SOS Racismo y los manteros bilbaínos denuncian el acoso de la policía local
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Sheikh Gueyes se dedica a la venta ambulante en las calles de Bilbao. Cargado con una mochila donde lleva su género recorre el centro urbano para sacarse las alubias, siempre atento a la aparición de las patrullas de la policía municipal para recogerlo todo en un abrir y cerrar de ojos y salir corriendo. Su negocio es el Top Manta, tan sólo una falta a ojos de la legislación vigente. Sin embargo, eso no impide que algunos agentes insistan en perseguirle como si del mayor de los traficantes se tratara.
Hoy por la mañana se ha concentrado frente a los juzgados de la capital vizcaína junto a sus compañeros de la plataforma de inmigrantes Mbolo Moy Doole (la unión hace la fuerza en wolof) y la organización SOS Racismo para denunciar la arbitrariedad de las detenciones y el acoso al que les someten algunas de las patrullas. Su lema, “sobrevivir no es un delito, no más acoso a vendedores ambulantes”.
Mañana mismo, Sheikh tendrá que volver a los juzgados bilbaínos para ser juzgado tras su última detención. Se le acusa de ofrecer relojes y calzoncillos en un bar de la calle San Francisco. Él insiste en que siempre son los mismos agentes los que les persiguen tanto a él como a sus compañeros, incluso es capaz de poner nombre a varios de ellos. “A veces sólo por andar por la calle con una mochila ya te paran y te registran todo”, se queja. “Nosotros no queremos molestar a nadie, ni cometer ningún delito, pero esta es la única forma de vivir que tenemos”, añade.
Patxi de la Fuente, portavoz de SOS Racismo, comparte la crítica y pone el acento sobre la arbitrariedad de las actuaciones de la policía. “Hay agentes que constantemente están abriendo diligencias a personas sólo por ser inmigrantes”, denuncia. “Con esto no mejoran para nada la situación de los barrios y a los vendedores les hacen polvo”, agrega. No cree que se trate de una directiva municipal ni de una consigna del cuerpo, desde su punto de vista “todo apunta a que es cosa de ciertas personas en particular”.
La organización humanitaria también ha querido poner el acento sobre el anteproyecto de reforma del Código Penal que prepara el ministro Gallardón. En el borrador actual, el manteo vuelve a ser considerado delito después de que en 2010 se despenalizara y pasara a ser una falta. “Todo el mundo sabe que en el Top Manta no está comprando un Rolex ni una película original, por lo que estas ventas no influyen en la industria de la música ni de los complementos”, apunta de la Fuente. “Si le cae una pena de cárcel a un vendedor ambulante, lo único que se consigue es agravar la situación de una persona que ya de por sí vive circunstancias complicadas”, añade.
El portavoz de SOS Racismo recuerda que en 2009 la junta de jueces de Bizkaia decidió no tramitar los juicios contra pequeños vendedores ateniéndose a los principios de mínima intervención del Derecho Penal y de subsidiariedad, entendiendo que las infracciones menos graves deben solucionarse mediante las sanciones administrativas o el derecho civil.
En 2010 se modificó el Código Penal y se consiguió un tipo atenuado y penas de multa para las conductas menos graves. Sin embargo, al dejarlo dentro del Código penal se abrió la puerta a una gran discrecionalidad: el mismo hecho, dependiendo de los agentes y de los Juzgados, puede ser una infracción administrativa por venta ambulante, puede acarrear la detención o puede ser delito. Una situación que abre la puerta a lo que actualmente ocurre en Bilbao, que dependiendo del agente de servicio el manteo se persigue o se ignora.