El Aeropuerto de Teruel abre sus puertas por primera vez a todos los ciudadanos, habilitando un espacio de 70.000 metros cuadrados para mostrar por qué es un caso de éxito. Es la manera que tiene de celebrar el próximo domingo 27 de mayo su quinto aniversario, mostrando por primera vez la instalación a todo el público para que descubra por qué este aeropuerto industrial es rentable económica y socialmente.
En este gran espacio se podrán ver este domingo aviones F18 y Hércules del Ejército del Aire, aviones comerciales, helicópteros medicalizados y de las Fuerzas de Seguridad, avionetas de una escuela de vuelo y drones, que son una de las apuestas de futuro, en las que colabora el Campus de Teruel. Y junto a ellos, stands de las empresas instaladas en el aeropuerto donde se desarrollan actividades empresariales tan dispares como el lanzamiento de cohetes o el desarrollo de drones.
La empresa que actuó como imán para todas, y que es el principal cliente de esta infraestuctura pública, es la filial de Airbus, Tarmac. El negocio de esta empresa es el mantenimiento de aeronaves comerciales, y desde hace unos meses también del reciclaje, lo que ha convertido a Teruel en el centro principal de la compañía en Europa.
Al calor de este cliente han llegado en estos cinco años otras empresas aeronáuticas que han encontrar en Teruel el lugar ideal para desarrollar su actividad industrial: probar motores cohete, desarrollar drones y sus aplicaciones, el tratamiento de imágenes de satélites, el aeromodelismo, una escuela de vuelo y otra que quiere lanzar un prototipo a la estratosfera. En total, cada día entran en el aeropuerto de Teruel unas 400 personas, la mayoría vinculados a la actividad de Tarmac, y algo más de la mitad de ellos son trabajadores.
Son algunos de los números de éxito de este aeropuerto que está plenamente operativo, a diferencia de otros que se gestaron en la época de bonanza económica en España, impulsados por instituciones públicas. Los datos que ofrece el director del Aeropuerto, Alejandro Ibrahim, son un buen balance tras cinco años de actividad: diez empresas instaladas, más de 130 clientes trabajando para el aeropuerto, 150 proveedores y 9.000 operaciones aéreas en sus cinco años de historia.
Carácter industrial
La clave del éxito es su carácter industrial desde el origen, un acierto porque porque responde a una necesidad y una demanda del mercado. Y las perspectivas son de crecimiento, con nuevas empresas interesadas en instalarse en este aeropuerto, aunque Ibrahim es prudente y no quiere desvelarlas hasta que no se concrete su instalación formalmente.
Los 16 millones de euros que las instituciones públicas tienen previsto invertir en los próximos dos años, en un nuevo hangar y otras mejoras, animan también la llegada de otras empresas a este aeropuerto calificado de “éxito colectivo” según señalaba la consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, durante la presentación de los actos conmemorativos, y en la que mostraba que para el Ejecutivo aragonés es un “proyecto estratégico”.
El Gobierno de Aragón, además de presidir el consorcio que gestiona el aeropuerto, va a poner en marcha desde el Departamento de Educación un grado superior de Formación Profesional en aeronáutica para el próximo curso, y el Campus de Teruel ha anunciado también colaboraciones con el aeropuerto, especialmente en el campo de los drones.
Vuelos comerciales
El aeropuerto ha estado abierto a la aviación privada desde el origen, pero en breve dará otro paso más, el de los vuelos comerciales de pasajeros, después de más de un año trabajando para homologar el aeropuerto para hacerlo. “No era un objetivo prioritario” por el carácter industrial de la infraestructura pero los clientes “están empezando a demandar poder venir en aviones ejecutivos”, así que cuando el aeropuerto cuente con todas las certificaciones, en un mes espera Ibrahim, podrán operar vuelos comerciales de hasta 19 pasajeros en el Aeropuerto de Teruel.
Un paso más para una infraestructura que ha ido creciendo, dice la alcaldesa de Teruel y vicepresidenta del Consorcio, Emma Buj, “de una forma ordenada, según la demanda de las empresas” y que hoy se trata de un proyecto con “gran rentabilidad económica y social”.