El Ayuntamiento de Zaragoza estudia posibles irregularidades en el trato de la Policía Local a los manteros

La Asociación de Inmigrantes Senegaleses de Aragón –junto con el Grupo Derechos Civiles 15M Zaragoza– envió al Ayuntamiento de Zaragoza, el pasado 19 de febrero, una recopilación de diversos testimonios y denuncias de los manteros sobre presuntas irregularidades cometidas por agentes de la Policía Local. Les acusan, principalmente, de sustraerles la mercancía y realizar identificaciones por perfil étnico.

El escrito, dirigido a la atención de la concejala delegada de la Policía Local de Zaragoza, Elena Giner, ha sido trasladado, según apuntan fuentes municipales, al Servicio de Personal del Consistorio para que lo estudie y se tomen medidas, si es que estas fueran necesarias y oportunas.

La documentación aportada, tal y como se apunta al inicio de la misma, nace de las declaraciones públicas “sobre las agresiones sufridas de parte de agentes de la Policía Local de Zaragoza por nuestros vecinos senegaleses y recogidas por eldiario.es”.

“Sustracción selectiva, previa visita para elegir la manta”

En la nota previa que acompaña a los testimonios, y que se puede consultar en la web del Grupo de Derechos Civiles 15M Zaragoza, establecen algunos de los elementos basilares y comunes en este presunto comportamiento irregular de los agentes.

Señalan que “gran parte de los casos denunciados por las personas afectadas tienen su origen en una práctica declarada ilegal, como es la identificación por perfil étnico”. Por razones obvias, dicen, “las personas afectadas por tales prácticas no suelen recurrir a la vía judicial para denunciarlas. Ante la indefensión absoluta de estas personas, los colectivos firmantes hemos optado por establecer esta herramienta consistente en recopilar los testimonios disponibles”.

En los meses de octubre (fiestas del Pilar) y diciembre (Navidad), explican, es cuando se producen más “sustracciones de mercancía sin acta de denuncia”.

Relatan que, a veces, estas “sustracciones son efectuadas de forma selectiva, previa visita para observar y elegir la manta a requisar”. En no pocas ocasiones, indican, “las personas afectadas han podido comprobar cómo dos mujeres (cuya identidad o relación con la actividad de los agentes se desconoce) visitan los puestos de venta para posteriormente volver a señalar los productos elegidos y que los agentes los requisen o sustraigan. Uno de los testimonios relata cómo dos mujeres hablaban junto a él de qué bolso de los expuestos les gustaba más, para que una de ellas respondiera: ‘No lo compres ahora, dime cuál y mañana mi marido te lo coge’”.

Al igual que denunciaron las personas entrevistadas por este medio, repiten que “una práctica frecuente es la inclusión de una localización falsa en el acta de denuncia, como si el denunciado hubiese sido detenido mientras se encontraba vendiendo en la calle y no caminando como cualquier otra persona, de modo que una identificación ilegal por motivos de perfil étnico acaba convertida en una denuncia por delito contra la propiedad industrial”.

Para finalizar el escrito, señalan que “si las autoridades interesadas desean más datos concretos y/o personales de los casos recogidos con el fin de acreditar la denuncia, bastará con acceder a la documentación judicial y a las actas de denuncia interpuestas o, en su defecto, consultar a los afectados por medio de los colectivos que firman este documento”.