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Menos mal que han vuelto a ganar las elecciones unos grandes gestores, si no, algunas de las noticias de esta semana pasada le quitarían el sueño hasta al bueno de Don Mariano, el hombre tranquilo de paso ligero.
Y, es que, cuando lees que la Unión Europea sancionará a España por incumplimiento del déficit, a no ser que presentemos un nuevo plan de recortes en tres semanas, tranquiliza mucho pensar que el gobierno (en funciones) es un gran experto en la materia, muy entendido en tijeras infantiles y bisturís. Sobre todo las que desaparecerán de tantos colegios y hospitales tras su paso. Más siendo que, ahora, no hay facturas sorpresa en los cajones, tan solo, una tendencia a ingresar 14.000 millones de euros menos de lo previsto en los presupuestos generales del Estado para este curso. Nada que nuestros grandes gestores no puedan superar. Y no les hará falta ni recaudar los 15.700 millones de euros que se deben aún al fisco por diversos morosos como Mario Conde, Dani Pedrosa o, sorpresa, la Región de Murcia (que también cuenta con estos maravillosos gestores).
Si en 2015 el error fue de 9.500 millones este año se han empeñado en demostrarnos que, aun errando, sí que pueden superarse. Al fin y al cabo, un error de 14.000 millones de euros no es nada en comparación de lo que podría suceder si gobernaramos los que queremos renegociar los objetivos de déficit con Bruselas. Lo cual es, sabido por todos los grandes gestores, una idea de novatos que jamás se puede llevar a cabo por la cuarta economía europea, eso es cosa de países como Gran Bretaña o Alemania que no cuentan con las habilidades de nuestros gestores. Los nuestros saben que cuando ya en mayo rebasas los objetivos marcados para todo el año lo que hay que hacer es prometer bajadas de impuestos, nada de renegociar. Que, oye, ya se verá más adelante si se bajan o no, total las elecciones ya han pasado. Eso sí, de momento a extraer otros 8.700 millones de euros del fondo de reserva de la Seguridad Social para abonar la paga extra del mes de junio. Pues todo el mundo es consciente de que a los funcionarios les encantará saber que la paga de verano va a cambio de su pensión. Igual alguno puede aprovechar e ir metiéndola en un fondo de pensiones privado, como recomendaba el gobernador del Banco de España (otro que sabe bien como gestionar los recursos públicos privatizándolos).
Y, la verdad es que sí, lo son, son unos grandes gestores, gestores de mentiras y de promesas y expectativas. Porque tiene mucho más mérito del que parece mentir tanto, durante tanto tiempo y gestionar que no se te caiga la cara de vergüenza.
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