El Gobierno asturiano activa el máximo nivel de alerta por calor ante la previsión de que se superarán los 34 grados
La Consejería de Salud ha activado el nivel de alerta 3 (riesgo máximo) del Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de los Excesos de Temperatura sobre la Salud ante las altas temperaturas previstas para los próximos días, en los que los termómetros podrán llegar a superar los 34 grados.
Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) establecen para mañana, sábado, en la comarca del Suroccidente y en los Picos de Europa temperaturas máximas que superarán los 25 grados, umbral con el que en Asturias activa la alerta por calor.
La previsión de la Aemet es que las altas temperaturas continúen al menos hasta finalizar el mes, alcanzando máximas de más de 29 grados en el suroccidente durante el domingo, y temperaturas por encima de los 34 grados el lunes.
Las recomendaciones
Las autoridades sanitarias aconsejan a toda la población que se proteja de las radiaciones solares, se hidrate y evite el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente en el caso de los más vulnerables al calor: enfermos crónicos, trabajadores al aire libro o niños.
También recomiendan que se mantengan en frío los alimentos, ya que con el calor aumenta el riesgo de infecciones alimentarias, que se evite la actividad física en las horas centrales, que se busquen lugares a la sombra o climatizados y que se use ropa ligera.
La Dirección General de Salud Pública ya ha remitido a los centros sanitarios, a la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar y a la Federación Asturiana de Concejos (FACC) la documentación con las recomendaciones a tener en cuenta durante la ola de calor.
El Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de los Excesos de Temperatura sobre la Salud se activa todos los veranos entre mayo y septiembre e incluye, entre otras medidas, la monitorización de las previsiones de temperaturas y la difusión de alertas relacionadas con el calor cuando estas previsiones superen niveles de riesgo para la salud, diferenciado entre situaciones de riesgo bajo, medio y alto.
El plan busca disminuir la morbilidad y la mortalidad asociada a temperaturas elevadas, ya que se ha observado que tres o más días consecutivos de temperaturas altas y no habituales pueden ir acompañados de un incremento en esas cifras.
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