La Audiencia Provincial de Madrid, donde hoy se ha reanudado el juicio por el origen de la fortuna del exvicepresidente de Gobierno de José María Aznar, Rodrigo Rato, ha rechazado la prescripción y el archivo de la causa pedida por varios de los 17 acusados.
La Sala asume así el criterio de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado, que negaron que Rato o cualquiera de los otros acusados hayan sufrido indefensión durante la instrucción. “No cabe admitir la prescripción”, ha explicado la presidenta, Ángela Acevedo, ya que el tribunal “necesita ver la prueba en su conjunto”.
En la primera sesión de 2024 de un juicio que se prolongará hasta finales de mayo, la magistrada Acevedo ha aclarado que la mayoría de las cuestiones previas se resolvieron en la fase de instrucción, y a las que quedan pendientes “se les dará cumplida respuesta en la sentencia”.
Lo que si se ha resuelto es la posibilidad de que los acusados que lo han pedido -todos menos Rato- queden eximidos de asistir a aquellas sesiones del juicio que no les afecten directamente. El exvicepresidente del Gobierno, que colabora los miércoles en una ONG, ha aclarado que cambiará ese día para poder acudir a la Audiencia Provincial.
La sección séptima de la Audiencia Provincial es la encargada de juzgar a Rato, más de un año después de que el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid acordara remitirle las actuaciones del caso para su enjuiciamiento, tras siete años de instrucción de un procedimiento en el que se acumularon más de 70.000 documentos.
Rato está siendo juzgado como presunto autor de once delitos contra la Hacienda Pública entre los años 2005 y 2015, un delito de blanqueo de capitales y otro de corrupción entre particulares en la concesión de las campañas publicitarias de Bankia a las agencias Zenith y Publicis en su etapa al frente de la entidad.
Junto a Rato figuran como acusados por delito fiscal el que fuera administrador de varias sociedades vinculadas a Rato, Miguel Ángel Montero, o el ex secretario general de Telefónica, Ramiro Sánchez de Lerín, entre otros. Por el delito de blanqueo de capitales se encuentra también acusado Santiago Alarcó, excuñado de Rato; mientras que en el de corrupción entre particulares está José Manuel Fernández Norniella, antigua “mano derecha” del exministro, o su antigua secretaria, Teresa Arellano.