La falta de personal sanitario en Asturias moviliza a los vecinos y desmotiva a sindicatos de médicos y enfermeras

Los vecinos y vecinas del barrio ovetense de Ventanielles salieron a la calle en 1984 para exigir la apertura de un centro de salud. Su unión se ha vuelto a escenificar, 40 años después, con nuevas protestas delante de las instalaciones, donde han exhibido pancartas y han reclamado, megáfono en mano, la dotación de más personal sanitario para cubrir las jubilaciones y las bajas que se van produciendo de forma progresiva.

Su queja se refleja en cuatro casos reales: una de las vecinas más mayores, Inés, reconoce su angustia porque desde que se jubiló su médico de cabecera, que era “el que la entendía”, nunca sabe qué facultativo va a atenderla. Carlos y Francisca recuerdan con añoranza aquellos tiempos en que conseguían una cita para una consulta “para ese mismo día” o el siguiente “como muy tarde”. Y Enrique cree que el deterioro en la Atención Primaria es “más evidente”.

Los cuatro respondieron a una encuesta sobre el grado de satisfacción con su centro de salud donde el denominador común era la escasez de personal sanitario, un hecho extrapolable al resto de Asturias y que se agrava especialmente en verano.

Los representantes de los sindicatos no son más optimistas. El Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA) y CSIF coinciden en que el Principado tiene un déficit que ronda los 500 médicos, mientras que el SATSE, sindicato que agrupa al sector de Enfermería y Fisioterapeutas, calcula que harían falta unas 2.500 enfermeras más en la comunidad autónoma para alcanzar, al menos, la media europea que se considera óptima para garantizar la calidad de la atención prestada y que se sitúa en 8,8 enfermeras por cada 1.000 habitantes frente al ratio de 5,92 enfermeras por cada 1.000 habitantes que se registra en el Principado.

Más médicos, menos esperas y mejor servicio

Bajo el eslogan “Más médicos, menos esperas y mejor servicio. Por la Atención Primaria, por la Sanidad Pública” se movilizaron hasta en tres ocasiones el pasado mes de mayo los vecinos y vecinas de Ventanielles convocados por el movimiento vecinal Nuevo Ventanielles.

El equipamiento sanitario cuenta con una plantilla de 13 médicos, pero actualmente están trabajando siete. Esto provoca que los profesionales lleguen a atender diariamente a alrededor de 60 pacientes cuando “lo normal es que sean unas 35”.

Reclaman que “se asignen más recursos y personal médico” y se adopten medidas concretas para garantizar la viabilidad a largo plazo del sistema de Atención Primaria. El centro atiende a 30.000 vecinos de las zonas de Fozaneldi, Avenida de Torrelavega, Vetusta, Ventanielles, Mercadín, Santa Ana de Abuli y Cerdeño.

El médico José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA), describe un panorama de la situación tan realista como deprimente. Él lo resume en una frase: “Somos pocos médicos, hacen falta más y no hay, mientras que en otras categorías hay unas bolsas de trabajo grandes”.

La razón que apunta para un problema que califica como “cíclico” es la falta de recambio generacional motivado por una mala planificación: “Lo que ocurre es que entran generaciones que, cuando llegan a la edad de jubilación, se jubilan masivamente sin que haya dado tiempo a que entre otra generación, con lo cual hay un bache. Esto es sangrante. El último plan de recursos humanos es de 2009 y estamos ya en 2024. Esto se llama cortoplacismo y es uno de los cánceres de la política sanitaria en Asturias”, sostiene.

Para el doctor Vidal, los gestores apenas tienen margen de maniobra porque dependen de los políticos de turno que generalmente llegan para cubrir un periodo de cuatro años y, en su opinión, no hay una auténtica voluntad política de resolver un problema de estas dimensiones.

“Aunque puedan tener la mejor intención del mundo, salvo que sea una persona muy valiente que diga 'yo no me voy a quedar en esto, y haga neurosis', lo que un psiquiatra inglés llamaba la eterna traición, es decir, llegue allí engañando a todos, diciendo que va a ser el más fiel a los políticos y diseñe un plan a 20 años, que además es impresionante porque no van a poder cambiarlo y le cesen al día siguiente, salvo que alguien venga con esa idea, no hay interés, ni voluntad por hacer cosas más allá de los cuatro años de cada legislatura”, señala.

Ahora tenemos un problema importante en cuanto a la continuidad política de los proyectos. Se llama cortoplacismo, es uno de los cánceres de la política sanitaria en Asturias y la causa mayor de que no tengamos planes de recursos humanos y de que el recambio generacional haya sido una birria

Su visión es claramente pesimista: “Ahora tenemos un problema importante en cuanto a la continuidad política de los proyectos, aunque sabemos que tampoco se puede hacer maravillas porque ya depende de los que están y de quién vota. Se llama cortoplacismo y es la causa mayor de que no tengamos planes de recursos humanos y de que el recambio generacional haya sido una birria. Nos faltan 463 médicos para completar las plantillas, la mitad de ellas en Atención Primaria y la otra mitad en Atención Especializada”.

Aunque reconoce que se ha mejorado “un poquito” en algunas especialidades porque antes había un déficit aún mayor, admite que se siguen detectando grandes carencias.

“Las soluciones que se dan para resolver estos problemas a veces son difíciles. Algunos iluminados lo primero que hacen es decir: 'vamos a aumentar el número de gente en las facultades'. Eso no vale. Se tarda 11 años en formar a un médico entre la carrera y el MIR. Otros dicen que lo que hay que hacer es aumentar las plazas de MIR, pero se necesitaría tener sitios acreditados con tutores para formarlos. Eso sí es una solución que se ha aplicado pero tarde y mal. Es decir, nadie pone recursos rápidos. El problema es que lo que vamos a tener dentro de diez años es lo mismo que teníamos antes y no vamos a tener el pico. Es decir, vamos a tener la precariedad, la sobrecarga de personas para las plazas y dentro de 20 tendremos otra vez la situación actual”.

Atraer a los puestos de trabajo de difícil cobertura

Lo ideal ahora sería hacer atractivos los puestos de trabajo de difícil cobertura. ¿Cómo se consigue ese objetivo? El doctor Vidal responde que con medidas tanto retributivas como no retributivas porque los sueldos de los médicos no tienen comparación en otros países y las nuevas generaciones son muy cosmopolitas, cuentan con Erasmus, saben idiomas, no tienen la raigambre de sus padres con la 'tierrina', una vez formados se van de Asturias y muchos no regresan porque en el Principado no tienen sueldos atractivos.

Otro problema que apunta es que no están definidos los puestos de difícil cobertura en Asturias frente a otras autonomías que sí los definen y los incentivan y, mientras tanto, estamos en una discusión que califica como estéril sobre el mapa sanitario: “Es estéril -explica- porque en realidad el mapa sanitario es consecuencia de cómo se organizan los recursos humanos, no al revés. Es decir, tú no pintas rayas en un mapa y luego dices voy a poner a las personas. No, tú pones las personas, defines lo que hacen, cómo las pagas en cada sitio y luego pinta las rayas. Entonces estamos dándole vueltas a si se pasa de ocho a tres áreas sanitarias. A nosotros nos da lo mismo que sean tres, cinco o 25 porque lo que nos interesa es cómo van a organizarse los recursos humanos. Esa es la clave de todo”.

Hay tres causas fundamentales para que no se cubran, a juicio del Simpa: Una es la distancia, porque las preferencias se decantan hacia la vida en las zonas centrales y un hospital que esté a más de 50 kilómetros o un centro de salud a 100 kilómetros permanentemente no les atrae. La segunda es la conciliación familiar y especialmente en la zona rural es importante poder disponer de viviendas a precios asequibles y guarderías, y la tercera cuestión es el desarrollo profesional porque la gente no quiere llegar ahí y aislarse.

SIMPA: “La lentitud en la negociación es desesperante”

El secretario general del Simpa reconoce que la lentitud en la negociación es “desesperante”. El sindicato negocia con la consejería pero de momento van “paso a paso”.

“Siempre se está negociando el plan de la consejería que es cambiar el mapa sanitario. El nuestro es que con ese cambio se solucionen los problemas. Ellos lo que pretenden es dar una ayuda, o sea, un complemento económico a la gente que va a esos sitios y darles más puntos para las carreras, para los traslados. Nosotros queremos que se solucione si el complemento es suficiente para cubrir todo esto, pero faltan muchos médicos porque nosotros estamos cubriendo un área que tiene una red de nueve hospitales públicos, varios concertados y 114 centros de salud. Es una red extensísima”, añade.

A ello se suma la dispersión demográfica. Recientemente se aprobó una ley de de reto demográfico en Asturias para intentar atraer a la gente a las zonas periféricas y, a juicio del doctor Vidal, ,una forma de atraer al colectivo es conseguir que los médicos sean los primeros que tengan interés por estar en esas zonas y estabilizar así la población, si bien para lograrlo se precisa contar con dos servicios públicos básicos como son la sanidad y la educación.

Las listas de espera actuales son otro de los grandes problemas que hay que solucionar en Asturias además de la captación y fidelización del profesional médico. En el lado positivo, el Simpa señala la facilidad para acceder a trabajar de tarde de forma voluntaria.

“Nosotros estamos a favor de que haya trabajo voluntario e incentivado y en contra de forzar a la gente a hacer lo que no quiere. Ya hubo quien lo intentó y cuando se impuso hacer el trabajo de tarde obligatorio en 2012 acabó en una huelga de tres meses de duración”, recuerda el secretario general.

Los errores en las listas de espera

En la lista de espera hay errores que son difíciles de corregir. Hay una lista de espera que es la del médico de familia, otra de cuando remite al especialista para la primera consulta y una tercera es la de las técnicas que éste pida. Luego hay otra que es la que llama la atención que es la quirúrgica. El problema es que se habla de la lista de espera del quirófano cuando acaba el proceso y así todo es monstruosa y no es lo mismo que estés esperando por un juanete a una prótesis de rodilla. Hay 25.000 pacientes en lista de espera quirúrgica y más de 100.000 en lista de espera médica, es decir, cuatro veces más. El problema es que esos son los que empiezan otra vez en el bucle, acaban en urgencias y en las privadas. 20.000 vueltas por el sistema“, afirma.

A sus reflexiones se añade además la visión de Diego Pidal, secretario general adjunto de Atención Primaria del sindicato, que pone el foco en las dificultades que se pueden presentar este verano. Comenta que habitualmente son los residentes quienes cogen los contratos de verano para dar vacaciones al resto de la plantilla, pero este año acaban en octubre y no se sabe lo que va a pasar ni con las vacaciones de verano, ni con los puntos de atención continuada, ni con las urgencias, ni con las guardias.

“Yo creo que lo que tienen que hacer es utilizar a los R4 salientes para sustituciones de vacaciones. Las listas de espera vana aumentar en los hospitales y en los centros de salud. Supongo que tendrán que a lo mejor concentrar puestos de atención o tendrán que reducir la cartera de servicios, cosas que se hacían rutinariamente”.

La lista de problemas no termina ahí. Para el SIMPA, otra dificultad con la que se encuentran es que para que alguien se traslade a una plaza dentro de Asturias tiene que haber transcurrido un año previo en la plaza de origen, mientras que en otras comunidades no se da esta situación, por lo que todos aquellos que sacan una oposición en una autonomía cercana, con la esperanza de trasladarse en breve, tienen “un año de mili”.

El médico Felipe Piedra preside el sector de Sanidad de CSIF Asturias. Asegura que el déficit de profesionales no se circunscribe exclusivamente a los médicos, sino que es también extensible al personal de enfermería, matronas, fisioterapeutas, celadores y Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAES), si bien puntualmente también en ocasiones se detecta la escasez de auxiliares administrativos.

“En Asturias calculamos que serían necesarios 500 médicos más, de los que 150 se precisarían en Atención Primaria y 350 en Atención Especializada (hospitales)”, sostiene.

Sin embargo, advierte que esta cifra podría aumentar en los próximos tres a cinco años con la jubilación de un número importante de profesionales que actualmente supera la barrera de los 60 años por lo que, según sus estimaciones, “en breve se estaría hablando ya a corto plazo de un déficit de 700 a 800 profesionales”.

CSIF: “Es necesario revisar e incrementar las plantillas”

Por especialidades médicas, CSIF centra la mayoría de las necesidades de facultativos en las áreas de Medicina de Familia, Anestesia, así como Radiología, Psiquiatría y Geriatría .El déficit actual en Enfermería, para poder cumplir las ratios enfermera/pacientes que marca como ideal la Unión Europea (UE), lo sitúa en unos 1200 profesionales, aunque no es una cifra cerrada. “También se verá incrementado en este quinquenio en unos 400 profesionales”, corrobora.

El responsable de Sanidad de CSIF explica que se necesitan incrementos de plantilla en Atención Primaria de matronas y fisioterapeutas para cubrir necesidades y disminuir las listas de espera especialmente de éste último colectivo profesional.

Además, considera que hace falta revisar las plantillas de celadores y TCAES en los hospitales, donde las necesidades de cuidados y atención a pacientes cada vez más dependientes está en aumento.

“En Atención Primaria es necesario contratar TCAES y celadores que permitan agilizar la atención a personas mayores con limitaciones funcionales y crear una consulta de TCAEs con contenido propio”, especifica.

El déficit de profesionales no se circunscribe exclusivamente a los médicos, sino que es también extensible al personal de enfermería, matronas, fisioterapeutas, celadores y Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAES), si bien puntualmente también en ocasiones se detecta la escasez de auxiliares administrativos

El CSIF plantea las siguientes necesidades de profesionales sanitarios en función de las zonas: así, en las áreas sanitarias que corresponden a Jarrio, Cangas de Narcea y Arriondas presentan dificultades en Atención Primaria para cubrir los centros de salud y consultorios más periféricos por la problemática de la dispersión de los cupos, la distancia al puesto de trabajo desde el domicilio, dificultades para conciliar la vida laboral y familiar, la accesibilidad a otros servicios (colegios, universidad para los hijos,…), así como la ausencia de incentivos económicos y no económicos.

También presentan dificultades en Atención Especializada (hospitales) especialmente en anestesistas, cirujanos, radiólogos, dermatólogos, urólogos y psiquiatras dependiendo de un área u otra. En estos casos, según CSIF, el SESPA “utiliza y abusa” de la movilidad forzosa para paliar ese déficit convirtiendo la movilidad forzosa en un instrumento “ordinario y habitual”.

Los cupos de pacientes

En las áreas centrales correspondientes a Avilés, Oviedo y Gijón el problema del déficit de cobertura de plazas se centra, según el sindicato, en Atención Primaria, con plazas permanentemente sin cubrir por tener cupos de pacientes muy elevados, con consultas de 50 a 60 pacientes por día o cupos complejos con gran número de pacientes de elevada edad o residencias completas a su cargo que aumentan considerablemente los tiempos de consulta y las hacen igualmente interminables.

Además, el sistema de guardias hace estas plazas poco atractivas, así como la constante necesidad de recurrir a programas especiales de demora en Atención Primaria (consultas de tarde) que, según manifiesta Felipe Piedra, “extenúan a los profesionales”.

“Permanentemente en Atención Primaria los equipos no están al completo ningún día de la semana: las salidas de guardia, permisos y vacaciones del personal, ITS,… llevan a un déficit del 30 a 40 por ciento diario de personal al día, siendo aún mayor en épocas especiales como Navidades, verano y Semana Santa, donde se concentran la mayoría de los permisos. Estas ausencias no suelen ser cubiertas por médicos ni enfermería ante la ausencia de demandantes de empleo, ni en el resto de categorías como auxiliares administrativos, TCAES y celadores de los centros de salud lo que provoca sobrecarga de trabajo al resto de los trabajadores”, incide el responsable de CSIF.

Los incentivos

El Ministerio de Sanidad presentó en 2023 un “Acuerdo de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud por el que se determinan los criterios mínimos para identificar los puestos de difícil cobertura en Atención Primaria y los incentivos económicos y no económicos para la atracción y retención en estos puestos”, que puede consultarse en este enlace: Puestos_Dificil_Cobertura_AP.pdf (sanidad.gob.es)

Los criterios para definir estos puestos de difícil cobertura están pendientes de negociar entre el SESPA y las organizaciones sindicales en Asturias. Se está iniciando el proceso de negociación en relación, entre otros temas, con la modificación del mapa sanitario que pretende llevar a cabo la Consejería de Salud.

Una vez definidos los puestos o servicios de difícil cobertura habrá que negociar tanto los incentivos económicos como los no económicos. Felipe Piedra sostiene que los primeros tendrían que ser lo suficientemente atractivos para que los profesionales se desplacen a esas áreas periféricas o asuman los cupos de las áreas centrales no cubiertos y que no supongan una merma económica con el resto de compañeros en otros puestos, sin olvidarse de incentivos para desplazamientos y vivienda.

Los otros incentivos tendrían que ir, en su opinión, en la línea del documento del Ministerio de Sanidad, con mejoras en carrera profesional, mayor baremación para provisión de plazas y concursos, flexibilidad de jornada y horarios, acceso preferente a la formación e investigación. A todo ello se tendería la desaparición de la movilidad forzosa como consecuencia de la cobertura de estas plazas.

La situación en Enfermería

En Asturias hay una “preocupante situación de escasez” en Enfermería, según explica Belén García, secretaria general del sindicato SATSE, que agrupa al colectivo de enfermeras y fisioterapeutas. A su juicio, hay un déficit crónico estructural que se ha ido agravando en los últimos años tanto en los centros sanitarios como en los sociosanitarios.

Según los datos que maneja el sindicato, la ratio en el Principado es de 5,92 enfermeras por cada 1.000 habitantes mientras que la media de Europa es de 8,8 enfermeras por cada 1.000 habitantes.

“Harían falta unas 2.500 enfermeras más en Asturias para alcanzar, al menos, esta media europea, y acercarnos así a las cifras que se consideran óptimas para garantizar la calidad de la atención prestada. En nuestra comunidad autónoma hay, por ejemplo, una media de 16 pacientes para ser atendidos por cada profesional de Enfermería en una unidad hospitalaria, mientras que la ratio adecuada y segura es de seis a ocho pacientes como máximo”, comenta.

La secretaria general reconoce que este déficit “crónico y estructural” es preocupante por cuanto las enfermeras son cada vez más necesarias por el progresivo envejecimiento, cronicidad y pluripatologías de la población. Además de todas aquellas responsabilidades que pueden asumir por su formación, cualificación y competencias para hacer frente a necesidades de gestión y coordinación.

Belén García considera que la entrada en vigor de la Ley de Seguridad del Paciente sería “el principio del fin” de este problema de déficit. Sin embargo, esta norma sigue paralizada desde hace más de tres años. El Sindicato de Enfermería logró recabar cerca de 700.000 firmas para que esta norma entrara en el Congreso de los Diputados hace más de tres años y medio, pero desde entonces su tramitación se ha visto bloqueada por las sucesivas prórrogas al plazo de presentación de enmiendas parciales.

Con la aprobación de esta Ley de Seguridad del Paciente se conseguiría, según SATSE, una asignación máxima de pacientes por enfermera y garantizar así la seguridad asistencial, puesto que una ratio adecuada evita complicaciones, riesgos y reingresos.

Las causas del déficit de plantilla

Son varias las causas que han originado este déficit: Por un lado, las condiciones laborales y retributivas, que han contribuido a que durante años las enfermeras hayan buscado el empleo de calidad fuera de España. Se calcula que en los últimos años unos 8.000 profesionales de todo el territorio nacional se han ido a otros países, principalmente europeos.

Desde SATSE se ha propuesto a gobiernos y partidos políticos un Plan de Retorno y Estabilidad para enfermeras y enfermeros en el Servicio Nacional de Salud, una batería de medidas que persigue el retorno de los profesionales y, al mismo tiempo, dar mayor estabilidad y calidad en el empleo a los que permanecen en la comunidad autónoma.

Tenemos una previsión de unas 200 jubilaciones por año y las bolsas de demandantes de empleo de la categoría Enfermera están prácticamente a cero en todas las áreas sanitarias de forma habitual

Otra de las cuestiones que influyen en el déficit de enfermeras son las jubilaciones. Según las previsiones de SATSE, en los próximos 10 años se jubilará el 22 por ciento de la plantilla actual del Sistema Nacional de Salud (SNS), unas 40.000 enfermeras en todo el país. En el caso de Asturias, la previsión es de unas 200 jubilaciones por año como mínimo, porque a esta cifra habría que añadir aquellas jubilaciones que se producen antes de tiempo y que no se pueden prever. Asimismo, las prejubilaciones, aún con pérdida retributiva, van en aumento, sobre todo por las circunstancias laborales actuales.

SATSE tiene una propuesta, además del Plan de Retorno y las reivindicaciones para la mejora de las condiciones retributivas y salariales, para tratar de incrementar el número de enfermeras: el incremento del número de plazas en el Grado de Enfermería. El sindicato ha reclamado la implantación de un plan para aumentar al menos 50 plazas más en el primer curso y mantener este aumento durante, al menos, otros cuatro años más. En las facultades de Enfermería de Asturias (Oviedo y Gijón) se gradúan en la actualidad unos 170 alumnos al año, una cifra muy inferior a la de las jubilaciones.

Las condiciones, sobre todo las laborales, de las enfermeras en Asturias tienen aún que mejorar mucho. Belén García reconoce que actualmente es prácticamente imposible conciliar la vida familiar y laboral, ya que muchos de los profesionales no cuentan con carteleras estables, ya que tienen problemas para disfrutar de sus permisos que sistemáticamente les son denegados y, cuando se les conceden, en muchas ocasiones es “incumpliendo la normativa”.

Bolsas de demandantes de empleo, prácticamente a cero

“En el caso de la Atención Primaria, donde prácticamente no hay sustituciones ni se cubren los descubiertos, no es de recibo que siga sin reconocerse el cupo en las consultas de Enfermería”, señala la secretaria general. Asegura que esta situación implica que las profesionales de Enfermería de los centros de salud deban asumir las cartillas de las compañeras ausentes, con el consiguiente incremento de la carga de trabajo no compensada adecuadamente.

“Es primordial que se haga caso a nuestras reivindicaciones y se permita la necesaria exención de turnos a partir de los 55 años sin pérdida retributiva”, recalca.

Las bolsas de demandantes de empleo de la categoría Enfermera están “prácticamente a cero” en todas las áreas sanitarias, de forma habitual, según asevera la representante sindical.

Otro tema coincidente que afecta a las enfermeras es el de los puestos de difícil cobertura desde hace tiempo, pues en muchos periodos a lo largo del año son habituales los descubiertos de enfermeras, especialmente en las “alas” del mapa sanitario. Un problema que se suma a la movilidad forzosa.

No acaban aquí tampoco sus reivindicaciones. El SATSE cree que también tendrían que mejorarse las condiciones de las enfermeras de los centros sociosanitarios ya que las actuales son “insostenibles, con un déficit importante de profesionales”.

Belén García asegura que estas enfermeras están sobrecargadas en su día a día y es habitual que tengan problemas para disfrutar de sus permisos y descansos, al igual que en aquellos centros que quedan descubiertos, sin profesionales de enfermería, en algunos de los turnos. Una problemática que, según advierte, va a ser una realidad este verano.