La unión del mundo rural con la ciudad no está tan lejos de convertirse en realidad. Un olivo y el contorno de una ciudad, dibujado por Alba Carroquino, se unen en el primer disco de rap en aragonés, del rapero Krevi Solenco. “Simboliza la sinergia entre la naturaleza y la urbanización, el rap y el aragonés. La idea viene de los jardines de Shalimar en Pakistán y simboliza esa combinación. Hay un humo que une el olivo con la ciudad, quería dar la idea de la llegada del aragonés a las ciudades”.
Nacido en la capital aragonesa y sin parientes que lo hablaran, Krevi Solenco (Santiago Higueras, su verdadero nombre) comenzó a escucharlo en su pueblo, La Peña Estación, en el municipio de Riglos y progresivamente se interesó en realizar cursos para aprenderlo en O trango y Nogará-Religada. “Cuando empecé a leer sentía una cercanía brutal. A mi me sirve como medio de expresión no sólo para reivindicar el idioma sino para hablar de diferentes cuestiones sociales. Ahora mismo de vocabulario voy justo pero intento mejorar. Amigos míos han empezado a chapurrear y decir media frase en aragonés y media en castellano, eso está bien porque lo estamos normalizando”.
De ese aprendizaje surgió la posibilidad de unirlo con otra de sus pasiones desde la adolescencia, el rap. Su primera canción titulada No ye que Rap apareció en el 2017 en el disco O Zaguer Chilo vol. I editado por la asociación Nogará-Religada para “picar a la gente de curiosidad para hacer este tipo de música” apuntan. De esa curiosidad, el año pasado salieron diez canciones que se unen en un disco, el primero de rap íntegramente en aragonés: Os Jardins de Shalimar. Una colaboración conjunta entre la asociación cultural, el Laboratorio Audiovisual del Ayuntamiento de Zaragoza, los integrantes de Ypsen&Krevi o la agencia de publicad El Ciervo Pálido.
En él se abandona el concepto de música popular asociada a esta lengua para dar paso a una combinación entre diversos estilos como el reggae, el dub o la colaboración con diversos artistas. “Mucha gente del aragonés pero que no habían escuchado rap y viceversa. Me han llegado muchas felicitaciones de ambos sectores, no se trata de imponer el aragonés pero a las cosas culturales la gente se acerca, y era una de cosas que he intentado conseguir, que alguien que no supiera nadie se interesara”.
A través de sus canciones, habla del panorama del rap y también reivindica la politización que sufren muchas lenguas. “Hay que normalizarlo a través de la cultura, este disco no lo lanzo a ningún partido, quiero que la gente entienda que se puede escuchar siendo de derechas de izquierdas, y como yo muchas asociaciones lo utilizan desde un punto de vista social”, apunta el rapero.
No es el único, existen más de una veintena de grupos musicales que cantan total o parcialmente en diferentes estilos como el rock, hip-hop o música tradicional. Desde hace unos años también se edita O zaguer chilo, que ya lleva cuatro ediciones, un disco que combina diferentes artistas que buscan hacer visible esta lengua a través de sus estilos. Un proyecto que cuenta con el apoyo del Laboratorio Audiovisual o la asociación Cultural Nogará-Religada, entre otros. Durante estos años han participado cantantes, grupos o bandas como Carmen Paris, Los Gandules, La Ronda de Boltaña, Francho Sarrablo, Elena Martínez o Manolo Kabezabolo.
Empenta pa hablantes (Impulso para hablantes)
La cultura ha dado hoy en día un gran impulso al aragonés, una lengua milenaria que ha pasado de ser una lengua rural que solo se hablaba en las casas a estar presentes en ámbitos como los medios de comunicación, la literatura, la música o incluso las redes sociales.
En los últimos años ha aumentado su proliferación aunque, al no tener el rango de cooficialidad, su uso se encuentra en peligro de extinción según la UNESCO. Su presencia en las instituciones oficiales y los medios de comunicación es poco visible. La Dirección General de Política Lingüística intenta aumentar los estudios de esta lengua y entidades como el Consello D'Fabla Aragonesa, entre otros, se han encargado de dar amparo a los autores aragoneses para publicar. “A través de premios literarios que convocan ayuntamientos o el gobierno, nosotros vamos aumentando la literatura en aragonés. Tenemos un catálogo, el número 95 ya pero el problema es que si hay pocos hablantes también hay pocos lectores. Mucha gente que habla aragonés dialectal pero no leen su propia lengua porque no está alfabetizada”, explica Paz Ríos desde la entidad.
Aparte de diversas radios locales, no existe ningún programa íntegramente dedicado a hablar esta lengua, En el 2019 Charrín-Charrán se convirtió en el primer programa íntegramente en aragonés emitido por Aragón TV los domingos por la mañana, aunque para muchos se considera insuficiente. “No tiene mala audiencia y además hace diez años que era impensable pero se queda corto, es un mal día, una hora que va oscilando cada fin de semana” apunta Solenco. Desde Nogará-Religada también notan esa falta, “A veces hacen algún pequeño guiño, en el Tiempo hay algún refrán pero nada de lo mucho que podrían hacer. Y el programa está muy bien pero habría que hacer muchísimo más”.
Esta falta de visibilización la suplen a menudo las redes sociales, donde algunos creadores han decidido defender su lengua materna. Personas como Jorge Pueyo con su noticiario matinal en aragonés reúnen 150.000 reproducciones diarias, sirve de referente para todos aquellos que sientan interés para aprenderlo, “el noticiario está siendo un boom y ojalá siga y haya métodos porque muchas veces lo que no encuentra la gente son medios para poder aprenderlo”, explica Pueyo. “Ahora hay mucha más conciencia, el aragonés está un poco de moda con esto de las redes sociales, entonces esa gente se apunta a los cursos por eso. Mucha gente va al Pirineo y reclama el ir a una casa rural y que te hablen en aragonés”, cuenta Cherardo Callejón, desde Nogará-Religada.
La lengua en ocasiones ha dividido o levantado barreras entre comunidades pero la comunicación cultural ha permitido acercar posiciones entre las administraciones y la buena voluntad de las asociaciones que luchan por mantenerlo, conservarlo y difundirlo. “Nos hace falta más que interés, hacen falta leyes y que pueda entrar en la escuela o que te puedas dirigir a la administración en aragonés y que los medios de comunicación lo hablen. Hay acciones que lo visibilizan que son estupendas, pero tiene que ser algo cotidiano como en el resto de territorios”, reclama Ríos.