Una agencia de Oviedo entre las diez del país que vende pisos en criptomonedas
Manuel Iglesias está al frente de la única agencia inmobiliaria que cuenta en Asturias con la certificación para la venta de propiedades en la plataforma Inmo Crypto, que ha lanzado el primer portal inmobiliario 100% regulado en España para la compra de viviendas mediante bitcoines y criptomonedas.
Es el CEO de RK Iglesias, la agencia ubicada en la céntrica calle Nueve de Mayo en Oviedo. Apenas lleva tres semanas con esta certificación y ya ha comprobado el gran interés que está suscitando su modalidad de venta de inmuebles. Sólo otras nueve empresas están homologadas para este tipo de transacciones en España.
Recientemente un joven asturiano acudió personalmente a la agencia para interesarse por este sistema al disponer de bitcoines, pero no suele ser habitual que estas gestiones se realicen de forma presencial.
Su cartera de clientes procede en su mayoría de Madrid, Barcelona e incluso de la ciudad rusa de San Petesburgo, mientras que los criptoinversores son generalmente originarios de países como Rusia, Ucrania, Venezuela, China o Argentina.
El contacto con los criptoinversores
Manuel explica que la principal característica que les diferencia de otras agencias inmobiliarias es que la suya es la única que puede dar a conocer las viviendas de sus clientes a criptoinversores.
“Este es un portal inmobiliario donde las empresas homologadas volcamos nuestro producto para hacérselo llegar a criptoinversores que no están buscando adquirir una vivienda en otros portales generalistas, como puede ser por ejemplo Idealista, porque les abrimos una vía para poder invertir en criptomonedas. La vivienda en sí es un activo inmobiliario. La única diferencia es que la van a pagar con criptos”, explica.
Él lleva en el sector inmobiliario desde 2002. A través de su asociación con el portal inmobiliario nacional Rk Realmark se adentró en este mundo donde asegura que hay grandes oportunidades de negocio.
“Hay muchos directivos de empresas cripto que han invertido en moneda digital. En febrero de 2011, por ejemplo, un bitcoin valía un euro. Hoy en día su valor ronda los 46.000 dólares, de forma que si esa persona que lo vio venir invirtió mil euros ahora tendría capacidad para comprar una casa de 400.000 euros en criptomonedas”, expone.
Cada bitcoin es esencialmente un archivo que se almacena en una aplicación de “monedero digital” en un ordenador o smartphone. Cada transacción se registra en una “cadena de bloques” (“blockchain” en su término en inglés), que es un libro de contabilidad digital que soporta la red.
Sin control bancario, ni gubernamental
Las criptomonedas no están controladas por ninguna entidad central como un gobierno o institución financiera, si bien este es un proceso que está aprobado por notarios, registradores de la propiedad y bancos de criptomonedas.
La trazabilidad así es mucho más fácil de ver, ya que está con tecnología “blockchain” que genera una base de datos compartida a la que tienen acceso sus participantes, los cuales pueden rastrear cada transacción que hayan realizado.
Las transacciones de bitcoin se validan mediante un proceso llamado minería que se basa en aplicaciones de software que se ejecutan en hardware específicamente diseñado y los mineros de todo el mundo conectan sus dispositivos de minería para formar una red. Juntos verifican que sólo se aprueban las transacciones legítimas, es decir, verificando que cada transacción es única.
Manuel calcula que hay unos 14.000 mineros aproximadamente por todo el mundo que se encargan de validar estas transacciones.
Muchas veces se asocia al mundo cripto al pago en dinero en B, pero nada más lejos de la realidad, porque los trámites burocráticos de blanqueo de capitales que hay que pasar son bastante más severos que los de una transferencia bancaria al uso
Manuel quiere dejar claro que estas operaciones nada tienen que ver con la mala imagen que, según opina, se transmite a la opinión pública vinculándolas a fraudes o estafas.
“Muchas veces se asocia al mundo cripto al pago en dinero en B, pero nada más lejos de la realidad, porque los trámites burocráticos de blanqueo de capitales que hay que pasar son bastante más severos que los de una transferencia bancaria al uso”, sostiene.
El CEO resalta la importancia de que se pierda el miedo a este futuro del sector inmobiliario porque él incide en que es seguro invertir en criptomonedas.
“No le debemos tener miedo porque han venido para quedarse. Nuestro objetivo es conseguir que nuestros clientes que quieren vender una propiedad la vendan mejor, más pronto y al mejor precio. Hemos apostado por este medio porque somos capaces de vender los pisos de nuestros clientes en un sitio donde nadie más de la competencia puede entrar. Unas operaciones que son seguras y que no afectan al vendedor a la hora de recibir en euros el valor de su inmueble”, indica.
Las casas que se ofertan tienen un precio que se mueve por término medio en una horquilla entre 300.000 y un millón de euros, de ahí que sus clientes sean personas que buscan agencias que dispongan de esta certificación exclusiva para poder utilizar como medio de pago la moneda digital.
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