Manuel y Antonio Lapeña Altabás fueron fusilados en 1936 por las tropas franquistas. Los hermanos, procedentes de Villarroya de la Sierra (Zaragoza), fueron enterrados en Calatayud, pero en 1959 fueron reinhumados en el Valle de los Caídos. A finales de 2019 Patrimonio Nacional hizo pública una lista por la que autorizaba la exhumación de 31 víctimas de El Valle de los Caídos, entre ellas los hermanos Lapeña.
La Comisión Institucional y de Desarrollo Estatuario de las Cortes de Aragón aprobó una Proposición no de ley impulsada por Izquierda Unida en la que se solicitaba el reconocimiento de los 8.546 represaliados en la Guerra Civil inhumados en el Valle de los Caídos, en especial a las víctimas de la familia Lapeña Altabás por “su peso dentro del territorio”, según explicó Álvaro Sanz, diputado de Izquierda Unida.
La primera victoria de la familia Lapeña fue en 2016, cuando un juzgado de San Lorenzo de El Escorial reconoció a la familia de los hermanos Manuel y Antonio Lapeña Altabás el derecho a recuperar sus cadáveres para trasladarlos a su localidad natal. Sin embargo, las obras se paralizaron hasta 2019, a la espera de que Patrimonio Nacional diera el visto bueno para poder acceder a la cripta donde se encontraban los hermanos. La familia reprochaba a Patrimonio que, a pesar de haber autorizado la exhumación, no hubo una reparación y se alargó el proceso.
Con esta iniciativa se pretende, según Sanz, reconocer los esfuerzos de las familias en la búsqueda de la verdad y en la recuperación de los cuerpos, además asegura que “no se trata de revancha, se trata de justicia. Hay que garantizar que la sentencia conquistada por los hermanos Lapeña se use como ejemplo”.
A esta propuesta le añadió una enmienda el grupo socialista para reconocer a todos los represaliados de la guerra, no solo a los bilbilitanos por los que se presentó la iniciativa: “Acordamos reconocer a las 8.546 personas como represaliados de la guerra civil, que partiendo de una base individual seamos conscientes del contexto y del fenómeno colectivo”.
La iniciativa estuvo apoyada por todos los grupos de la cámara, a excepción de Vox, cuyo portavoz destacó que en la Guerra Civil hubo damnificados de ambos bandos y aseguraba que su partido no iba a permitir “que haya víctimas de segunda. Todos los asesinados merecen descansar en paz”.