Un proyecto europeo para conseguir refugios de montaña sostenibles reduce en 6 toneladas las emisiones de dióxido de carbono

Tras dos años de operación, el proyecto europeo SustainHuts –que lidera la Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón–, destinado a conseguir refugios europeos de alta montaña más sostenibles, alcanza su ecuador y empieza a obtener “prometedores resultados en forma de reducción de emisiones contaminantes”.

Tras la monitorización y medición del consumo de energía y de las necesidades de los centros montañeros involucrados -cinco españoles, dos eslovenos y uno italiano- y la propuesta de soluciones preliminares, la implantación de las actuaciones realizadas hasta la fecha ha conseguido reducir en más de 6 toneladas las emisiones de dióxido de carbono.

Estos datos, explican los responsables del proyecto, proceden de la monitorización del refugio de Lizara –en el Valle de Aragüés-Jasa del Pirineo aragonés– el primero con todas las tecnologías instaladas y cuyos resultados obtenidos de la monitorización coinciden con los estimados inicialmente.

A la espera de tener nuevos datos procedentes de los refugios, dicen, “se espera que el beneficio para el medioambiente pueda ser todavía mayor: a la finalización del proyecto, se prevé una reducción anual de cerca de 70 toneladas totales de CO2, equivalente al CO2 absorbido por más de 11.000 árboles”.

Las tecnologías propuestas se han basado en el aprovechamiento de distintos recursos renovables locales en función de la posibilidad de explotación de cada refugio, por lo que se instalarán más de 20 medidas tecnológicas relacionadas con fuentes de energías sin emisiones contaminantes –solar térmica, solar fotovoltaica, hidráulica, eólica o biomasa-, mejoras en el aislamiento con materiales novedosos (basados en lana de oveja reciclada, con lo que se aprovechan las posibilidades de la economía circular) y otras actuaciones de mejora de la eficiencia energética, como una termochimenea con una eficiencia superior a las convencionales.

Las primeras siete tecnologías ya se encuentran instaladas: paneles fotovoltaicos, la termochimenea, y un nuevo inversor para optimizar el control del funcionamiento de los grupos electrógenos en Lizara; un inversor para almacenar en baterías los excedentes de generación eléctricos de la turbina hidráulica en Estós; una estufa de pellets en el refugio de Cap de Llauset y en el caso del refugio de Torino una novedosa planta de recuperación y tratamiento de aguas más una instalación fotovoltaica. A lo largo de los próximos meses se prevé la instalación del resto de las 20 tecnologías.

Entre dichas medidas, en el refugio de Bachimaña se instalará un sistema de almacenamiento de hidrógeno, que será todo un referente de aplicación en refugios de montaña. Actualmente se están concluyendo las fases de diseño y proyecto, habiéndose analizado para ello las diferentes alternativas de ubicación en el refugio o los requerimientos de transporte en helicóptero, impacto visual y facilidad de montaje, para que esta tecnología comercial pueda ser instalada de forma óptima y puesta en operación en el próximo año.