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Cambia Avilés prepara un lavado de cara al callejero para borrar el pasado franquista de la Villa del Adelantado

La Concejalía de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Avilés está preparando un estudio sobre el cambio de nomenclatura de varias calles vinculadas al franquismo y la retirada de la simbología vinculada a la etapa de la dictadura que aún perdura en la Villa del Adelantado en aplicación de la Ley de Memoria Democrática. Además, su titular, Ana Solís, de IU-Cambio Avilés, también impulsará una iniciativa para realizar un homenaje a la última corporación municipal republicana, como reparación.

Entre las principales modificaciones que se están analizando figura el cambio de nombre del estadio de fútbol Román Suárez Puerta, que hace referencia al que fuera alcalde de la ciudad entre los años 1940 y 1953, así como la sustitución de las placas de las calles dedicadas a los alcaldes Francisco Orejas Sierra y José Luis López Ocaña y del rector Sabino Álvarez-Gendín.

El Ayuntamiento también retirará toda la simbología de la dictadura que persiste en varios enclaves de la ciudad y para ello está elaborando un censo de los edificios construidos durante la dictadura en los que todavía aparecen placas con el yugo y las flechas. Ana Solís ha explicado a elDiario.es Asturias que la idea es dar complimiento a la Ley en el concejo de Avilés en sintonía con las directrices del Consejo de Dirección de Memoria Democrática, un organismo dependiente de la administración autonómica.

Con el PSOE se cambiaron alrededor de 32 calles franquistas hace años. Ya se ha hecho gran parte del trabajo de memoria democrática y lo que queda son cosas puntuales que habrá que valorar si dentro del nuevo marco legislativo hay que modificarlas o no

“Hace muchos años, el PSOE llevó a cabo el cambio de alrededor de 32 calles franquistas. Ya se ha hecho gran parte del trabajo de memoria democrática y lo que queda en Avilés son cosas puntuales que habrá que valorar si dentro del nuevo marco legislativo hay que modificarlas o no”, ha afirmado la edil. Su intención es estudiar caso por caso y ver cuál es la opinión del Consejo de Memoria en Oviedo para actuar en consecuencia.

“Se trata de cumplir la ley y de momento son estudios, si bien tenemos cuatro años de legislatura por delante para ir haciéndolo”, ha incidido. “Somos dos agrupaciones políticas distintas -el PSOE e IU-Cambia Avilés- y yo hasta que no lo tenga todo cerrado no puedo decir nada. Es un tema de simple voluntad política y estamos trabajando en ello”, ha corroborado.

Vestigios franquistas en Avilés

Los nombres de los alcaldes José Luis López Ocaña y Francisco Orejas Sierra han sido los primeros que se barajan para ser retirados del callejero al considerar que formaron parte “de forma documentalmente demostrada de tribunales o instituciones declaradas nulas e ilegítimas en la Ley de Memoria Histórica”.

Avilés cuenta con una calle en El Carbayedo dedicada a José Luis López Ocaña, médico y primer alcalde tras la victoria de los sublevados en el Frente Norte. Participó activamente en la represión contra los republicanos. Ejerció como alcalde en dos ocasiones, la última de las cuales en el periodo de 1937 a 1940. Su mandato coincidió con los momentos “mas duros” de la represión, según han descrito historiadores que han analizado esta época.

Por su parte, Orejas Sierra estaría vinculado a varios casos de represión en los años 40 del siglo pasado y la calle a la que da nombre está ubicada en Las Meanas. Fue designado regidor avilesino en 1956. Falleció en 1965 a los 53 años, siendo alcalde.

Sabino Álvarez-Gendín (1895-1983) tiene una calle en La Magdalena. Fue nombrado rector de la Universidad de Oviedo por los franquistas, en 1937, tras el fusilamiento de su antecesor Leopoldo García-Alas, que había sido el rector durante los años de la República. En 1955 Álvarez-Gendín fue nombrado magistrado del Tribunal Supremo y, según las crónicas de los historiadores, “ordenó la depuración de libros de escuelas y bibliotecas”.

El 31 de diciembre de 1936, Gerardo Caballero Olavezar, comandante delegado del Gobierno Civil de Oviedo, certifica que Sabino Álvarez-Gendín se presentó el 20 de julio de ese año “incorporándose como voluntario a las fuerzas nacionales… y por la tarde se le dio fusil y destino, poniéndose a las órdenes inmediatas del capitán de artillería D. Oscar Pérez Solís”. Otros certificados similares, obrantes en su expediente, acreditan su valor, patriotismo y méritos durante la guerra civil.

Hijo predilecto de Asturias por acuerdo unánime del ayuntamiento en 1941, contaba con la Cruz Laureada colectiva de San Fernando, medalla de Campaña y Cruz Roja del Mérito Militar y medalla de Oviedo, concedidas como defensor de la ciudad y la Encomienda con placa y Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.

Román Suárez Puerta, que da nombre al estadio de fútbol de la ciudad, fue alcalde durante los años de posguerra y tenía en su haber dos medallas de Avilés que le había concedido Francisco Franco, en 1945 y en 1966. También se mantienen nombres como avenida de Alemania o avenida de Portugal que surgieron por la vinculación del franquismo con los regímenes europeos de corte fascista como el de Adolf Hitler o el de Antonio Oliveira Salazar.

“El mayor cambio se produjo en la etapa de Manuel Ponga”

El historiador Román Antonio Álvarez fue concejal socialista en el Ayuntamiento de Avilés durante cuatro mandatos, entre los años 1999 y 2015. A su condición como político se suma también la de escritor, no en vano es autor, entre otros libros, de “El ser de las calles”.

Román Antonio Álvarez sitúa el primer cambio en el callejero avilesino de todo el período democrático en 1979, durante la etapa del alcalde socialista Manuel Ponga (1936-2018). Eso dio paso a la creación de una comisión donde se acordaba por consenso el nombre de las calles que se iban poniendo nuevas. Actualmente, con el tema de la memoria histórica, se tiene que aplicar la normativa y estima que esta será una actuación que se abordará con expertos que analicen cada propuesta concreta.

Hay que estudiar hasta qué punto cada nombre de calle puede vulnerar la Ley de Memoria Histórica. El franquismo fue una época histórica que existió e hizo cosas y eso no se puede borrar con una varita mágica. Hay que hacer el estudio con rigor

“Hay que estudiar hasta qué punto cada nombre de calle puesto durante la época franquista puede vulnerar la Ley de Memoria Histórica. El franquismo fue una época histórica que existió e hizo cosas y eso no se puede borrar con una varita mágica”, dice.

“Lo que hay que ver es concretamente en el tema de las calles si vulneran la normativa que se ha aprobado ahora. Hay determinadas calles que tienen nombres de personajes que fueron cargos durante el franquismo y supongo que serán las que se miren, como por ejemplo la calle López Ocaña o la calle Álvarez-Gendín”, comenta.

El historiador se muestra partidario de estudiar los casos “con rigor”. Advierte de que no se pueden emitir juicios “a la ligera” porque hay que analizar con detenimiento los informes que se emitan antes de adoptar cualquier tipo de decisión, que debe tomarse de acuerdo con la ley.

En su opinión, remover viejas heridas es algo similar a lo que ocurre con las familias en conflicto: “Cuando ha habido un problema en una familia, el volver a hablar sobre el tema también remueve viejas heridas, pero a veces hay que hablar para esclarecerlo y no taparlo. Tiene esa doble cara, como las monedas, por un lado sí que remueve conciencias. pero a veces son las víctimas quienes no son partidarias de volver otra vez a revivir el pasado porque fue muy doloroso”, indica.

Román Antonio Álvarez cree que las modificaciones en el callejero no deberían producir ningún tipo de fricción entre los socios de gobierno municipal. Asegura que el PSOE ha sido el partido que antes de que la Ley de Memoria Histórica viese la luz ya había hecho mucho en esta materia al señalar fosas, impulsar monumentos de memoria para las víctimas y cambiar nombres de edificios o de calles.

“Lo que hay que hacer es actuar con rigor. El PSOE siempre fue partidario de la Ley de Memoria y no me imagino que pueda haber ningún tipo de fricción. Yo no me imagino al PP, por ejemplo, que si volviera a gobernar en España, volviera a poner a Franco en el Valle de los Caídos, por decirlo de alguna manera. El dar el paso costó trabajo, pero ahora mismo eso ya está hecho y todo el mundo lo verá como normal y en el futuro. Lo que se debe hacer es actuar con tacto y mucho rigor, pero, más allá de eso, no tendría tampoco que producir ningún tipo de escozor en nadie”, ha añadido.

En el acuerdo de Gobierno alcanzado entre el PSOE y IU-Cambia Avilés, para el presente mandato, figura el cumplimiento del nuevo marco legislativo, en concreto la Ley 20/2022, de 19 de octubre de Memoria Democrática. Y en este punto se subraya que sólo se modificará el nombre de las calles que así indique el Consejo de la Memoria Democrática después de un amplio y riguroso examen de la trayectoria de cada persona que dan nombre a dichas calles. Por delante, como decía la concejala titular de la materia, cuatro años para borrar los vestigios franquistas que aún queden en la villa avilesina.