“Teruel Existe” quiere recuperar el espíritu de las grandes movilizaciones de 1999 para frenar la situación de despoblación que le ha hecho perder cerca de la mitad de su población desde los años sesenta del siglo pasado. La falta de infraestructuras dignas en las que hace años que no se invierte, como el ferrocarril, y carreteras que no se construyen, se suman al agravio comparativo en cuestiones como la sanidad o la agricultura. La coordinadora ha enviado a todos los colectivos de la provincia un manifiesto con el que adherirse a una gran movilización que plantean realizar el próximo mes de mayo en Zaragoza, porque, dicen, “la despoblación vertiginosa de la provincia continúa y es una amenaza real de desaparición”.
Ahora han confluido movilizaciones reivindicativas en el campo de la sanidad, en el que la provincia espera desde hace más de una década la construcción de dos nuevos hospitales en Teruel y Alcañiz para dar cobertura sanitaria a la provincia.
También sobre las infraestructuras y servicios ferroviarios, sobre las autovías paralizadas, del agravio comparativo en el sector agrario con la aplicación de la PAC, o la insegura perspectiva de la minería del carbón y del sector eléctrico. A esto se han sumado reivindicaciones en el sector educativo, así como sobre la inseguridad en el medio rural tras el triple crimen de Andorra el pasado mes de diciembre.
“Hay mucho movimiento y pensamos que se dan las condiciones”, explicaba en rueda de prensa uno de los portavoces de la coordinadora, Manuel Gimeno, para que estos movimientos que están realizando acciones de manera individual puedan “hacerlo de manera global”.
Gimeno ha recordado que “Teruel Existe es un espíritu de reivindicación” en el que “cabe todo lo que tenga sentido y sea bueno para la provincia”. Cree que ahora “está de moda” la despoblación, y que “como la gente intuye que va a haber fondos, y fondos importantes, se están posicionando”. En todo caso, considera que no hay que echar la culpa “solo a los políticos”, ya que los turolenses tienen que “conocer y reivindicar, y si no lo hacemos no nos quejemos”.
El espíritu del 99
Por todo ello, la coordinadora anima recuperar el “espíritu del 99”, tal y como resaltaba Antonio Catalán, uno de los históricos del movimiento, que recordaba algunos de los principales hitos de la reivindicación, porque Teruel nunca ha estado callada. Desde las jornadas “Salvemos Teruel”, celebradas en 1977 y 1978 en Miravete, Escucha y Alcañiz, hasta los cinco minutos de silencio del 1 de diciembre de 1999 y el paro general del 29 de noviembre del 2000, que de verdad mostró la fuerza de la provincia.
A partir de esa fecha, el movimiento cobró fuerza y las iniciativas no pararon, con reivindicaciones colectivas en la provincia, en Zaragoza, en Madrid y en Bruselas: “La ciudadanía turolense ha demostrado estar a la altura de las circunstancias”, explican. Ahora piden un nuevo impulso para retomar las movilizaciones bajo el lema “Salvemos Teruel”, con el que llevarán a Zaragoza en la primera quincena de mayo las reivindicaciones de una provincia que no quiere morir.