El estudio más exhaustivo realizado hasta la fecha de las comunidades microbianas de la Zona de Exclusión de Chernóbil, en Ucrania, ha revelado una gran diversidad de bacterias y algunos signos de su adaptación a la radiación liberada tras el accidente nuclear. Es lo que recoge una investigación liderada por la Universidad de Oviedo que publicada en ' Environmental Pollution '.
El estudio, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad de Brown (Estados Unidos) y la Estación Biológica de Doñana-CSIC, ha encontrado los mismos valores de diversidad y riqueza de microorganismos en los humedales muestreados dentro y fuera de la zona de exclusión. El trabajo ha detectado también varias bacterias que presentan una mayor abundancia en áreas con altos niveles de radiación, lo que indica su alta capacidad de adaptación.
Germán Orizaola, investigador del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, recuerda que se acaban de cumplir 37 años del accidente en el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, que causó la mayor liberación de sustancias radiactivas al medio ambiente de la historia.
“Diversos estudios han examinado el impacto del accidente sobre la naturaleza y los procesos de renaturalización que se desarrollan en la actualidad en la zona afectada por la contaminación radiactiva. No obstante, pocos han analizado la situación de las comunidades microbianas, a pesar de su papel crucial para mantener las funciones de los ecosistemas debido a su implicación en la retención y liberación del carbono y de los principales nutrientes del suelo”, subraya.
“El estudio de los ecosistemas de las áreas afectadas por el accidente nuclear es crucial para una correcta evaluación del impacto ambiental del accidente y para diseñar medidas de respuesta ante potenciales accidentes futuros. Además, aporta información clave para entender los procesos de renaturalización de la zona”, concluye Orizaola.