El abogado Luis Mangrané y el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez no han podido volar a El Aaiún desde Casablanca, después de que las fuerzas de seguridad marroquíes notificaran que existía una orden de expulsión contra el jurista aragonés.
Mangrané explica que, después de un importante retraso en la salida del vuelo que les iba a llevar de Casablanca a El Aaiún, y con el pasaje ya al completo, “la policía entró y me pidió que les acompañara a las escaleras, una vez allí había ocho policías de paisano que me metieron en una furgoneta”.
El único que hablaba español, continúa el letrado, “me explicó que había una orden de expulsión del Gobierno de Marruecos contra mí basándose en la Ley nº 02-03 relativa a la entrada y residencia de extranjeros en Marruecos, a la emigración e inmigración irregulares”.
Viendo que su acompañante no volvía al avión, Sánchez decidido abandonarlo para comprobar qué es lo que estaba ocurriendo. Según explican desde el Observatorio Aragonés para el Sáhara Occidental, habían decidido sentarse separados para evitar que las fuerzas de seguridad pudieran relacionarlos.
Mangrané ha visitado en varias ocasiones los Territorios Ocupados. La última para acompañar a la cineasta aragonesa Laura Sipán, que iba a rodar un documental sobre la activista saharaui Soukeina Yedehlu. En 2009, el abogado fue expulsado cuando visitaba a Sultana Jaya, vicepresidenta del Foro de la Mujer Lavenir Saharaui.
Era la primera vez, sin embargo, que Gervasio Sánchez viajaba a los Territorios Ocupados. Su objetivo era conocer la situación real que vive el pueblo saharaui en esta zona. Mangrané iba a ser su guía en esta expedición, ayudándole para ponerse en contacto con activistas y asociaciones.
Tras retener al abogado, Sánchez decidió no continuar el viaje. Ambos han pasado la noche en un hotel del aeropuerto de Casablanca y se espera que aterricen hoy, a las 14:25 horas, en Barajas.
“En Marruecos hay dos varas de medir”
El problema, aseguran en el Observatorio Aragonés para el Sáhara Occidental, es que en Marruecos hay dos varas de medir: una para lo que atañe al territorio nacional y otra para los Territorios Ocupados. Prueba de ello “es que la delegación no tuvo ningún problema para entrar en Casablanca y, por el contrario, para volar al Sahara Occidental el bloqueo es claramente más restrictivo”.