Cuatro de los seis acusados de integrar un grupo criminal al que se le incautaron 36 kilos de cocaína valorados en 5,5 millones de euros han reconocido este jueves los hechos y han llegado a un acuerdo con el Ministerio Fiscal sobre las penas de cárcel.
Este acuerdo de conformidad se dará a conocer mañana, viernes, en la segunda sesión de la vista oral que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias.
En la primera sesión del juicio, cuatro de los acusados han reconocido los hechos. Entre ellos figuran el presunto cabecilla de la banda y el procesado que en el momento de ser detenido huyó de la policía conduciendo en sentido contrario y arrojando por la ventanilla varios paquetes de drogas.
Los cuatro acusados han alegado tener dependencia a las drogas y algunos también al juego.
Viajes por toda la geografía española
Según el relato del Ministerio Fiscal, los encausados presuntamente adquirían cocaína para su distribución en Asturias al menos desde febrero de 2022.
El grupo tenía su base de operaciones en el domicilio del presunto cabecilla en Oviedo, quien se encargaba de conseguir los medios materiales y financiar los viajes que el resto de la organización realizaba a distintos puntos del país, donde adquirían la droga que posteriormente vendían en el Principado.
Para evitar sospechas, la organización utilizaba vehículos a nombre de terceras personas y, entre otros, estaba el de uno de los acusados que estaba dotado de una “caleta”, a la que se accedía a través de la radio.
Durante la investigación se constataron diversos viajes a Madrid, Barcelona, Bilbao, Cuenca, Sevilla, Málaga, Salamanca, Valencia, Alicante, con la finalidad, según la Fiscalía, de adquirir la droga.
En su declaración, el presunto cabecilla ha reconocido que contaba con 17 kilos de droga en su domicilio y ha admitido tener adicción a las drogas y problemas de ludopatía.
Dos acusados niegan su implicación
Respecto a los dos procesados que han negado su participación en los hechos, uno de ellos ha alegado que frecuentaba el domicilio del presunto cabecilla porque éste le ofreció su garaje para realizar trabajos relacionados con la criptominería.
Según ha explicado, de forma frecuente trasladaba bolsas con “auriculares o piezas” vinculadas a su trabajo porque los ordenadores que tenía en ese garaje precisaban de “mucho mantenimiento”.
En este sentido, ha asegurado que nunca transportó sustancias estupefacientes y he negado que en su domicilio hubiese algún tipo de droga.
Por su parte, el otro acusado que ha rechazado su implicación ha explicado que mantiene una relación “de hermanos” desde 2016 con el presunto cabecilla de la banda y que le realizaba “pequeñas aportaciones” económicas en forma de préstamo, una actividad que realiza “como complemente a su actividad” laboral, para el negocio que el primero tenía de alquileres de cabañas y bungalows.
Sobre la droga hallada en su domicilio, ha explicado que parte de ella la emplea “en pequeñas cantidades para dormir” y la otra son “restos de alguna fiesta” celebrada en la vivienda.
En la sesión han testificado varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía que participaron en el seguimiento de los acusados o realizaron registros en sus domicilios.