El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) denuncia que la caza furtiva en los espacios naturales del Principado de Asturias ha alcanzado cotas similares a las que se daban en los años 80. Además acusa al gobierno asturiano de favorecer el furtivismo con la ocultación de los datos y su inacción para evitar este tipo de prácticas.
Según esta organización la caza furtiva afecta a la totalidad de los espacios protegidos gestionados directamente por el ejecutivo autonómico. Junto a su denuncia, hecha pública en un comunicado, FAPAS adjunta una serie de capturas de imágenes que, desde el año 2013, han tomado dos estaciones fotográficas de la organización en el Parque Natural de las Ubiñas.
El fondo ecologista afirma que joyas de la biología como el urogallo o el oso pardo se encuentran en el punto de mira de los rifles de los cazadores furtivos “que asedian las montañas asturianas y que deambulan desde hace años con total impunidad por los espacios protegidos”.
El Parque Natural de las Ubiñas en Asturias es posiblemente, según su denuncia, “el área de España con mayor actividad de caza furtiva, cuyos objetivos van tanto de las especies cinegéticas como a las protegidas, muy especialmente el oso”. En este sentido apunta a que varios osos han desaparecido “sin causas justificadas” en el interior de este espacio natural.
Para el FAPAS, el actual Gobierno heredó del anterior la “inercia de ocultar la existencia de la caza furtiva” y niega lo que sucede cuando desde este colectivo o la Guardería se alerta de la presencia de cazadores con rifles con silenciador. Denuncia que el ejecutivo autonómico no ha respondido a los informes que ellos les han remitido sobre esta cuestión y también que el Ministerio de Transición Ecológica no ha respondido a sus peticiones de reunión para hacerles llegar toda la documentación de la que disponen.
Desde la Consejería de Medio Rural niegan haber recibido ningún informe sobre caza furtiva ni que nadie haya puesto en su conocimiento hechos constitutivos de delito. Añaden además que el cuerpo de agentes de la Guardería Rural, que depende directamente de este departamento, son los que están sobre el territorio y los primeros interesados en perseguir este tipo de actos. “Cuando aquí se tiene conocimiento de algo que puede ser delito se pone en conocimiento de la autoridad judicial todo lo que se tenga”, aseguran.