El periodismo migrante reivindica su lucha y alza la voz contra los prejuicios en el Congreso de Periodismo de Huesca
Tres periodistas migrantes, como Gabriela Wiener (Perú), Andrea Aldana (Colombia) y Silvina Ajmat (Argentina), han abierto la segunda jornada de ponencias del XXII Congreso de Periodismo de Huesca. Tres puntos de vista que parten de realidades diversas con lugares comunes como los prejuicios, la lucha y la supervivencia. Historias de vida que se han encontrado en un país diverso al suyo y donde tratan de mirar hacia delante para poder seguir desarrollando su pasión: el periodismo.
La primera en contar su experiencia ha sido Silvina Ajmat, una argentina que trabajaba para La Nación pero que hace dos años se trasladó a España en búsqueda de un progreso profesional y motivada entre otras cosas por su militancia en favor de la ley del aborto. “Me importaba la legalización del aborto por lo discursivo que hay detrás, si una sociedad tiene una ley que reconoce el lugar de la mujer y la toma de decisión sobre su propio cuerpo ya está habiendo de una sociedad que ha pasado algunas barreras”.
Para Aimat, es importante elegir un destino donde se reconociese el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo ante el embarazo, ya que una sociedad donde exista ese tipo de ley “ha pasado algunas barreras”. Una perspectiva de género que ha analizado a todos los niveles y donde queda mucho camino que recorrer, “cuando empecé a estudiar periodismo no tenía referentes mujeres”, ha recordado Ajmat.
Por su parte, Andrea Aldana ha expresado su rabia tras haber sido obligada a exiliarse de su Colombia natal, “yo no quiero estar en España, quiero estar en Colombia porque el periodismo que hago es un necesario en Colombia”, ha afirmado rotundamente. Una profesional que ha reivindicado el papel crucial del “periodismo rural”, una labor que muestra la realidad de su país donde la gente está muriendo. Su salida forzada la sumió en una difícil situación personal de la que trata de resurgir a pesar de las dificultades burocráticas a las que se enfrenta; “la migración forzada daña tu proyecto de vida”, ha concluido Aldana.
“A las mujeres nos pasan cosas muy violentas cuando nos dedicamos a esto, desde 2008 estoy siendo agredida por ser una de las pocas que estaba en los territorios rurales. Desde 2016 han asesinado a 1.000 líderes sociales, comunales y campesinos. Esto debería estar en todos los diarios, pero los periodistas no están en los territorios”, destaca. También ha querido hablar sobre la crisis del periodismo y asegura que “lo que está en crisis son las empresas de comunicación. La buena salud de los medios independientes dependen de que los medios nacionales funcionen bien”.
Gabriela Wiener ha desgranado todas las dificultades laborales a las que se ha sobrepuesto desde su llegada a España en 2003. La peruana, que tuvo que desempeñar todo tipo de trabajos para sobrevivir económicamente, ha definido la sociedad actual como “rachista”, un término propio que combina racismo y machismo. Durante su narración, ha hablado de términos como paternalismo o condescendencia que en su punto de vista siguen enquistados en la sociedad española hacia sus excolonias de América del Sur.
El moderador de la mesa Gumersindo Lafuente se ha encargado además de recordar la realidad histórica de España, donde muchos profesionales, del periodismo y otros campos, tuvieron que marcharse a México (tras o durante la Guerra Civil). Un talento del que el país americano pudo aprovecharse y que ha servido de reflexión necesaria sobre los migrantes porque “al final los necesitamos”.
El XXII Congreso de Periodismo de Huesca está organizado por la Asociación de Periodistas de Aragón y el Ayuntamiento de Huesca, y cuenta con el patrocinio del Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca y Telefónica.
“El corresponsal siempre está solo”
La segunda mesa redonda de la tarde la ha protagonizado el periodismo fuera de las redacciones. Sandro Pozzí ha explicado, durante la rueda de prensa y la mesa redonda posterior, que él no cuenta con infraestructura, “yo ahora mismo estoy en solitario, en el fondo el corresponsal siempre está solo. Ahora mismo yo no tengo nada de infraestructura, es Twitter, qué es la gran plataforma que nos ha puesto a todos de rodillas”.
Lo que hace Pozzi es dar la información a través de Twitter y, aunque explica que los seguidores de esta red social “no te dan de comer”, sí que puede ser un camino profesional que explorar en el futuro.
En la misma línea, el youtuber Carles Tamayo realiza reportajes de investigación desde esta plataforma de vídeos. Explica que intenta “tender puentes” entre su público, que no consume o incluso rechaza el periodismo tradicional, y los consumidores de este último que consideran que “YouTube es una mierda”.
“Después de solapar tres o cuatro trabajos precarios, empecé a hacer contenido para YouTube, el primer mes con el tema del canal cobré el doble de lo que ganaba antes”, cuenta. Explica también que decidió hacer sus vídeos “por curiosidad. Empiezo sin conocer mucho el tema y acabo con una opinión forjada”. Sobre sus reportajes, Tamayo destaca “hay muchos reportajes que tardo un año y medio en hacer. Trato de suplir esa rapidez del medio tradicional con contenido más reposado”.
A su vez, David Martínez es responsable de Nobbot, el medio de comunicación de Orange. En este caso, sí que existe una redacción como tal, pero es una nueva forma de comunicación corporativa. “Una amplia variedad de temas con la que conseguimos buenas audiencias con recursos limitados. La diferencia entre Nobbot y el resto de medios que tenemos es la variedad temática y que la redacción es mixta”, explica.
“Continúa habiendo una brecha digital que sigue teniendo que ver con ingresos, con edad, con formación... Muchos medios hablan de tecnología para tecnólogos, nosotros hablamos de tecnología para personas que simplemente quieren mejorar su vida”
0