones para el presupuesto autonómico del año que viene, el partido de extrema derecha lanzaba mensajes ambiguos en rueda de prensa tras la intervención del presidente del PP, Pablo Casado, en el debate de la moción de censura en el Congreso de los Diputados. En lugar de charlar con el consejero de Hacienda, Juan Bravo, el portavoz parlamentario de la formación, Alejandro Hernández, comentaba a la prensa que la suspensión de ese encuentro venía motivada porque no les habia dado tiempo, con el Debate sobre el Estado de la Comunidad esta semana, a trabajar en las propuestas de su partido para las próximas cuentas autonómicas. “Esa ha sido la razón y no otra”, ha zanjado en su primera intervención.

A partir de ahí, pese a que la convocatoria oficialmente era para “valorar la situación actual de las negociaciones presupuestarias”, Hernández no ha hecho más que hablar de la comentada intervención de Casado, con referencias continuas a la “quiebra de confianza” que ha supuesto el discurso del máximo dirigente de los populares pero sin que ello afecte de un modo definitivo a su apoyo al gobierno de coalición andaluz compuesto por PP y Ciudadanos. “Los andaluces no tienen porqué pagar la inquina de algunos dirigentes del PP”, ha resumido.

Al tiempo, ha hecho alusiones a un “nuevo tiempo” en sus relaciones con el partido de Moreno Bonilla en Andalucía. “Hasta la fecha hemos confiado en el PP, pero esto ahora ha cambiado” o “vamos a ser más rígidos” han sido algunas de sus consignas tras abrirse “incertidumbres” e “interrogantes” después de la intervención de Casado, cuyos calificativos “no difieren de los que nos lanzan PSOE, Podemos o los golpistas”. “Parece que Vox tuviera que pedir permiso al PP para existir”, ha dicho ante un escenario en el que “gobierna la izquierda por culpa del PP con su Gürtel, su Kitchen y su Luis sé fuerte”. “De eso no se ha hablado en esta semana de la moción de censura y Casado ni nos lo ha agradecido”, ha dicho Hernández. “Vox no es una fuerza ultra o xenófoba como dice Casado, y si lo fuera, ¿qué hace el PP pidiendo nuestra colaboración y nuestros votos?”.

“Es una mala manera de sentarse a negociar”

Más en el ámbito puramente andaluz, el portavoz ha dicho que las negociaciones presupuestarias “tienen que ser replanteadas”, porque “no se puede consentir que se les falte el respeto a nuestros votantes”. Austeridad, contención del gasto, bajada de impuestos ha sido algunas de las “nuevas exigencias presupuestarias” que propondrán a la Junta pero “seremos mucho más exigentes”, emplazando al lunes próximo para conocer más detalle de su planteamiento. “Lo que ha pasado tiene la suficiente gravedad para que recapitulemos”, ha insistido. “No nos gustaría dejar de apoyar” al PP “pero se abren nuevas expectativas” ante la “gravísima quiebra de la confianza”, que ha provocado que las relaciones entre PP y Vox “se replantean forzosamente”. Las “graves descalificaciones” llevan a este partido a “una situación límite”. “Muchas veces hemos apoyado gratis, sin contraprestaciones” con un “partido amigo” pero “esa confianza ya no existe”.

Hernández ha llegado a mostrar a la prensa un cartel con el lema “Sí a España, No a Vox” sobre un fondo azul que partió esta mañana de la cuenta del PP Andaluz, que se acompañó del hashtag #SíaEspañaNoaVox y que un par de horas después el PP Andaluz borró de su timeline. “Es una mala manera de sentarse a negociar unos presupuestos”, ha terminado Hernández, que ha comentado ese mensaje “le habrá sentado mal a alguien del PP”.

El pasado martes durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad, el propio Hernández había amagado sin golpear, anunciando que mantenía su apoyo a la Junta de Andalucía porque “no hay alternativa”, según sus argumentos, hilando un discurso crítico con la gestión de Moreno Bonilla para terminar ratificando su apoyo al Ejecutivo andaluz que sustenta la extrema derecha con su apoyo para sacar adelante las cuentas autonómicas.