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El peor viaje posible: residuos reciclables que van directos al vertedero

El peor viaje posible de un residuo en España

Sara Acosta

21 de abril de 2022 22:25 h

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El destino final de más de la mitad de los residuos domésticos recogidos en el país sigue siendo el vertedero. Es más, de los 22,2 millones de toneladas de basura reconocida por los municipios, un 13% de los desechos llegan sin pasar por ninguna planta de selección ni realizar ningún tratamiento previo. Esto significa que viajaron directamente del camión de basura al vertedero. Esta práctica no solo es una “total anomalía en Europa”, según Josep Maria Tost, exdirector de la Agencia de Residuos de Cataluña, sobre todo es ilegal, según la directiva europea sobre vertido de residuos.   

El siguiente gráfico, elaborado a partir de los datos de la memoria anual de generación y gestión de residuos de competencia municipal del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), muestra cómo todas las Comunidades Autónomas menos La Rioja y la Comunidad Valenciana siguen recurriendo a esta práctica peligrosa por contaminante y la peor desde un punto de vista de la reducción y el aprovechamiento de los residuos. En Asturias, cerca del 80% de la basura termina de esta forma, y le siguen Madrid (40%) y Aragón (39,7%).

El principal problema es que tirar residuos al vertedero “es un chollo”, explica Tost en referencia al precio medio nacional, que ronda los 25 euros por tonelada. Cataluña fue, de hecho, la primera Comunidad Autónoma que creó un canon por cada tonelada que se deposita en un basurero. Por eso a este experto le parece un buen avance que la nueva Ley de Residuos, aprobada este mes en el Congreso, haya instaurado este mismo canon en todo el país, a un precio de 40 euros la tonelada de vertido. “¿Por qué los daneses son los reyes de la economía circular? Porque les cuesta 160 euros por tonelada ir al vertedero, así aparecerán sistemas de recogida potentes para no ir”, incide Tost.

Un sistema de tratamiento previo para los residuos, obligado por ley, es imprescindible para reducir al mínimo lo que llega a los vertederos. De este modo, a estas plantas de triaje solo llega la fracción resto, en la que se filtra la basura para separar cartón, vidrio o los envases que hayan quedado mezclados. “Este rechazo, una vez filtrado, es lo que irá a vertedero”, explica este experto.

Ahora bien, aunque imprescindible, esto no puede sustituir el papel del ciudadano. Una planta de tratamiento previo de residuos es muy cara --de hecho, por esta razón las Comunidades Autónomas se la saltan -- .“El mejor sistema de recogida es el que hacemos en casa, es lo más económico”, matiza Tost.

Si el sistema funcionara de forma correcta, a estas plantas de triaje de residuos llegaría solo la fracción resto, es decir, se necesitaría una gran inversión para cada vez menos residuos. Por ello, lo que se empieza a hacer, analiza Tost, es construir plantas polivalentes, que puedan servir para recibir y tratar la materia orgánica. “Es una inversión más optimizada, de este modo se hacen plantas reversibles, con el tiempo dejaremos de hacer fracción resto para hacer más orgánica”.

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