La cultura de la innovación parece haber calado en el tejido empresarial aragonés. Muchas de las empresas de la Comunidad que han sobrevivido a los duros años de crisis han apostado decididamente por invertir en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), para continuar vivas en un mercado cada vez más competitivo. Así al menos lo perciben en la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de Zaragoza, desde donde transmiten los avances científicos y atienden las necesidades de las empresas para que sean resueltas por sus investigadores.
Este servicio de la Universidad de Zaragoza, principal centro de investigación de Aragón, promueve el contacto y facilita la colaboración de dos áreas destinadas a entenderse, pero que no siempre se encuentran en el camino: el laboratorio donde se realiza la investigación y el ámbito empresarial.
“Sigue faltando cultura innovadora en comparación con otros países, pero ya se puede decir que las empresas hablan el mismo lenguaje, algo que no ocurría hace diez años”, afirma la directora técnica de la OTRI, Raquel Rodríguez. Y los datos lo confirman. En la primera mitad de 2015, un total de 311 empresas han realizado encargos de proyectos de I+D+i por un importe de 6,6 millones de euros a algunos de los grupos e institutos científicos de la Universidad. La mayoría son pequeñas y medianas empresas aragonesas que buscan soluciones tecnológicas para mejorar su proceso de producción o su producto final.
Estos proyectos no requieren necesariamente una fuerte inversión, señala la directora de la OTRI y recuerda un caso de éxito que no superó los mil euros. Se trataba de una empresa, 'El conejo del corral del Tío Nicasio' situada en Castejón de Valdejasa (Zaragoza), que buscaba una solución para poder exportar su producto a otros países. La respuesta que necesitaba esta pequeña empresa llegó por parte del grupo de investigación de Nuevas tecnologías de Conservación de Alimentos de la Facultad de Veterinaria, desde donde se propuso un envasado que alargaba la vida del alimento hasta seis meses, lo que permitió venderlo en otros países.
Este es solo un pequeño ejemplo de los muchos trabajos que los distintos institutos y centros de investigación de la Universidad realizan para las empresas, en distintos ámbitos, desde energía, logística, automoción hasta biotecnología, arquitectura, nanotecnología o salud, entre otros.
En 2014, la Universidad de Zaragoza realizó 611 encargos para empresas, por un importe de 10,4 millones de euros. Con el objetivo de facilitar esta conexión, la OTRI ha diseñado un buscador, al que se accede a través de su página web, donde las empresas pueden encontrar las posibilidades que ofrecen los investigadores de la Universidad.
Descenso de subvenciones públicas a la I+D+i
Además de estos encargos directos, la OTRI coordina también proyectos de investigación que se realizan de forma paralela entre empresas y Universidad, con subvenciones públicas procedentes de los gobiernos central y autonómico. No obstante, Rodríguez indica que, en los últimos años de crisis, se han reducido considerablemente los fondos públicos para proyectos de I+D+i. Esta disminución, además, ha llegado en un momento en el que las empresas han atravesado serios problemas para apostar por la innovación debido a la crisis económica, resalta.
En 2014, la Universidad de Zaragoza captó 3,2 millones de euros para realizar 40 proyectos en colaboración con empresas (en la convocatoria 'Retos de la sociedad' del Ministerio de Economía y Competitividad), con las que adquiere el equipamiento y contrata a los investigadores necesarios para llevar a cabo los proyectos.
Esta cantidad -3,2 millones- es prácticamente la mitad de la que recibieron en 2012, 6,4 millones de euros, pero mucho más de la captada en 2013, cuando no se convocaron las ayudas, sostiene. En la convocatoria de 2015, todavía sin resolver, se han presentado 27 proyectos colaborativos con empresa por un importe para la Universidad de Zaragoza de 5,7 millones de euros.