Finales de 2017 sigue siendo el momento previsto para que la Ley de Memoria Democrática de Aragón sea oficial. Este martes dio un paso importante, ya que el Consejo de Gobierno conoció el borrador del anteproyecto de Ley, que, durante los dos próximos meses, se someterá a un proceso abierto de participación.
La comunidad tendrá, por tanto, su propia Ley de Memoria Histórica que, en algunos casos, llegará más lejos que esta. Por ejemplo en lo que se refiere a las sanciones: la ley establece “la prohibición de la exhibición pública de símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática, y la prevención y evitación de los actos públicos en menoscabo de la dignidad de las víctimas o sus familiares o en homenaje del franquismo o sus responsables”. Y estatuye infracciones para quienes no cumplan con estos preceptos.
Por añadidura, no se concederán subvenciones ni ayudas públicas a aquellas entidades locales o personas que no cumplan con la norma en lo que se refiere a la retirada de símbolos de los edificios públicos y de la vía pública.
Destaca también el reconocimiento “a los derechos de la víctimas”, entre ellos, “el de localizar el paradero de las mismas para darles una sepultura digna”. “Por primera vez” serán considerados víctimas del franquismo los bebés robados y los familiares directos de las víctimas.
El consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, destacó el carácter transversal de la normativa, en la que participarán tres departamentos, entre otros, el de Educación: habrá contenidos de memoria democrática en las asignaturas de Geografía e Historia de 4º de la ESO e Historia de España de 2º de Bachillerato. El objetivo, explicó la consejera del ramo, Mayte Pérez, es que “los alumnos dispongan de conocimientos sobre nuestra historia, pero también se incorporen valores éticos que fomenten la sensibilidad y el respeto por los derechos humanos”.
“Abordar de manera serena la relación con el pasado traumático”
El enunciado del borrador de este anteproyecto apunta a que el objetivo es “abordar de manera serena y madura la relación con el pasado traumático vinculado a la Guerra Civil y la dictadura franquista. Construir la memoria democrática a partir del recuerdo de ese pasado es el modo más firme de alimentar nuestra democracia de los principios éticos y morales que la fortalecerán frente a los discursos de la exclusión y la intolerancia, en definitiva de asegurar nuestro futuro de convivencia y paz”.
El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro (único de CHA en el Ejecutivo), recordó que con esta ley se cumple con uno de los 50 compromisos adquiridos en el acuerdo de investidura rubricado entre ellos y los socialistas. Señaló, además, que “se pretende pasar página y cerrar heridas, pero para pasar página es necesario escribirla primero y solo se podrán cerrar heridas cuando hayan sido curadas”.