El PAR apoyará la investidura de Azcón tras firmar un acuerdo con el PP que lo vincula directamente con Vox
Horas antes de que empiece el pleno de investidura de Jorge Azcón como presidente de Aragón, el PP y el PAR han firmado un acuerdo de gobierno que otorga varias direcciones generales del futuro Ejecutivo autonómico a los aragonesistas y a los populares un intento de blanquear su pacto con Vox, formación con la que también gobernará en coalición. Aunque el voto del único diputado del PAR, Alberto Izquierdo, no era necesario para que Azcón sumara la mayoría necesaria para ser presidente, el acuerdo firmado contenta a ambas partes. Por un lado, los aragonesistas tratan de incrementar su peso político y también sus recursos económicos y Azcón intenta tener un contrapeso que aligere la carga de ideología ultraconservadora que tiene su pacto con Vox.
El acuerdo alcanzado es mucho más concreto que el suscrito entre los populares Vox y, en cierta medida, trata de incluir algunos puntos que no se introducían en el pacto entre el PP y la ultraderecha. Especialmente, todos aquellos que pretenden introducir conceptos de territorialidad y aragonesismo, pero ningún punto tiene carga ideológica ni es contradictorio con el firmado con Vox. Por tanto, son diferentes pero complementarios.
El Partido Aragonés cambia así radicalmente de socio en esta legislatura. Si en la pasada gobernó en el cuatripartito con otras tres formaciones, todas ellas de izquierdas (PSOE, CHA y Podemos) ahora lo hace con la derecha y la ultraderecha, a pesar de obtener un único diputado adscrito al grupo mixto y sin ninguna relevancia en la configuración de mayorías absolutas. El actual líder del PAR, Alberto Izquierdo, desbancó a la pasada dirección aragonesista, dirigida por Arturo Aliaga, en una profunda crisis que acabó con la división del partido y la creación de tres facciones. Dos de ellas se vincularon al PP y otra se alió con Ciudadanos, con la que apenas ha obtenido más representación que algunas concejalías.
El acuerdo se articula en varios apartados. El primero lleva por título “Autonomía y autogobierno” e incluye la bilateralidad con el Estado, la posibilidad de negociar un modelo de financiación propio, la reunión de la comisión mixta de transferencias, el reconocimiento a instituciones propias como el Justicia (que Vox niega), la representación directa de Aragón en Europa y la “gestión eficaz” de la Corporación Aragonesa de Radiotelevisión, también en el punto de mira de Vox.
El segundo punto del acuerdo se titula “territorio y sociedad. En él se incluyen muchos más aspectos concretos, muchos de ellos ya en marcha. Sí incluye un apartado específico con medidas sobre la despoblación y la gestión del Fondo de Inversiones para Teruel (FITE). Asimismo, incluye generalidad sobre el impulso y el fomento de las distintas plataformas logísticas, la planificación y gestión forestal (que posiblemente gestionará el PAR) y una defensa encendida de la caza. También se añade un apartado sobre política hidráulica en la que no se menciona el rechazo expreso al trasvase, aunque sí que se defenderán los intereses de Aragón en cuestiones relacionadas con el agua, en virtud de lo que indica el Estatuto (que incorpora una reserva hídrica de uso exclusivo para la comunidad autónoma de 6.550 hectómetros cúbicos). En el mismo apartado se mencionan algunas de las infraestructuras estratégicas para Aragón y la necesidad de invertir en ellas.
Otro apartado se refiere al empleo y la competitividad, con ayudas directas a los agricultores afectados por la sequía, planes específicos para comercio, la simplificación de trámites administrativos y medidas de reducciones e incentivos fiscales. Otro apartado se dedica a los servicios públicos, con la inclusión de una dirección general específica para la educación concertada y el apoyo “a la cultura del esfuerzo”.
El último apunto incide en la necesidad de suprimir el Impuesto de Patrimonio y una financiación adecuada para Aragón.
Más allá del contenido del acuerdo, en lo ideológico apenas difiere de las generalidades del que ha suscrito el PP con Vox. Y. como con el suyo, comparte una fuerte ideología conservadora aunque la tiñe de un tibio aragonesismo con la que los populares pretenden suavizar las contundentes críticas que está recibiendo tras introducir a la ultraderecha en el Gobierno de Aragón. Es llamativo que ninguna de las tres formaciones que participarán del próximo Ejecutivo autonómico han firmado un pacto conjunto, y se ha limitado el PP a firmar acuerdos programáticos distintos con cada una de las dos fuerzas que le brindarán su apoyo este jueves.
El Partido Aragonés, sumido en una grave crisis económica y de identidad, trata con este acuerdo asegurarse varios puestos de gestión en el Gobierno autonómico y tener visibilidad, aunque para ello formará una alianza, aunque sea indirecta, con Vox, partido que rechaza la autonomía y que defiende el trasvase del Ebro, líneas rojas del PAR durante, al menos, los últimos 45 años.
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