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El 14 de abril supone para los republicanos y republicanas en España una fecha de celebración, recuerdo y renovación de valores republicanos; unos valores que hoy, consecuencia de un modelo capitalista, individualista, patriarcal y basado en el “sálvese quien pueda”, se tornan imprescindibles. Frente a este modelo, que tiene en la monarquía española, por muy parlamentaria que sea, un claro ejemplo de acumulación de riqueza a costa de lo público, que impone la supremacía del hombre o la desigualdad con el pueblo en derechos y deberes, los y las republicanos debemos apostar, entre otras cuestiones, por poner en valor lo que ha sido seña de identidad republicana: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Libertad en un sentido amplio y no meramente individual, una libertad basada en la capacidad y voluntad de no ser dominados como sociedad. Especialmente por quienes ostentan el verdadero poder, cuyas herramientas –fruto de la acumulación de riqueza – son cada vez más sofisticadas, condicionando y dirigiendo a nuestros gobiernos así como el modo de actuar y pensar de la sociedad a un punto que nunca se había conocido.
La igualdad no solamente formal, sino una igualdad basada en efectivos derechos y deberes de la ciudadanía y también en la búsqueda permanente de una igualdad económica que garantice la libertad. La igualdad efectiva es inherente a un sistema republicano y debe ser objeto central de la acción de todo gobierno. No hay igualdad si no tenemos las mismas posibilidades, si la mujer sigue siendo clara víctima de un modelo patriarcal, si el Estado no trabaja con la finalidad de redistribuir la riqueza o de garantizar vivienda y trabajo digno, si la educación pública cada día tiene menos recursos, si las clases populares cada año tienen más difícil costear la universidad a hijos e hijas o si las personas que viven en el mundo rural quedan al margen de gran parte de las inversiones y servicios del Estado.
Fraternidad, pues frente a un mundo en el que cada vez se hacen más categorías de seres humanos, la fraternidad republicana se alza en la búsqueda de una sociedad solidaria y no caritativa, que busque la creación de valores que nos hagan sentir partícipes de proyectos como sociedad, alejados del imperante individualismo actual. Una sociedad fraternal es aquella que entiende al ser humano en un sentido global, sin divisiones en función de su procedencia, religión o sexo y es una sociedad republicana fraterna la que respeta las creencias religiosas individuales siempre que estas creencias no pretendan condicionar y dominar los valores de una sociedad republicana.
Celebremos el 14 de abril como recuerdo, como compromiso de trabajo futuro y como un día fraterno. ¡Salud y República!
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