La Cátedra Salud y Educación Global de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha seleccionado como buena práctica el programa de educación sexual para alumnado de Secundaria “Ni ogros ni princesas” por la colaboración eficaz entre personal docente y sanitario en educación para la salud.
La Unesco ha seleccionado 20 casos de buenas prácticas de países de Europa, América Latina, Asia y Oceanía, entre los que figura esta iniciativa del Gobierno de Asturias.
Este reconocimiento destaca que el profesorado y el personal sanitario actúan en sinergia y con coherencia hacia un objetivo común: mejorar la salud del alumnado, lo que aumenta la efectividad de la intervención y provoca cambios más profundos.
“Ni ogros ni princesas” cuenta este curso con la colaboración de casi 800 docentes y 100 enfermeras. Todo el personal implicado tiene acceso a formación específica en educación sexual y establece contactos periódicos para dar contenidos al alumnado, de manera que la labor sanitaria complementa el trabajo docente, pero no lo sustituye, según los datos facilitados este lunes por el Gobierno asturiano.
La Unesco señala que la pandemia ha puesto de relieve la importancia de la relación entre salud y educación, así como la necesidad de aumentar la resiliencia de las escuelas ante cualquier crisis sanitaria futura.
En este sentido, el personal sanitario de atención primaria tiene una función clave en la colaboración con los centros educativos para garantizar la equidad en salud y el bienestar futuro de la juventud.
Formación para casi 16.000 estudiantes
El programa “Ni ogros ni princesas” se desarrolla este curso en 61 centros educativos (64% de la red pública) y llega a casi 16.000 estudiantes, con lo que supera sus cifras de participación.
El reconocimiento de la Unesco se suma a otros recibidos por esta iniciativa, entre los que destacan su consideración como buena práctica del Sistema Nacional de Salud, por parte del Ministerio de Sanidad, y como Public Health Best Practice por parte de la Comisión Europea.
sta iniciativa forma parte del proyecto de la Consejería de Salud Sexualidades, que busca favorecer la educación sexual de la población asturiana con acciones en el ámbito escolar, sanitario, comunitario y virtual.
Su objetivo es proporcionar formación sobre sexualidad al alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y sus ejes transversales son la salud y el placer, la autoestima y la autonomía personal, la libertad de elección desde el conocimiento, la igualdad de mujeres y hombres y el respeto a la diversidad sexual.
Está basada en el modelo de derechos y género, y se sustenta en el protagonismo del alumnado y profesorado, con sesiones en el aula con metodología activa y participativa, talleres externos, actividades para familias y colaboración comunitaria.