Aragón flexibilizará en los próximos días las medidas de convivencias que rigen en las residencias de la Comunidad, tanto de mayores como de personas con discapacidad, gracias al descenso en el número de contagios y brotes que viene experimentándose desde que a finales de diciembre empezara la vacunación y que, en estos momentos, se limita a 14 brotes y 78 personas contagiadas. “Ha llegado el momento de empezar a rebajar algunas de las normas que hasta ahora han marcado la convivencia en estos centros, necesarias y útiles, pero que pueden empezar a relajarse a la vista de la efectividad de la vacuna”, ha anunciado la consejera, María Victoria Broto, durante la visita que ha realizado esta mañana al hogar de Barbastro.
Las medidas se publicarán próximamente en el Boletín Oficial de Aragón, si bien la consejera ha adelantado algunas de las más importantes. En ellas, ha indicado Broto, permitir que los residentes vacunados de los centros de mayores y de discapacitados no usen mascarilla en sus espacios privativos exteriores cuando estén solos (con familiares y visitas permanece la obligatoriedad de uso). Del mismo modo, se elimina cualquier limitación de tiempo en la salida de los residentes vacunados: pueden ir a dormir un día fuera, a comer, etc. Del mismo modo, los trabajadores o residentes de nuevo ingreso que estén vacunados podrán entrar en los centros sin necesidad de prueba diagnóstica, y lo mismo ocurrirá en ambos casos si regresan de vacaciones. Otras de las novedades es que las cafeterías, tanto de residencias como de centros de día, podrán ser utilizadas por los familiares (hasta ahora solo podían residentes y trabajadores).
Respeto a los centros de día, la orden prevé permitir su apertura en aquellos que hasta ahora no habían podido hacerlo debido a que comparten espacio con una residencia, y permite ampliar su prestación de servicios a los que, por el mismo motivo, los tenían limitados. Dentro de estos centros, la distancia entre usuarios se acorta de 2 a 1,5 metros. Por último, se habilita a los centros a pedir medidas excepcionales de blindaje si la localidad en la que se ubican experimenta un elevado índice de contagios y lo ven necesario para proteger a sus residentes.
La consejera de Ciudadanía ha recordado durante su visita al Hogar de Barbastro que la red de hogares de mayores de Aragón, que cuenta con 31 centros y 109.000 socios, está a punto de iniciar un proceso de transformación para adecuarse a la demanda y nuevas necesidades de los usuarios actuales y de los futuros. “Las inquietudes cambian, y las opciones de ocio, formación o desarrollo también, y debemos ser capaces de adaptarnos a ellas y dar la respuesta que se requiere para que este recurso sea útil y demandado”, ha dicho María Victoria Broto. La necesidad de cambio en el concepto de los hogares de mayores viene marcada por varios factores: el demográfico y el social; las enseñanzas y nuevas necesidades que ha detectado la pandemia; y la voluntad de que estos centros se conviertan en agentes activos de la detección de la soledad no deseada y de situaciones de vulnerabilidad.
El plan de trabajo marcado por los equipos del IASS para realizar este proceso fija los meses de mayo, junio y julio para llevar a cabo el análisis y el mapa de diagnóstico y los de septiembre y octubre para trabajar la validación del proceso y la culminar la propuesta de cambio. La intención, ha explicado la consejera, es que las novedades que se deriven puedan empezar a implementarse en 2022.
En la provincia de Huesca hay siete hogares y un total de 22.874 socios. En estos momentos, todos los hogares de Aragón tienen sus puertas abiertas y, desde el mes de junio, ofrecen diferentes servicios a sus 109.000 socios, como podología, peluquería el programa de Promoción de la Autonomía Personal (PAP); los que tienen opción han abierto sus cafeterías para ofrecer comidas para tomar allí o para recoger y consumir en casa. Además, han empezado a impartirse los cursos ‘on line’ del convenio con La Caixa, 74 en total, en áreas como nuevas tecnologías, salud, desarrollo personal y tertulias literarias; a ellos se han inscrito 1.076 personas. Otras mil personas están ya participando en las actividades que de forma piloto han empezado a ofertarse, tanto físicas como cognitivas.