Por segundo ejercicio consecutivo, el PP sacará adelante el presupuesto municipal para Huesca a pesar de que gobierna el ayuntamiento en solitario. Lo hará con el respaldo del concejal no adscrito, Antonio Laborda, que hace poco más de un año abandonó las filas de Vox. Era el apoyo que la alcaldesa Lorena Orduna necesitaba, puesto que contaba de antemano con las negativas de la formación de ultraderecha y del PSOE, con el que en las últimas semanas se han acrecentado las tensiones. El pleno del jueves servirá así para aprobar las cuentas de 2025 y los socialistas valoran una moción de reprobación a la primera edil.
El PP, que cuenta con 12 de los 25 concejales del Ayuntamiento de Huesca, a uno de la mayoría absoluta, se sujetó el año pasado a los dos ediles de Vox, que para dar luz verde al presupuesto impusieron entre otras cuestiones la supresión del festival Periferias. Ahora, y tras conversaciones tanto con Vox como con Laborda, se ha vuelto a escenificar el distanciamiento entre los populares y la extrema derecha. Desde marzo se han lanzado acusaciones mutuas de haber roto el pacto que les vinculó en el inicio de la legislatura. Tampoco hay sintonía con el PSOE, que cuenta con diez representantes y acusa a la alcaldesa de “mentir para desacreditar a la oposición”.
El primer fruto de la fugaz entente PP-Vox en Huesca había sido la aprobación de los presupuestos; apenas tres meses después, Vox denunció el incumplimiento de algunos puntos del acuerdo y ahora las conversaciones estaban destinadas al fracaso después de un periodo de tiranteces continuas. Vox, sin ir más lejos, se opuso junto al PSOE al pretendido aumento de sueldo de la alcaldesa -de un 22%- y Orduna terminó dando marcha atrás. Así las cosas, Antonio Laborda se ha erigido en respaldo del Partido Popular mientras se dirimen en los tribunales sus diferencias con el partido al que representó en el consistorio entre 2019 y 2023.
El concejal tránsfuga de Vox afirma que su prioridad al dar el ‘sí’ a las cuentas del PP en el pleno de este jueves es “dar estabilidad” a la ciudad: “Hice un compromiso cuando me fui de Vox, que no eran partidarios de tener una estabilidad en la ciudad, y lo mantengo”, manifiesta, y pone como ejemplo “otras ciudades donde no se da esta estabilidad y va a ser complicado que se aprueben los presupuestos”.
Las cuentas incorporan buena parte de las propuestas de Antonio Laborda, cifradas en unos 415.000 euros. En todo caso, de un calado menor: la mejora del acerado de la calle Gibraltar, la realización de una rotonda para la calle Balsas de Chirín o la redacción del proyecto para la fase 2 de la reurbanización del paseo Ramón y Cajal. Asimismo, las obras de mejora del Banco Azul, un convenio con la Peña Taurina Oscense, un plan de mantenimiento de edificios municipales y la puesta en marcha de un proyecto de casetas para libros. La petición de una báscula municipal para el parque de camiones se incluirá en las remanentes.
Fuentes del PSOE oscense tildan la situación de “esperada y decepcionante”. Contaban con que no se admitiera ninguna de sus enmiendas, que valoraban en cuatro millones de euros. También acusaron al equipo de gobierno de mentir cuando afirmó que los socialistas no habían querido sentarse a negociar cuando, según estos, solo habían pedido que se retrasara el encuentro. El presupuesto para 2025 asciende a 68 millones de euros, casi un 12% superior al de este año. Destaca por su perfil urbanístico, ya que se van a acometer las obras del centro de emergencias, que costarán 3,2 millones de euros, y la rehabilitación integral del Casino: 2,6 millones financiados con fondos europeos.
Los choques entre los dos principales partidos del Ayuntamiento de Huesca han llevado a los socialistas a valorar la reprobación de Orduna. La portavoz del PSOE en el consistorio, Silvia Salazar, alude a que “hemos permanecido callados ante las graves acusaciones de los últimos meses para no embarrar aún más la convivencia en el Ayuntamiento de Huesca: dijo que habíamos jugado con la vida de los usuarios del Santo Grial, que habíamos cometido prevaricación ambiental en el Jai-Alai y que concejales socialistas habían instigado a través de las redes sociales la agresión que sufrió durante las fiestas de San Lorenzo. Es inaceptable. Este tipo de acusaciones se hacen en sede judicial, todo lo demás son mentiras lanzadas para distraer, para enturbiar y crispar”.
Por su parte, Vox define el presupuesto para 2025 como “continuista” y “carente de un plan real para el desarrollo de la ciudad”: “Se trata de un documento grandilocuente en cifras, pero vacío de propuestas concretas que impulsen el crecimiento económico y social que nuestra ciudad necesita”, defiende el portavoz de la formación de extrema derecha, José Luis Rubió.
Ricardo Oliván, concejal de Hacienda, realiza una valoración “positiva” tanto de las cuentas como del entendimiento alcanzado con Laborda y plasmado en la comisión de su área celebrada el lunes: “Confiamos en que el acuerdo se ratifique en el pleno previsto este jueves para que Huesca cuente con unos presupuestos que permitan mejorar el urbanismo y la movilidad, promocionen la ciudad, impulsen la actividad económica y mantengan y mejoren los servicios públicos”.