Varios centros privados concertados de Zaragoza cometieron irregularidades en el proceso de escolarización, para el próximo curso, de Alumnos con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (ACNEAEs). Parecía claro y este martes ha llegado la confirmación. Y lo ha hecho, directamente, desde el Gobierno de Aragón: el director general de Planificación y Formación Profesional del Ejecutivo autonómico, Ricardo Almalé, ha confirmado la detección de 347 irregularidades.
Un dato más que demuestra el “fraude” (denunciado por CGT en un primer momento), tras el tremendo incremento (553) de este tipo de alumnos en los centros concertados entre noviembre de 2017 y marzo de 2018.
Tras la aparición de la polémica, se pusieron en marcha sendas inspecciones que, como ha explicado Almalé, “arrojaron la eliminación inmediata de 52 de los casos descubiertos y una posterior de otros 188, mientras que el resto de detecciones fueron pequeñas irregularidades de forma”. La comparecencia del director general se ha producido a petición de Podemos.
De los morados también salieron algunas de las cifras más escandalosas de este proceso que, a la postre, se ha demostrado irregular: por ejemplo, que entre 14 colegios concertados (los que más aumentaron) se sumaron más alumnos ACNEAEs que los 88 centros públicos de Zaragoza. Otra posible lectura mostraba que en 13 colegios concertados se duplicó el número de ACNEAEs, algo que no sucedió en ningún público.
Días después, la propia consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, explicó que Inspección Educativa había detectado que algunos de estos centros diagnosticaron ACNEAEs sin, siquiera, informar de ello a sus familias.
Proceso de escolarización
El motivo, han sostenido siempre CGT y Podemos, es la modificación incluida por el Ejecutivo autonómico en el Decreto de Escolarización con el objetivo de “garantizar la matriculación equilibrada del alumnado ACNEAE” entre los centros públicos y privados concertados.
Con base en estas novedades, por primera vez (en el proceso de escolarización) se tenía en cuenta el número de alumnos con necesidades específicas que había en cada colegio. Es decir, a cada centro se le exigía una reserva de plazas para ACNEAEs que dependía de los que ya tenían. Si decían que tenían más, la exigencia era menor.
El responsable de Planificación ha insistido en que “el proceso de admisión no se ha visto afectado por esta situación”.