El economista Mario Sánchez-Herrero es socio fundador de Ecooo, un proyecto que nació con la idea de inspirar a las personas para que ellas mismas protagonicen el cambio de modelo energético. Él razona esta motivación en que, si se deja que las grandes empresas de siempre controlen el paso hacia una economía basada en renovables, no solo se irá más despacio, pues las eléctricas tienen que amortizar sus instalaciones de gas, nucleares, o carbón; también saldrá más caro. Ecooo se retó en 2017 a conseguir poner de acuerdo a 100 hogares para la compra colectiva de 100 instalaciones fotovoltaicas y así abaratar los costes. Hoy van por casi 200 en 14 Comunidades Autónomas, siendo la organización que más instalaciones fotovoltaicas ha puesto en las casas en el país. Hablamos con él en la sede de Ecooo, situada en el barrio madrileño de Lavapiés.
¿Qué ha cambiado con la nueva normativa de autoconsumo de este Gobierno?Han cambiado varias cosas. A la gente lo que más le suena es la desaparición del llamado ‘impuesto al sol’, pero esto solo aplica para las instalaciones grandes de más de 10 kW, no era un problema para las instalaciones residenciales. No era tan importante el ‘impuesto al sol’ como la desaparición del requisito de un segundo contador que mida la generación de la fotovoltaica. Ahora habrá un único contador, que va a hacer mediciones tanto de la energía que se consume de la red como de la que se evacúa de la instalación fotovoltaica a la red. Conectado con esto, se contempla que haya una compensación económica para los excedentes. Con la legislación anterior no había manera de compensarte por la electricidad que regalabas a la red.
¿Y qué hay de las comunidades de vecinos?
Lo más relevante es que se va a permitir el autoconsumo compartido, que es muy útil para los edificios de viviendas. Y no solo alcanza a los edificios colectivos, se puede plantear incluso en polígonos industriales, que haya una gran instalación en la cubierta de una de las naves que sirva para alimentar la electricidad de cinco naves, y no tienen que estar físicamente en el mismo emplazamiento para poder compartir el consumo eléctrico.
¿Ha desbloqueado la nueva normativa el autoconsumo? ¿Hay más gente que se interesa?
Sí se nota, pero más despacio de lo que preveíamos. Pensábamos que había una demanda latente que estaba paralizada por la confusa idea de que estaba prohibido o muy gravado el hecho de autoproducir electricidad. Pero no se ha traducido en que las personas de forma masiva estén dando el paso. No está dentro de las prioridades de la gente.
¿Qué prevén?
Esto es de crecimiento de cocción lenta, y luego será exponencial. Ahora mismo, a lo mejor se ha multiplicado por dos la gente que se interesa, pero no por cien. Va a ser la experiencia práctica de los que se vayan haciendo sus instalaciones de autonconsumo lo que va a multiplicar esto muy deprisa, porque entre tanto los costes se siguen abaratando, el retorno de la inversión es mucho más rápido. La gente se pondrá esto como el que tiene un teléfono móvil o algo parecido.
Para quien esté interesado, ¿cuánto cuesta ahora mismo una instalación?
Una instalación estándar de dos kilovatios para una vivienda unifamiliar cuesta 4.000 euros IVA incluido y se ahorra todos los años entre 300 y 350 euros en la factura de la luz, es decir que en 10 años se recupera la inversión. Se entiende que la electricidad a lo mejor va a subir un poco durante estos años, entonces el ahorro puede ser mayor. Si a los 4.000 euros le restas el 50% del IBI de dos años, en vez de en 10 años, lo recuperas en 8,5 ó 9. Pero, muy seguramente, dentro de tres años esta instalación de dos kilovatios costará 3.000 euros, entonces se recuperará en siete años.
Esto abre un modelo de consumo de electricidad totalmente distinto al que estamos acostumbrados. ¿Cuál es el alcance real de este cambio?
Por mucho que se despliegue de forma masiva el autoconsumo, va a seguir representando un porcentaje no grande del tamaño del sistema eléctrico, porque el sistema eléctrico va a crecer desplazando al gas y al petróleo para el transporte, para la industria y para los consumos en las viviendas, van a aumentar las necesidades de generación eléctrica más allá de lo que crezca el autoconsumo. Si a eso le unimos que estamos permitiendo que se reproduzca el modelo centralizado en manos de las grandes empresas de manera similar a como era con los fósiles y con las nucleares, entonces todavía va a haber una posición de mercado muy relevante en manos de las compañías tradicionales. Todos los megavatios que se están promoviendo de instalaciones de fotovoltaica en suelo que venden a mercado o mediante precio pactado, las están haciendo, en vez de la ciudadanía, las empresas de siempre.
¿Seguirán siendo las empresas las que controlen el futuro energético renovable?
Las compañías eléctricas pueden mantener un poder de mercado muy relevante porque van a ser las propietarias de la red de distribución, y la electricidad va a necesitar mucha red de distribución para llevar la electricidad de una punta a otra para alimentar los coches eléctricos por las noches de los parques eólicos. No veo que estemos trabajando para sacarle partido a la transición energética y que también sea una transición política que quite poder a las compañías eléctricas. Y podría ser perfectamente así, pero no lo estamos viendo. El autoconsumo va a hacer su parte, pero no se está alumbrando un diseño pensado para que la energía esté en manos de las personas y no de las compañías ni del ánimo de lucro.
¿Qué se necesitaría para que eso fuera así?
Tendríamos que poner en marcha un modelo en el que las instalaciones renovables estuvieran en manos de la gente a base de participaciones. Si hubiera una exigencia de una ciudadanía activada y concienciada de que el origen de la electricidad no solo tiene que ser renovable sino que tiene que ser ciudadana, aquellos que ahora mismo están construyendo especulativamente plantas se quedarían sin el negocio, porque solo podrían vender a aquellas organizaciones de base ciudadana.
¿Por qué es negativo que las empresas controlen el cambio del modelo energético?
Las empresas no van a alinearse con los objetivos de sostenibilidad a largo plazo si no hay una ciudadanía activa que las empuje en esa dirección. Esas empresas van a seguir queriendo rentabilizar sus centrales de gas y van a mantenerlas durante 25 años. Pero podemos desprendernos de esas centrales en diez años. No va a haber una transición rápida si no hay una ciudadanía activa que fuerce a las compañías a transformarse hacia empresas realmente sostenibles desde un punto de vista energético. Pero al mismo tiempo, las necesitamos porque tienen una capacidad de inversión que no tiene la gente.
En la experiencia de Ecooo, ¿cuál es la diferencia de perspectiva de los particulares y de las compañías?
Si a ti te ofrecen por tu dinero un 2% en el tiempo y con eso compensas la inflación, te desentiendes, estás tranquilo, no quieres complicaciones. Pero una empresa le está pidiendo un 15% y si le puede sacar un 20%, mejor. Si conseguimos que toda la financiación del nuevo modelo energético esté en manos de la ciudadanía, se abaratarán los costes de la transición, porque no estará en manos de organizaciones que le van a pedir al dinero una rentabilidad mucho mayor y que van a pelear por conseguirla.
¿La fotovoltaica debe estar en el suelo o en los techos?
Tiene que estar en los techos, así se produce electricidad en el mismo lugar donde se consume. Eso es importante porque en el transporte se pierde el 10% de la energía, y también porque llegará un momento en el que las ciudades medianas podrán producir la energía que necesitan de forma más barata que el coste que representa estar conectado a la red.
¿Están las compañías eléctricas ralentizando el autoconsumo?
La compañía distribuidora puede ralentizar el punto de conexión, ralentizar el alta de la instalación cuando ya la has ejecutado, y también puede exigir requerimientos técnicos sobredimensionados, innecesarios y diferentes por compañías o por zonas geográficas. Un técnico en Albacete te pide algo distinto que en Madrid. Pero si existe un desarrollo reglamentario que precise en qué condiciones técnicas tienen que autorizarte y cuáles son los plazos para responderte, se estará evitando lo que es evidente y es que las compañías eléctricas que quieren ralentizar la difusión del autoconsumo se salgan con la suya y si al final tardan tres meses, la gente desiste, o no lo hace, y encarece todo el proceso.
¿Esa arbitrariedad es real, la han experimentado?
Sí, hay mucha gente que tiene muy mala experiencia de su instalación con la compañía distribuidora y no está recomendando a su círculo de gente. Hemos hecho 180 instalaciones, ha habido con las que lo hemos pasado muy mal, y también el cliente.
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